ANIMAN A NO CALLAR Y A SALIR A LAS CALLES, COMO EN LA MARCHA DEL 12 DE MARZO EN MADRID
Tras un rescate fallido de un bebé de cinco meses de gestación, María y
Blanca crearon el Proyecto Makarioi para dar charlas sobre cultura de la vida
en colegios, universidades, parroquias...
Blanca Goytisolo y María Blanc
viven en Barcelona (España), son compañeras de clase y, sobre todo, amigas. Intentaron rescatar un bebé de
cinco meses de gestación, pero finalmente fue abortado. Esa
experiencia les hizo salir de la zona de confort y decidirse a luchar por la
defensa de los no nacidos.
"Nos avisaron
de que en una parroquia había una pareja que quería abortar. Llamé
a María y nos presentamos allí. Intentamos hablar con ellos y darles un mensaje
de esperanza. Nos dijeron que su hijo estaba enfermo y que lo tenían todo
decidido. Nos sorprendió cuando la madre dijo que llevaba
varios días de luto", comenta María.
Maria y Blanca llegaron a la
conclusión de que formar a los
jóvenes en la cultura de la vida es algo fundamental. Para
eso crearon el proyecto Makarioi ("bienaventurados",
en griego) para dar charlas en colegios, universidades, parroquias...
utilizando la apologética, la filosofía, el
derecho, la ciencia, la psicología y la propia fe para concienciar sobre el aborto.
"Es un proyecto modesto,
esperamos ir sumando a más gente, queremos formar y servir de puente para las
madres que están desesperadas", explica Blanca.
El fin de semana del 3 al 5 de
marzo fueron invitadas por LifeTeen,
un consolidado método de evangelización para adolescentes, a
Montserrat (Barcelona), para ofrecer una charla sobre formación
provida a los catequistas presentes. En marzo tienen cerrados tres
encuentros más en diferentes lugares.
DEFENDER
LA VIDA, DEBATE MÁS VIVO QUE NUNCA
"Es muy
importante hacer rescates y rezar frente a las clínicas, pero también
es clave ir a la raíz del problema, que es la formación, poder
utilizar la Filosofía o el Derecho para defender la vida de los no nacidos. A
los jóvenes les interesa mucho y nos hacen un montón de preguntas", comenta Blanca, estudiante de Derecho y Filosofía en la Universidad
Abat Oliba de Barcelona.
"Hace poco
debatimos en clase sobre el aborto y, al principio, se recibió muy mal mi
mensaje, pero, después de explicarme, la gente me daba la
razón. Un chico terminó diciendo que si la vida no empieza en la
concepción, no empieza nunca, y, otro, que intentaría animar a su novia a
que no abortara nunca. Es importante dar argumentos. Ellos piensan
que te opones de manera dogmática, que no te vas a saber defender", añade la joven.
La experiencia de María es muy
parecida. "Una chica de clase me dijo que
si realmente había artículos que demostraban que la vida empezaba en la
concepción, me quedé en shock. ¿Cuántas chicas
habrá como ella, que se han creído la mentira del Estado?", se
pregunta esta estudiante de Psicología y Filosofía.
"Es muy importante
hacer rescates y rezar frente a las clínicas, pero también es clave ir a la
raíz del problema, que es la formación", aseguran.
Para ellas, la idea de que el
aborto es un "debate superado" es simplemente falsa. "Interesa muchísimo a los jóvenes, los que están a favor
solo necesitan encontrar a alguien que se oponga para poder darse cuenta de sus
errores. Si nuestros políticos están siempre legislando sobre el
aborto y hablando todo el día de ello... es porque interesa",
asegura Blanca.
"Es un debate
robado, no nos dejan hacer ni siquiera preguntas. Hay miedo a que se vea lo
dramático que es, sería admitir que nos hemos cargado a
millones de persona. Cuando vi a la ministra Irene Montero alegrarse
por el aborto, como si hubiera descubierto América... me hubiera encantado
preguntarle lo que haría con todas estas mujeres que están
llorando por haber abortado", explica
María.
LOS
PADRES TIENEN LA LLAVE
Ellas animan a los padres a que
eduquen a sus hijos en la defensa de la vida. "Es muy
importante educar a los hijos en la verdad, y en la belleza de la
vida, que sepan que cada ser es irrepetible, que la vida es un don. Y
también que tu hijo se sienta querido, no basta con decir que el aborto es un drama, es
fundamental incidir en la belleza del amor y de la vida", relata
María.
"Hay que contrarrestar
la educación afectivo-sexual que
ofrece el Estado, que va en contra de la propia naturaleza del hombre, y
que es la raíz de tantos embarazos no deseados y de tantos abortos, están
creando una mentalidad anticonceptiva", añade la
joven.
Para Blanca, es necesario hablar de la fortuna que es poder vivir. "En nuestras charlas no nos centramos solo en cómo
se hace un aborto sino en lo increíble que es la gestación de una
vida. Debemos recuperar la mirada de asombro. Por eso es muy
importante servir de puente para todas aquellas madres embarazadas que
necesitan alternativas", relata.
"A veces se
saca la casuística de si el niño puede nacer mal... Nosotros deberíamos
querer acabar con el sufrimiento, pero nunca con el que sufre. A
nadie se nos garantiza que vamos a tener siempre un techo o una estabilidad.
Hay que educar en la fragilidad del bien. El problema de hoy es que no
nos quieren educar sobre el sufrimiento. La vida no pierde dignidad porque tengas sufrimiento.
Nosotros admiramos a la gente que lucha", afirma
María.
En este punto, Blanca recuerda
que "el aborto es la lucha más importante que
puede librar un cristiano". "No se puede esperar nada de
alguien que mira el aborto con indiferencia. La Iglesia ha estado siempre
al lado de los más débiles; en la época de los romanos, estaba
con las viudas y con los huérfanos; en la Edad Media, estaba con los enfermos...
creó los hospitales, defendió a los obreros en la Revolución Industrial...
y hoy nos toca a nosotros defender a los no nacidos", comenta.
María añade que no todos los
católicos están llamados a estar en primera fila en este tema, pero
sí a "crear la cultura de la vida". "Podemos
colaborar en centros de embarazadas o formándonos, dando charlas... tenemos
que ser la cara provida para nuestro contexto. Si tenemos a
alguien cerca en esa situación, que pueda venir a nosotros porque sabe que
defendemos la vida. Hay vidas concretas en juego. Yo
a veces pienso en lo que sería mi vida sin una amiga concreta. Aquí pasa lo
mismo", asegura la joven.
UNA
LEY CONTRA LA RAZÓN
Sobre la reciente ley del aborto
aprobada en España, María comenta que "ahora toca
luchar más, rezar más, y ofrecer una voz". "Hemos llegado a esta situación porque los buenos
hemos callado. En Estados Unidos se ha prohibido el aborto porque la
gente buena y sencilla ha luchado. En ese país, en cada una de las
parroquia hay información provida. No se puede permitir que en España se
aborten miles de niños y hagamos algo solo un día al año. Todas las
parroquias deberían ser centros de ayuda a las mujeres", reclama.
Para Blanca, que estudia Derecho,
se trata de una ley injusta. "Esta 'ley' no
tiene fundamento, es una de las leyes más irracionales de los
últimos tiempos. He visto gente que está a favor del aborto y en
contra de esta ley. Se han superado todos los límites. Por eso es importante la
formación. La sentencia que permitía el aborto en Estados Unidos cayó
porque hubo mucha gente que se formaba y daba la batalla, y, ya
después, el Supremo se atrevió a dar el paso", comenta.
Por su parte, María, asegura que
no se trata ni siquiera de una ley. "Estas
leyes no son verdaderas leyes, contradicen la razón, y no sirven
para el bien común. Cuando desobedeces un tipo de leyes así, no
desobedeces una ley sino un mandato injusto y arbitrario. Ha llegado
el momento de dar la cara. Cuando la gente ve a personas capaces de ir a la
cárcel, eso les remueve la conciencia. Si alguien es capaz de padecer esto, es
porque realmente está convencido", asegura.
El Parlamento español aprobó en
febrero una nueva ley del aborto, aún más dañina, impulsada por la ministra
Irene Montero, con 185 votos a favor (PSOE,
Podemos, nacionalistas, varios regionalistas) y 154 en contra (de PP, Vox, UPN
y Ciudadanos).
"Legalidad
no significa moralidad. Que sea legal el aborto no quiere decir que sea bueno. Estas leyes van
en contra de la naturaleza humana. No podemos callar. Yo sería la primera que
tendría miedo de ir a la cárcel, pero, ¿a precio de qué? ¿de consentir que maten
inocentes? En mi conciencia yo no quiero eso", añade María.
Para las chicas, la causa provida
va más allá de defender el derecho del no nacido. "Ser provida es luchar porque la vida vale pena. Que los jóvenes no se suiciden,
que los ancianos no estén solos...", comenta María. Y,
también, reconoce, evidenciar al mundo la sabiduría con la que actúa la propia
naturaleza.
"El feminismo ha intentado separar maternidad de mujer. Me hace gracia cuando dicen que el patriarcado
nos obliga a ser madres. Es nuestro propio cuerpo el que nos
dice que estamos hechas para ser madres. La maternidad está en el
corazón de cada mujer, en cada uno de nuestros corazones está el acoger para
dar vida", explica María.
Para María y Blanca es muy
importante que todo esto lo escuchen los jóvenes. "Hay
mucha ignorancia de lo que la Iglesia dice. La infertilidad, por ejemplo, es
una cruz y la Iglesia sabe dar un eco a este dolor. Vemos que hay una
'sobrespiritualización', se convierte a Dios en un sentimiento a nuestra
medida. La Iglesia dice lo que dice, no porque nos quiera oprimir, sino
porque da respuesta a cómo estamos hechos", asegura María.
Las chicas animando a salir a las
calles en defensa de la vida, por ejemplo con la marcha provida que
tendrá lugar el día 12 de marzo por las calles de Madrid. "Hay que demostrar a los que han hecho esta ley que
no toda la sociedad está dispuesta tragar con esto, es importante saber
que no estás solo y encontrarte con gente a la que todo esto le duele igual que
a ti", comenta Blanca.
"Hay que salir
porque somos la cara provida, de nosotros dependen vidas en concreto,
aunque seamos cuatro gatos, los discípulos fueron sólo doce. Vale la pena dar
respuesta a tanto odio, ¿quién no te dice que una madre vea esta
marcha y pida ayuda?", relata
María.
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