El Papa Francisco presidió este miércoles 17 de noviembre la Audiencia General en la que hizo hincapié en la importancia de San José como guía para superar la “crisis global” que padece el mundo de hoy.
El Santo Padre inició este miércoles un nuevo ciclo de catequesis sobre
la figura de San José. El Papa recordó que “el 8 de
diciembre de 1870, el Beato Pío IX proclamó a San José patrono de la Iglesia
universal”.
Recordó, también, que “a 150 años de aquel
evento, estamos viviendo un año especial dedicado a San José”, una
iniciativa muy oportuna en “un tiempo marcado por
una crisis global de diversos elementos”. En ese contexto, la figura de
San José “puede sernos de ayuda, de consuelo y de
guía”.
El Papa explicó que el nombre de José, en hebreo, significa “Dios acreciente, Dios haga crecer”. En ese
sentido, San José “es un hombre lleno de fe en
Dios, en su providencia. Toda acción suya narrada en el Evangelio está marcada
por la certeza de que Dios hace crecer, que aumenta, añade. Es decir, que Dios
se encarga de hacer avanzar su plan de salvación”.
En su catequesis, el Pontífice puso de relieve que no por casualidad
Jesús nació en Belén y vivió en Nazaret. “El Hijo
de Dios no elige Jerusalén como lugar de su encarnación, sino Belén y Nazaret,
dos pueblos periféricos alejados de los clamores de la historia y del poder”.
Francisco destacó que la elección de Belén y de Nazaret “nos dice que la periferia y la marginalidad son
predilectas de Dios. No tomar en serio esta realidad equivale a no tomar en
serio el Evangelio y la obra de Dios que continúa manifestándose en las
periferias geográficas y existenciales”.
“Jesús siempre acude a las periferias, y esto nos
debe dar mucha confianza, porque el Señor conoce las periferias de nuestro
corazón, las periferias de nuestra alma, las periferias de nuestra sociedad, de
nuestra ciudad, de nuestra familia. Es decir, esa parte un poco oscura que
nosotros no mostramos, tal vez por vergüenza”.
Aseguró que “bajo este punto de vista la
sociedad de entonces no es muy diferente de la nuestra. También hoy existe un
centro y una periferia. Y la Iglesia está llamada a llamar y anunciar la buena
noticia a partir de las periferias”.
“José, que es un carpintero de Nazaret que se fía
del proyecto de Dios en la joven esposa con la que se ha prometido, recuerda a
la Iglesia que debe fijar la mirada en aquello que el mundo ignora de forma
deliberada”.
“Nos recuerda a cada uno de nosotros que se debe
dar importancia a aquello que los demás descartan. En ese sentido, es un
verdadero maestro de lo esencial: nos recuerda que aquello que verdaderamente
vale no llama nuestra atención, pero exige un paciente discernimiento para
pueda descubrirse y ponerse en valor”, concluyó
su catequesis el Papa Francisco.
POR MIGUEL PÉREZ
PICHEL | ACI Prensa
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