Con las recientes autorizaciones de uso en emergencia de múltiples vacunas para COVID-19, hay un gran número de personas que ya tienen la vacuna, lo cual es un gran avance. Las investigaciones y científicos se han movido rápidamente y tenemos todos los motivos para celebrar. Los datos sobre las vacunas son buenos y su potencial para la salud pública es prometedor.
Probablemente todo esto solo es el comienzo, ojalá que el lanzamiento de todos los tipos de vacunas actuales no cree una falsa sensación de seguridad y esperanza. Quizá esta primera generación de vacunas bloquee algunas variantes del COVID-19 y otras no e incluso la vacuna podría influenciar para que el virus adquiera una resistencia inmunológica si estas no las manejamos adecuadamente.
Casi todas las empresas farmacéuticas desarrolladoras de vacunas las están produciendo de administración inyectable. Su poder protector se debe a la inmunidad sistémica, lo que significa que generan anticuerpos circulantes transportados por la sangre hacia otras partes del cuerpo. Todas estas vacunas están siendo autorizadas por su capacidad de inhibir el desarrollo de la enfermedad, pero no es lo mismo que la capacidad de bloquear la infección o transmisión viral. La mejor manera para bloquear al CORONAVIRUS - COVID 19 es induciendo un tipo especial de respuesta inmune que es la inmunidad de las MUCOSAS, esta es la inmunidad que protege las partes del cuerpo que están en contacto con el medio ambiente y, en el caso del COVID 19 por ser un patógeno respiratorio la inmunidad mucosal estaría protegiendo las vías respiratorias y pulmones, lugares por donde ingresa el virus y se multiplica inicialmente.
Sin inmunidad en las mucosas respiratorias, el virus puede multiplicarse fácilmente y se permite la fácil transmisión. Por tal razón el empleo de mascarillas incluso luego de une vacunación intramuscular, seguirá siendo fundamental.
Afortunadamente nuestro equipo y otros investigadores estamos trabajando en vacunas que inducen inmunidad mucosal a través de las fosas nasales, la cual es la principal vía de ingreso del COVID 19, de hecho, también se podría emplear la vacuna intranasal en combinación con las otras vacunas intramusculares para reforzar la inmunidad sistémica.
Debido al potencial de las vacunas intranasales para bloquear la entrada y transmisión del virus COVID 19 por estimular la inmunidad de las mucosas respiratorias superiores, sería el arma esencial para poner fin a la pandemia.
Mientras se desarrollen y se empleen masivamente las vacunas intranasales debemos seguir tomando precauciones para mantener bajo control al COVID 19. Incluso después de la vacunación las mejores armas serán el distanciamiento social, las mascarillas y la higiene de manos.
Atte.
Manolo Fernández.
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