Yusra Mardini, es de origen sirio y tiene 24 años. Y hoy es noticia en toda la prensa nacional e internacional. Y me parece tan importante, tan necesario y tan maravilloso que su historia sea noticia. Porque es la historia de tantos y de miles. La cara visible de la supervivencia, la descripción gráfica de resiliencia.
Siendo
ella adolescente en Damasco, estalla la guerra civil siria y en una de esas su
casa vuela en pedazos. Y de pronto pasas de ser una nadadora profesional que
representa con orgullo la bandera de su país en campeonatos mundiales a
simplemente no tener casa. Ni prácticamente ningún tipo de identidad o refugio.
Siendo adolescente, repito, adolescente, trataba de llegar a Grecia desde
Turquía para huir de la guerra, se subió a un bote que llevaba el doble de la
tripulación permitida y que se quedó sin motor en mar abierto y empezó a
llenarse de agua. Ella y su hermana se lanzaron al agua y nadaron durante tres
horas tirando del barco y salvando así a una veintena de personas.
Cuenta, en
una de sus entrevistas, que su hermana y ella tenían clarísimo que si el barco
se hundía tratarían de salvarse a sí mismas, pero que al verse allí no pudieron
dejar atrás al resto.
"Necesitábamos tener menos peso en el barco y nadie más aparte de
nosotras sabía nadar... Cuando entré por primera vez en el agua todo mi cuerpo
estaba temblando como lo hace justo antes de competir”, En ese momento sentí
que la vida era algo más grande que yo misma. Toda la gente en ese barco eran
parte de mí. Me pareció que era mi deber saltar al agua... si me hubiera ido,
me hubiera siento mal conmigo misma por el resto de mi vida."
Logró
llegar a las costas de Lesbos y tras una dura travesía instalarse en Berlín.
Siguió
compitiendo. Con 18 formó parte de la primera delegación de refugiados en unos
juegos Olímpicos, en Río 2016.
Y hoy ha
brillado de nuevo en los juegos de Tokio.
Sus tres
sueños los tiene muy claros.
"Espero que abran las fronteras para los refugiados, conseguir una
medalla en los Juegos Olímpicos, y que mi ciudad natal esté en paz de
nuevo".
Alguien
que no pierde el enfoque ni la excelencia aún huyendo de la guerra, la miseria
y la violencia.
Alguien
que pone de nuevo sobre la mesa el debate surrealista sobre los refugiados.
Como si no fuera evidente que absolutamente cualquier ser humano sobre la faz
de este planeta tiene el derecho inquebrantable a migrar, a estar a salvo, a
empezar de nuevo, o a continuar justo desde donde la vida frenó en seco.
Heroína.
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