Cultura de la muerte
Durante la
última semana, un gran escándalo se ha propagado en todo Reino Unido después de
que médicos británicos del sistema público de salud, la NHS, comenzaran a dar
la opción a sus pacientes ancianos o discapacitados internados con covid-19 de
no ser resucitados.
(BLes/InfoCatólica) Actualmente, se cuentan al
menos 500 personas que han recibido este ofrecimiento por parte de los médicos,
bien sea de no ser resucitados en caso de ser pacientes o de no resucitar a
seres queridos en dichas condiciones. Sin embargo, desde el primer caso que se
dio a conocer causó mucha indignación, tratándose de un joven de 15 años con
Síndrome de Down, internado por covid-19 en Londres, llamado Toby Woollard.
Toby había comentado a su
madre que, durante su estancia en el hospital, los médicos le pidieron llenar
un formulario digital donde se encontraba la alternativa «no resucitar» en caso de que su salud se
agravase. Al inicio, su madre no le dio importancia, sin embargo,
posteriormente, también le fue presentada la opción de no resucitar a su hijo,
por lo que fue directamente a los medios para denunciar.
Woollard testimonia: «¡Fue tan perturbador! Algunas personas necesitan un poco
de ayuda para guiarlas a lo largo de la vida: no significa que deba imponerles
una sentencia de muerte o que no sean dignas de vivir».
En respuesta, las autoridades
del centro de salud negaron estar ofreciendo «no
resucitar» a sus pacientes con discapacidad e insistieron en que esto
había sido un error. Sin embargo, este no ha sido el único caso.
Después de que este se haya
publicado masivamente, el Comité Conjunto de Derechos Humanos procedió a
investigar la situación a fondo, descubriendo así que, entre 2020 y 2021, se había ofrecido «no resucitar» a unos 500 pacientes más, de tercera
edad o con discapacidades.
En respuesta a esto, los jefes
del NHS explicaron que la orden de «no resucitar» no debe ser impuesta a nadie,
ni a grupos particulares de pacientes simplemente por presentar edad avanzada,
autismo, problemas de aprendizaje o cualquier tipo de discapacidad cognitiva,
puesto que esto sería una violación a sus derechos humanos.
Aun así, las denuncias
continúan llegando y se desconoce de dónde provino la orden de dar esta opción,
también llamada DNACPR (no intentar reanimación cardiopulmonar), ya que puede
haberse originado dentro de los hospitales o ser una bajada de línea del
gobierno nacional.
Frente a esto, el gobierno ha
confirmado que no tiene nada que ver e informó que sancionaría a cualquier
médico o proveedor de atención que oriente a pacientes mayores a firmar este
tipo de formularios.
Asimismo, el gobierno
prometió investigar la cifra de ancianos fallecidos en geriátricos fallecidos
debido a la orden de no resucitar,
puesto que, aunque hayan firmado el contrato, se desconoce la posibilidad de
que hayan sido engañados o forzados a hacerlo.
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