sábado, 17 de septiembre de 2022

5 TIPS PARA SER MÁS PACIENTES

A veces creemos que hemos conseguido una gran victoria en adquirir paciencia, y luego, de la nada, ¡explotamos!

Por: Padre Ed Broom | Fuente: Capsulas de Verdad

Ninguno de nosotros puede afirmar haber dominado perfectamente la virtud de la paciencia. A veces creemos que hemos conseguido una gran victoria en adquirir paciencia, y luego, de la nada, ¡explotamos! Nuestra ilusión de ser la persona más paciente del mundo se desvanece en instantes.

La paciencia es tan importante que Jesucristo, nuestro modelo en todas las virtudes, dijo: "Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas". Una alma piadosa oró en desesperación: "¡Señor, dame paciencia, pero la necesito ahora mismo!". Tal vez esta ha sido tu clase de oración por los últimos años.

Nuestra paciencia puede ser probada en diferentes tiempos y circunstancias. Los problemas de salud, los contratiempos económicos, algún miembro de la familia que podría poner al mismo Job a prueba, los cambios climáticos, las relaciones fallidas y rotas, e incluso Dios. A veces parece que Dios es muy lejano, no parece oír mis oraciones, o al menos parece desinteresado o indiferente a mis plegarias. Todo lo anterior puede poner a prueba mi paciencia.

¿CÓMO OBTENER PACIENCIA?

¿Cuáles son, entonces, las maneras en que podemos adquirir la virtud de la paciencia, que es tan importante como lo recuerda Jesús, necesaria para la salvación de nuestras inmortales almas? Ofreceremos aquí cinco maneras concretas de alcanzar la paciencia.

1.- ORACIÓN: San Ignacio insiste en que debemos rogar por la gracia. San Agustín nos recuerda humildemente que todos somos mendigos delante de Dios. Dios está dispuesto a dar si simplemente perseveramos en pedirle. Recuerda a la viuda persistente que ganó el favor del calloso y frío juez por la sencilla razón de que siguió pidiendo su ayuda. "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá" (Mt. 7, 7).

2.- VIDA DE JESÚS: Jesús dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino a través mío". Hay un dicho: "Dime con quién andas y te diré quién eres". Si pasamos el tiempo meditando en los evangelios y en las palabras, gestos y acciones de Jesús, entonces calará en nosotros. Comencemos imitando a Jesús cada vez más y específicamente en la virtud de la paciencia.

 3.- PASIÓN DE CRISTO: Muchos santos tenían una especie de magnetismo en sus corazones para leer y meditar sobre la historia de amor más grande del mundo. "No hay mayor amor que morir por los seres queridos". Una meditación constante sobre la Pasión, el sufrimiento, la crucifixión y la muerte de Jesús puede resultar una fuente infinita de bendiciones y la llave para abrir la puerta de la paciencia de los más endurecidos de corazones.

4.- PRUEBAS Y OPORTUNIDADES: Entonces, cuando las pruebas lleguen como un diluvio torrencial, recuerda algún elemento de la Pasión de Cristo, ya sea a partir de los evangelios, o las obras de escritores como Ana Catherina Emmerick. La prueba será vista en una perspectiva más universal y sobrenatural. La prueba que me visita de hecho es muy doloroso, pero, en comparación con lo que Nuestro Señor y Salvador Jesucristo ha pasado, es una mera bagatela. También sufro pruebas parciales como resultado de mi propia pecaminosidad y pasado deshonesto, pero Jesús sufrió los dolores más insoportables siendo el epítome y la esencia de la Inocencia. Todos podemos escoger un elemento o detalle de la Pasión de Cristo que parece habernos golpeado más y recordar esa escena cuando mi paciencia se pone a la prueba. ¡El amor de Jesús me puede hacer llevar pacientemente las más pesadas cruces! Como dice San Pablo: "El amor de Cristo nos obliga".

5.- MARÍA NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES: Un elemento esencial en la Pasión de Cristo de Mel Gibson fue la presencia de la Santísima Virgen María a lo largo de toda la película. Sólo en segundo lugar a Jesús estaba María en la intensidad del sufrimiento. La película retrata a Nuestra Señora de las Angustias a lo largo del camino del Calvario que acompaña a Jesús en su juicio más amargo. María estaba al pie de la cruz, paciente hasta un grado heroico. María practicó la paciencia toda su vida: viajando a Belén, huyendo a Egipto, buscando a su Hijo por tres largos días, perdiendo a su amado esposo San José, y acompañando a su amado Hijo Jesús, viéndole crucificado y permaneciendo con él hasta su último aliento. Cuando nuestra paciencia se pone a prueba, entonces debemos elevar nuestros ojos, mente, corazón y alma a Nuestra Señora, y ella nos conseguirá una paciencia heroica.

Todos nosotros luchamos diariamente para ser pacientes con los demás, con nosotros mismos, con las circunstancias y, a veces, incluso con Dios. La paciencia es tan esencial para nuestras vidas que incluso Jesús dijo: "Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas". Utilicemos las armas que tenemos en nuestro arsenal para alcanzar la virtud de la paciencia. Oremos como mendigos al dador más generoso, Dios. Aproximémonos a Jesús el "Santo de los Santos". Meditemos en la Pasión de Cristo y cuando surjan oportunidades para practicar la paciencia, recordemos todo lo que Jesús sufrió por el mundo y por ti. ¡Por último, que Nuestra Señora de los Dolores nos alcance un corazón manso, humilde y paciente!

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