No sé cuántos habrán tenido la dicha de orar en familia, pero si no lo han hecho, nunca es tarde. Esto no garantiza papá, mamá o hijos perfectos (somos humanos), pero sí ayuda a que los corazones estén más dispuestos a comprenderse, amarse pese a las dificultades que puedan atravesar y a perdonarse cuando hay ofensa, a la corrección fraterna.
Como me dijeron alguna vez "todo santo tiene un pasado y todo pecador tiene un futuro", depende de nosotros cuál es ese futuro.
Que Cristo encabece sus familias, que siempre confíen en Él y tengan de ejemplo a Su bella familia de Nazareth y oren no solo para pedir sino también para agradecer lo bueno que nos da aún en la más terrible tempestad. ¡Que #FamiliaAmorisLaetitia no sea solo un año, que sea toda la vida!
LES DEJO ESTA ORACIÓN QUE ME GUSTA MUCHO PARA LA CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS:
"Padre lleno de bondad que nos revelaste en Jesucristo tu amor y tu
ternura, infunde tu espíritu de santidad en todas las familias.
Renueva en todos los cónyuges la alianza del matrimonio: que su afecto y
apoyo mutuo fortalezcan su confianza y su fidelidad; que en toda familia reine
el diálogo, el respeto a la vida, la comprensión y la paz.
Que los niños y los jóvenes crezcan como Jesús con la salud propia de su
edad, con la fe y la sabiduría de tu evangelio, que sean discípulos y amigos de
Dios y solidarios con todos.
Socorre a nuestras familias, especialmente aquellas que pasan por
pruebas y dificultades afectadas por la pérdida de valores, la falta de
trabajo, la soledad y la falta de amor.
Te consagramos Señor, nuestros hogares.
Que la Sagrada Familia, Jesús, María y José con su intercesión y ejemplo
nos conserven en comunión y en armonía.
Padre fiel, ¡nos falta tanto el
vino del verdadero amor! Como en las bodas
de Caná, pedimos que María interceda como madre y nos obtenga el vino de la
caridad, y el amor en Ti. Amén".
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