OCCIDENTE PRETENDE IMPONER EN LA ONU LA HOMOFOBIA Y TRANSFOBIA COMO CRÍMEN CONTRA LA HUMANIDAD
LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU
ESTÁ DEBATIENDO UN TRATADO SOBRE CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD QUE, SEGÚN C-FAM,
PODRÍA UTILIZARSE PARA MULTAR Y ENCARCELAR A LOS CONSERVADORES RELIGIOSOS Y A
CUALQUIERA QUE SE OPONGA A LA AGENDA HOMOSEXUAL Y TRANS.
(C-Fam/InfoCatólica)
El nuevo proyecto de tratado, elaborado por la
Comisión de Derecho Internacional, descarta una antigua definición
de género en el derecho internacional como «los dos sexos, masculino y femenino,
en el contexto de la sociedad». Esta
definición, que siempre ha disgustado a los progresistas, ha sido un obstáculo
para los activistas homosexuales y transexuales durante más de veinte años.
La eliminación de esa definición
de género en el nuevo tratado sobre crímenes contra la humanidad podría abrir
la puerta a la persecución de cualquiera que se oponga a las ideas, el
comportamiento o las prácticas homosexuales y transgénero.
La tradicional definición de
género apareció originalmente en el Estatuto de Roma que creó la Corte Penal
Internacional en 1999. Se adoptó para evitar el mal uso del término género para
promover agendas sociales controvertidas.
El borrador inicial del nuevo tratado sobre crímenes de lesa humanidad se presentó de forma controvertida a la sexta comisión
de la Asamblea General hace tres años sin la definición de género. Los defensores más poderosos del tratado, la
Unión Europea y Estados Unidos, están presionando ahora a la Asamblea General
para que apruebe el nuevo texto. Sigue siendo controvertido, ya que otros
países están preocupados por las implicaciones de este hecho.
Un representante de
Marruecos, que habló en nombre de los 54
países del Grupo Africano, dijo que «no deben ignorarse
las legítimas preocupaciones de todos los Estados miembros» y advirtió contra «cualquier intento de imponer
las opiniones de cualquier parte o teorías o definiciones
jurídicas» que no estén aceptadas internacionalmente. Varias delegaciones, entre ellas Egipto, la Federación Rusa y Pakistán,
se hicieron eco de esta declaración.
El representante de la Santa Sede fue más explícito al instar a los Estados miembros a rechazar cualquier intento de redefinir el género.
«Mi delegación
lamenta la decisión de la CDI (Comisión de Derecho Internacional) de no incluir
en el proyecto de artículos la definición de género contenida en el párrafo 3
del artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, que forma parte
integral de la definición de los crímenes acordada durante la Conferencia de
Roma de 1998»:
El delegado de la
Santa Sede también rechazó la razón aportada por la Comisión de Derecho
Internacional para abandonar la definición de género.
Según un informe de la comisión
de 2019, la definición de género se abandonó para dar cabida a una comprensión «evolutiva» del término «género
como concepto socialmente construido (y no biológico)». La
comisión citó el trabajo de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional para
añadir la orientación sexual y la identidad de género como parte de los crímenes «basados en el género», así como las opiniones no
vinculantes emitidas a través del sistema de derechos humanos de la ONU.
El tratado pretende complementar
la labor de la Corte Penal Internacional de La Haya en virtud del Estatuto de
Roma, exigiendo a los gobiernos que tipifiquen y enjuicien de forma
independiente los crímenes contra la humanidad en sus propios tribunales
nacionales. Si se aprueba, es probable que el nuevo tratado se
promueva en todo el mundo mediante la ayuda financiera y la orientación técnica sobre cómo
debe aplicarse por parte de los organismos de la ONU y los
gobiernos donantes, entre ellos la Unión Europea y Estados Unidos.
Las delegaciones están negociando
actualmente una resolución para decidir el destino del tratado. Se espera una decisión sobre el camino a seguir antes del Día de Acción
de Gracias.
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