El P. Vicente Martínez, párroco de la iglesia Santa Lucía en la Diócesis de Matagalpa, pidió a los ciudadanos no prestarse al “circo electoral” el domingo 7 de noviembre, cuando se realicen las elecciones en las que Daniel Ortega buscará reelegirse como presidente de Nicaragua tras 14 años gobernando el país.
“Les digo y les repito, no se presten a este
circo electoral. Es una falsedad.
Yo diría que no debería haber elecciones porque se va a gastar todo el dinero
del pueblo y en lo mismo vamos a quedar”, dijo el
sacerdote en la Misa que
presidió el domingo 31 de octubre.
“Prefiero ser piedra en el zapato de mucha gente y
no almohada para que duerman en su pecado. Recuerden que un verdadero católico,
un verdadero nicaragüense, un verdadero patriota no se va a prestar para ese
circo”, agregó.
El sacerdote dijo que “ya sabemos cómo está
preparado todo, quiénes van a ganar, quiénes van a perder, quiénes son los que van a
seguir mangoneando y desangrando a nuestro pueblo”.
“Recuerden que Nicaragua va mal. No hay democracia,
no hay derechos humanos, no hay libertad de expresión, vos no podés decir
nada”, lamentó.
Ante esta situación y ante la ausencia de “buenos
líderes”, el P. Martínez alentó a los fieles a rezar.
“¿Podemos hacer algo por Nicaragua? Oremos
nada más porque recuerden que democráticamente no se puede hacer
nada por Nicaragua. Desgraciadamente los poderosos cuidan su poder, cuidan su
dinero. No les importa el pueblo, no les importa que la gente migre, que la
canasta básica se eleve cada día, que las medicinas y todo esté caro”.
“Si usted quiere hacer algo por esta patria,
ore y quédese en su casa. El próximo domingo venga a la Eucaristía, ofrézcala por Nicaragua,
porque nosotros tenemos la esperanza, hermanos, de que este país no va a
terminar mal”, afirmó el sacerdote.
El P. Martínez dijo que sus denuncias ya le han costado muchas amenazas
e incluso alguna visita de la policía, pero dijo que no tiene miedo porque “yo no estoy solo, está Dios conmigo, está mi obispo conmigo y
está mi pueblo”.
“Como dice el dicho: ‘No hay mal que dure cien años
ni cuerpo que lo resista’. Creo que nosotros llevamos ya muchos años de
sufrimiento y este pueblo ya no aguanta”, subrayó.
Nicaragua es gobernada desde hace 14 años por Daniel Ortega,
exguerrillero que busca reelegirse el 7 de noviembre con buena parte de los
candidatos opositores encarcelados, incluyendo a Cristiana Chamorro, la
postulante que según las encuestas podría derrotarlo.
Además, el Consejo Supremo Electoral (CSE) suspendió al principal
partido opositor, la Alianza Ciudadanos por la Libertad, cuya presidenta Kitty
Monterrey tuvo que exiliarse en Costa Rica. También se ha prohibido cualquier
manifestación partidaria.
El régimen ha apresado a periodistas, activistas y empresarios, y más de
100 mil nicaragüenses han dejado el país.
Según informa Infobae, Estados Unidos alista una serie de medidas para
endurecer las sanciones contra Nicaragua, ante las irregularidades del proceso
electoral. La Unión Europea y países latinoamericanos como Uruguay, también han
criticado la situación actual.
El 4 de octubre Ortega volvió a arremeter contra los obispos, críticos a
su régimen, y los llamó “terroristas”. A
comienzos de septiembre se refirió a los prelados como “demonios
de sotana”.
Para el presidente de Nicaragua, los obispos fueron parte de “un intento de golpe de Estado” por haber
respaldado las manifestaciones de abril de 2018 que fueron brutalmente
reprimidas por el gobierno.
El pasado 21 de octubre la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN)
llamó a los ciudadanos a decidir y actuar libremente, desde su conciencia, para
hacer lo que consideren más justo y conveniente para el país.
“Ante la situación que vivimos, cada nicaragüense
decida y actúe desde el interior e inviolable dignidad de su conciencia,
libremente, para hacer lo que considere más justo y conveniente, en este momento para
Nicaragua”, señalaron los obispos en un mensaje titulado “Mi auxilio
me viene del Señor”.
“Como lo hemos expresado en diversas ocasiones, una
auténtica democracia es el fruto de la aceptación convencida de los valores: la
dignidad de toda persona, el respeto a los derechos humanos, la búsqueda del
bien común como fin y criterio regulador de la vida política”, resaltaron los obispos en su comunicado.
Esos elementos, resaltaron, son parte de las “condiciones
básicas e indispensables para el ejercicio de elecciones libres, justas y
transparentes”.
Los obispos indicaron finalmente que “la oración es
nuestra fortaleza, por lo que
insistimos en no cansarnos y más bien concentrarnos e intensificar los momentos
de oración”.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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