Cuando las cosas salen bien, no les solemos dar mucha importancia. Siempre nos llevamos las manos a la cabeza cuando una pequeña decisión tiene consecuencias desastrosas.
Comprar Alaska salió barato, pero
sus consecuencias han sido extraordinariamente beneficiosas para Estados
Unidos. Una pequeña decisión con gigantescos efectos. No seguir ayudando a los
rusos blancos durante la guerra civil fue otra decisión con gigantescas
consecuencias. La lista podría seguir.
Omisiones y
acciones que conllevan toda una larga cadena de efectos. Hay cadenas tortuosas
en las que llegar a conclusiones no resulta claro. Hay otras cadenas en las que
la linealidad y la claridad resultan innegables, salvo que queramos prescindir
del uso de la razón.
El tablero
geopolítico del mundo me resulta apasionante. Suelo hacer algún comentario
personal, de vez en cuando, en este blog que es como un grupo de amigos. No es
mi campo, no es mi materia, pero resulta fascinante ver cómo se mueven las fichas
en este complejísimo ajedrez: la alianza Aukus de
Australia que conlleva consecuencias a largo plazo, los signos que están
mandando a los mercados los serios problemas financieros de varias empresas
públicas chinas, las decisiones respecto al 5G, y tantas y tantas decisiones
que conllevan efectos y más efectos.
Algunas de
esas causas son tan poderosas que sus efectos no se podrán torcer
sustancialmente durante mucho tiempo y habrá que soportarlos a largo plazo, nos
guste o nos guste. Efectos férreos que aparecen, y lo son, indoblegables.
Efectos que solo se pueden ir desviando progresivamente, como el cambio de
rumbo de un superpetrolero que puede recorrer muchos kilómetros antes de
detenerse. Ahora mismo el mundo sigue una inercia (para bien y para mal) fruto
de millones de decisiones. De las cuales, varios cientos de decisiones fueron
extraordinariamente relevantes.
Las
consecuencias pueden ser muy tristes, pero observar la interactuación de esas
decisiones sobre el tablero resulta todo un espectáculo.
P. FORTEA
No hay comentarios:
Publicar un comentario