miércoles, 1 de noviembre de 2023

MI SEÑOR DEL MAR

 La pequeña embarcación zozobró ante el mar movido, de altas y profundas ondas marinas, ellos eran siete, como los puñales de la Virgen Dolorosa.

El bote se volteó y al agua los pescadores ¡Mis hijos, Señor! clamaron ellos y ya no pudieron pensar más. Lo que vino después sólo fueron actos -de a por su vida-. Seis de ellos fueron rescatados cuando caía la noche más de tres horas después, sólo uno faltaba, el hombre de la familia Azañero del pasaje de la calle Los Pescadores, cerca a la plazuela de Sampedrito.

Qué año caprichoso sería aquel y era octubre en sus diez primeros días que permitió tal oleaje. La familia del desaparecido lo lloraba a diario y entregaron su amor a la fe del Señor Jesucristo Crucificado del Mar de Huacho de a tres cuadras de su casa. Velaron sus ropas con la esperanza de que apareciera. Todo el barrio se conmovió y acompañó en oración como acto de caridad natural. Pues, casi tres semanas después, un día antes de las vísperas del Señor Jesús Crucificado del Mar apareció el errado en las aguas hecho una piltrafa humana. No sé si hubiera preferido verlo muerto antes que así, declaró su hermana; pero: ¡Ese fue el milagro de mi Señor del Mar! ¿quieres más?...

El hombre quedó encajado en el pecho de la embarcación volteada que después ante la presión de la ley física se re-volteó, por el oxígeno atrapado que el ser humano aprovechó para sobrevivir. Y empezó a caer el sol, pero él ya respiraba tranquilo, estaba a flote.

Mas ese no fue el milagro, el milagro fue que ese hombre pudo sobrevivir casi un mes en medio de la mar ¡Y estaba vivo, carajo! Y a seguir luchando, no tanto para ser mejor sino para ser la pieza que encaja en la voluntad de la divinidad, en su momento; para eso.

Señor Jesucristo Crucificado del Mar de Huacho, ten piedad de nosotros.

Alejandro Smith Bisso

Amo a Huacho

31/10/2023.

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