La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua prohibió las procesiones que en los próximos días se iban a realizar por San Miguel Arcángel y San Jerónimo en la localidad de Masaya, escenario de masacres perpetradas por la policía afín al régimen.
“La Arquidiócesis de Managua comunica que la
Policía Nacional de la ciudad de Masaya ha informado a las Cofradías y Párrocos
de las Parroquias de San Miguel Arcángel y San Jerónimo, que por razones de
seguridad pública no estarán permitidas las procesiones en las festividades respectivas de
esa ciudad”, indica un comunicado publicado el 17
de septiembre.
En su comunicado, la Arquidiócesis de Managua invita “a los devotos y promesantes de los santos patronos, a
tener presente que la fe y devoción son un tesoro que llevamos en el corazón y
desde ahí podemos dar el homenaje debido con la fuerza de esa herencia
ancestral en nuestras comunidades”.
“Las misas, novenarios y celebraciones litúrgicas
propias de ambas festividades se realizarán según el programa de cada una
de las parroquias en los templos respectivos”, precisa el comunicado.
Para concluir, la Arquidiócesis de Managua hace votos para que “San Miguel Arcángel, San Jerónimo y la Bienaventurada
Virgen María, madre de la Iglesia y Reina de la Paz, intercedan y escuchen las
plegarias, nos alcancen sanidad de todo mal con la medicina de Dios”.
LA PERSECUCIÓN DE LA
DICTADURA CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA
No es la primera vez que la dictadura prohíbe una procesión de la
Iglesia Católica. Ya lo hizo en agosto cuando ordenó que no se
realizara la de la Virgen de Fátima en el marco del Congreso Mariano.
La Parroquia San Miguel Arcángel en Masaya ya ha sido antes blanco de la
dictadura. En 2018 grupos paramilitares afines a Daniel Ortega atacaron a la
población y en 2019 un grupo de madres y el P. Edwing Román hicieron
una huelga de hambre
en protesta por la arremetida de la policía orteguista contra la Iglesia y la
población del lugar.
El 15 de septiembre el Parlamento Europeo aprobó por
538 votos a favor y 16 en contra, una resolución en la que exige la
inmediata liberación de Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, secuestrado
por la dictadura desde inicios de agosto, ahora en prisión domiciliaria en
Managua.
Otras víctimas de la persecución son las Misioneras de la Caridad, la
congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta, que fueron expulsadas del
país en julio de este año.
Actualmente hay además varios sacerdotes que están en la cárcel de torturas
El Chipote, en Managua, como el P. Oscar Benavidez, de
la Diócesis de Siuna; el P. Ramiro Tijerino, P. José Luis Diaz, el P. Sadiel
Eugarrios y el P. Raúl González.
La dictadura también ha encarcelado allí a los seminaristas Darvin Leyva y Melquín Sequeira; y el camarógrafo Sergio
Cárdenas, de la Diócesis de Matagalpa.
A excepción del P. Benavidez, todos los
demás fueron detenidos en la madrugada del 19 de agosto en el Obispado de
Matagalpa, cuando la policía secuestró a Mons. Rolando
Álvarez.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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