OSTENSIÓN DE LA CRUZ EN UN EXORCISMO, EN LA PELÍCULA DOCUMENTAL ITALIANA LIBERA NOS
Todo lo que debes saber de un sacramental muy citado pero en verdad poco
conocido
El exorcismo es un sacramental que constituye una antigua y particular forma de oración que la
Iglesia emplea contra el poder del diablo. Es por tanto una gran ayuda para los creyentes y está
presente de forma simple, por ejemplo, en el rito del Bautismo. El exorcismo
solemne llamado “el gran exorcismo” sólo puede ser practicado por un sacerdote y
con el permiso del obispo para casos muy concretos en la que la acción del
demonio sobre la persona lo requiera. Durante décadas, el cine ha representado,
en gran medida, de manera errónea y desviada, lo qué es un exorcismo, generando
gran confusión y dudas entre muchas personas.
***
¿QUÉ
ES UN EXORCISMO?
Tal y como recoge el Catecismo de
la Iglesia Católica, el exorcismo es un sacramental. Los sacramentales
son signos sagrados con lo que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se
expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la
Iglesia. Los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo a la
manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a
recibirla y disponen a cooperar con a ella.
Teniendo esto claro, la Iglesia
explica que “cuando la Iglesia pide públicamente y con
autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido
contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó, de Él tiene la
Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. En forma simple, el exorcismo tiene
lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne llamado ‘el gran
exorcismo’ sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del
obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando
estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta
expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad
espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia”.
¿POR
QUÉ ES NECESARIO EL EXORCISMO?
En la presentación del nuevo
ritual exorcismos, en 1999, el entonces prefecto de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Medina Estévez
afirmaba que “el exorcismo constituye una antigua y
particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el poder del diablo”. Así, agregaba que “el
exorcismo tiene como punto de partida la fe de la Iglesia, según la cual
existen Satanás y los otros espíritus malignos, y que su actividad consiste en
alejar a los hombres del camino de la salvación”. Y del mismo modo, el
purpurado aclaraba que “el influjo nefasto del
demonio y de sus secuaces es habitualmente ejercitado a través del engaño, la
mentira y la confusión. Así como Jesús es la Verdad, el diablo es el mentiroso
por excelencia. Desde siempre, desde el inicio, la mentira ha sido su
estrategia preferida. No hay lugar a dudas de que el diablo tiene la capacidad
de atrapar a muchas personas en las redes de las mentiras, pequeñas o grandes”.
El padre Amorth, fallecido en
2016, fue el exorcista más conocido e importante del último medio siglo.
¿QUÉ
ES LA POSESIÓN DIABÓLICA?
En la presentación oficial que
hizo en 1999 del Nuevo Rito de los Exorcismos, el cardenal Medina Estévez,
prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos, indicó: “La sagrada Escritura nos
enseña que los espíritus malignos, enemigos de Dios y del hombre, realizan su
acción de modos diversos; entre éstos se señala la obsesión diabólica, llamada
también posesión diabólica. Sin embargo, la obsesión diabólica no constituye la
manera más frecuente como el espíritu de las tinieblas ejerce su influjo. La
obsesión tiene características de espectacularidad; en ella el demonio se
apropia, en cierto modo, de las fuerzas y de la actividad física de la persona
que sufre la posesión. No obstante esto, el demonio no puede adueñarse de la
libre voluntad del sujeto, lo que impide el compromiso de la libre voluntad del
poseído, hasta el punto de hacerlo pecar. Sin embargo, la violencia física que
el diablo ejerce sobre el obseso constituye un incentivo al pecado, que es lo
que él quisiera obtener. El ritual del exorcismo señala diversos criterios e
indicios que permiten llegar, con prudente certeza, a la convicción de que se
está ante una posesión diabólica. Es solamente entonces cuando el exorcista
autorizado puede realizar el solemne rito del exorcismo. Entre estos criterios
indicados se encuentran: el hablar con muchas palabras de lenguas
desconocidas o entenderlas; desvelar cosas escondidas o distantes; demostrar
fuerzas superiores a la propia condición física, y todo ello juntamente con una
aversión vehemente hacia Dios, la santísima Virgen, los santos, la cruz y las
sagradas imágenes”.
¿QUÉ
DIFERENCIA A UN EXORCISMO DEL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN?
El exorcismo es una oración que
es parte de la categoría de los sacramentales, uno de los signos sagrados
instituidos por la Iglesia para santificar diferentes circunstancias de la vida
y, por tanto, no pertenecen a los siete sacramentos que instituyó Jesucristo.
De este modo, el sacramento de la Penitencia perdona los pecados y reconcilia
con la Iglesia, renovando así el Bautismo y concediendo la gracia para luchar
contra el mal y crecer en la virtud. Siendo, pues, un sacramental el exorcismo prepara a la persona para recibir la gracia
del sacramento.
¿CUÁNTAS
CLASES DE EXORCISMOS HAY?
Los exorcismos están divididos en
dos clases: el exorcismo menor y el exorcismo mayor. Los exorcismos menores son oraciones que se
usan para acabar con la influencia del mal y del pecado en la vida de una
persona, ya sea un catecúmeno que se prepara para el Bautismo o un miembro de
la comunidad de creyentes que lucha por vencer la influencia del mal y del
pecado en su vida. Mientras tanto, la segunda clase de exorcismo es la solemne
o el "exorcismo mayor", cuyo rito
sólo puede hacerlo un obispo o un sacerdote; este último ha de tener un permiso
especial y expreso del ordinario local. Esta forma de exorcismo está dirigida a
la expulsión de demonios o a liberar a una persona de la posesión demoníaca.
Aunque ambas formas de exorcismo
están dirigidas contra el poder del demonio, el Rito de
Exorcismo Mayor se emplea solamente cuando existe un caso genuino de posesión
demoníaca, a
saber, cuando se ha determinado la presencia del demonio en el cuerpo de la
persona poseída y que el demonio es capaz de ejercer dominio sobre ese cuerpo.
¿QUIÉN
PUEDE REALIZAR LOS DISTINTOS TIPOS DE EXORCISMOS?
La Conferencia Episcopal de
Estados Unidos explica en un documento para los fieles que en el caso de un
exorcismo menor es el ministro del sacramento (bautismo) o de la bendición que
se celebra. De este modo, aclara que las oraciones que existen en el Apéndice
II del Ritual de Exorcismos, Suplicaciones
que pueden usar los creyentes en privado durante sus luchas contra los poderes
de las tinieblas, pueden ofrecerse por cualquier miembro del clero o
de la comunidad creyente.
Sin embargo, el rito de Exorcismo Mayor solamente puede ser realizado
por un obispo o por un sacerdote que ha obtenido el permiso especial y expreso
del obispo diocesano. En este sentido, un sacerdote puede ser
nombrado por el obispo diocesano para el oficio de exorcista, bien de manera
estable o para una ocasión en particular. Pero en ambos casos el exorcista debe
trabajar bajo la dirección del obispo. El Código de Derecho Canónico establece
que el sacerdote que ha sido designado para el ministerio de exorcista debe ser
piadoso, conocedor y prudente, y llevar una vida íntegra. Además, debe ser
preparado específicamente para este oficio.
¿PUEDEN
LOS LAICOS PARTICIPAR EN UN EXORCISMO?
En el Rito se recomienda de
manera enfática que el exorcista no trabaje de manera aislada, y es ahí donde
los laicos pueden tener un papel. El Rito de Exorcismo Mayor debe ser
administrado solamente por un sacerdote autorizado o por el obispo. Pero el
exorcista lo estima oportuno, los miembros laicos de la comunidad
pueden estar presentes en el rito, apoyando de esta manera el trabajo del
exorcista con sus oraciones, ya sea orando en silencio o según lo instruya el
rito. No
obstante, el texto advierte que los fieles laicos no deben decir ninguna de las
oraciones reservadas al exorcista, no sólo porque esas oraciones están
reservadas a los ordenados que actúan en la persona de Cristo Cabeza, sino
también a fin de proteger a los fieles contra un posible daño espiritual.
Además, se recuerda que cuando la persona poseída es una mujer debe estar
presente al menos otra mujer, por razón de decoro y discreción.
¿DÓNDE
DEBERÍA REALIZARSE UN EXORCISMO?
El Ritual establece que la norma
pasa por celebrar el rito del exorcismo en un oratorio o un lugar apropiado
para este tipo de actuación, como podría ser una pequeña capilla, y que además
esté discretamente oculta a simple vista. Del mismo modo, considera como algo
bueno que el exorcista utilice siempre que sea posible un
lugar que se ha dedicado y consagrado para honrar a Dios y no el domicilio de la persona que está
necesitada de ayuda espiritual en estos casos.
¿QUÉ
SÍMBOLOS RITUALES SE USAN EN LOS EXORCISMOS MAYORES?
Además de usar los salmos y las
lecturas del Evangelio, y las oraciones exorcísticas, también se utiliza una
serie de símbolos en el Rito de Exorcismo Mayor. Para comenzar, se bendice y se
asperja el agua a fin de recordar la centralidad de la vida nueva que la
persona afligida recibió en su Bautismo y la derrota definitiva del diablo
mediante la obra salvadora de Jesucristo. La imposición de manos, así como el
soplar sobre el rostro de la persona (insuflación) por parte del exorcista
reafirma el poder del Espíritu Santo, que obra en la persona como resultado de
su Bautismo y la confirma como templo de Dios. Finalmente, se
le muestra la Cruz del Señor a la persona afligida y se hace sobre ella la
Señal de la Cruz a fin de demostrar el poder de Cristo sobre el demonio.
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