Este es el día del año en que más pasa ese fenómeno
El conocido como
«milagro» de la licuación de la sangre de San Genaro no se obró hoy en la
ciudad italiana de Nápoles pese a las horas de plegarias de los fieles, que
temen ahora que este sea un mal augurio en un año ya de por sí infausto.
(Agencias/InfoCatólica) La ciudad asistió esta mañana
con aprensión al incumplimiento de un «milagro» que
los napolitanos viven con devoción: la licuación de la sangre solidificada de
su patrono, San Genaro, obispo decapitado a inicios del siglo IV durante las
persecuciones de los cristianos.
La sangre del santo se
conserva con celo en un relicario de cristal en la catedral napolitana y es
sacada tres veces al año: el sábado previo al
primer domingo de mayo, el día 19 de septiembre, en su fiesta patronal, y cada
16 de diciembre.
Solo en estos días la reliquia
es expuesta y agitada por el arzobispo y la sangre de su interior, en polvo,
normalmente deviene en líquido. Los napolitanos lo ven como un buen augurio
para la ciudad. De lo contrario, mal asunto. Y es lo que ha ocurrido este
miércoles. El abad de la Capilla de San Genaro de la catedral, monseñor
Vincenzo De Gregorio, mostró la reliquia y la agitó pero la sangre permaneció
en estado sólido.
En la catedral se celebraron
dos Misas para comprobar si se producía el «milagro» pero ni siquiera en la
última, de las 18.30 horas locales (17.30 GMT), se ha licuado la sangre, según
recogen los medios locales, algo que no ocurría desde diciembre de 2016.
Esto a pesar de que los fieles
se habían congregado durante todo el día en el templo para rezar y pedir que se
obrara el «prodigio».
La licuación de la sangre del
mártir de Nápoles se renueva desde hace más de seis siglos, pues el primer prodigio
data del año 1389.
La tradición asegura que el
milagro no se obró en 1939, poco antes de que la Alemania nazi originara la
Segunda Guerra Mundial, y tampoco en 1980, año del devastador terremoto de
Irpinia, que sacudió la región napolitana y causó miles de muertos.
El abad de la Capilla de San
Genaro en la Catedral, Mons. Vincenzo De Gregorio, comentó ante los presentes
que de las tres fechas en que se suele licuar la sangre de San Genaro, el 16 de
diciembre es cuando con más frecuencia no se produce el milagro.
«El 16 de
diciembre normalmente es así, no se licúa al momento. Incluso, con retraso, se
puede licuar en la jornada siguiente. Hace 2 años se produjo a las 17 de la
tarde se licuó. Por lo tanto, no sabemos lo que sucederá. En este momento, como
podéis ver, está absolutamente sólido, no da ninguna señal, no hay ni una gota
que se pueda ver que baje. Se ve clarísimo. Esperemos con confianza el signo», dijo Mons. De Gregorio.
En este día de diciembre se
recuerda la misma jornada de 1631 en la que una potente erupción del volcán
Vesubio amenazaba la ciudad, que se extiende desde sus faldas hasta orillas del
mar Tirreno.
Cuentan que entonces los
napolitanos se encomendaron al santo protector sacando en procesión su sangre,
que se licuó justo cuando la lava detuvo su camino hacia la ciudad.
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