Seré claro contigo mi intención es ser directo, que captes el mensaje sin más romanticismos, que entiendas realmente lo que está pasando y generar ese fuego de motivación para que empieces a pensar en el camino que te ha tocado y en la batalla que tendrás que enfrentar.
En estos tiempos estamos en un
momento crucial para nuestra espiritualidad.
Ahora más que nunca el mundo está distorsionado. Nos dicen que todo está
bien, no lo está. Que, porque las cosas malas son normalizadas ya no es malo
hacerlas. Se está perdiendo todo mucho de lo bueno que quedaba. Dejemos de
creer que mientras todos se «se sienta bien», mientras
todo sea fácil, es bueno y sin consecuencias.
Quiero advertirte que estamos
en guerra y tú decides con qué lado pelear, los tibios no sirven. Estamos en
una guerra espiritual y al que diga que va por buen rumbo la sociedad, no le
creas, hay mensajes ocultos, hay maldad en contra de nosotros, tenemos que
luchar en este momento tan crucial, por favor te suplico que tomes conciencia.
Observa a tu alrededor, ¿cuáles son las noticias?, ¿qué te dicen las series?, ¿la
música?, ¿las huelgas?, ¿qué te dice los niños muriendo de hambre?, ¿los
suicidios y la indiferencia?
«No teman las
amenazas del impío, porque su gloria se convertirá en estiércol y gusanos.» (1 macabeos 3:62)
Sé que estoy siendo duro
contigo, pero es necesario, es momento de ser tajantes, directos y decididos,
estoy hablando de algo real, quieren hacernos creer que somos débiles, que no
podemos estar en control, que necesitamos esas emociones rápidas y efímeras,
esto es una farsa, hay que cultivar cosas que realmente valen la pena: todo
esto que sea bueno, bello y verdadero. Que nos conduzca a Dios.
Ya no hay tiempo de ser
tibios, seremos los raros, tal vez. Los que van en contra, los siguen un camino
más allá de lo terrenal, los que dieron todo en vida seguir este camino y
ayudar a que cada vez más lo sigan.
JESÚS ES MI
CAMINO
Hay todo un movimiento muy
sutil que busca hacerte perder tu vida y alma, disfrazándolo con «espiritualidad», «libertad», «felicidad», ya
sabes, atacando por la parte más vulnerable la emocional (New age,
materialismo, individualismo, etc.)
Tal vez sientes pertenencia
hacia algún cantante, por ejemplo, o tal vez y te olvidas de tu propia realidad
enfrascado en series de Netflix, que te anestesian. Incluso con la comida, «es solo un refresco además, es sábado, el lunes empiezo
a cuidarme». O, cuando pierdes horas en las redes y lo único que logras
es deprimirte por comparando tu vida con la de los demás.
Pareciera que mucho de lo que
vivimos está diseñado para sigas siendo un borrego que se hace la víctima y no
logra vivir su propia vida, Somos parte del problema, nadie te obliga a ver
series, a que comas hasta que no puedas más a que pierdas el tiempo mirando la
vida de otros, tú lo decides, cada decisión cuenta, y es esfuerzo es valorado
en el amor.
«Porque no nos
ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.»
(2
Timoteo 1:7)
¿TE PARECE
DEMASIADO?
De verdad espero que no tomes
este artículo como otro exagerado más, estamos viviendo momentos muy duros y
pocos se dan cuenta porque de pronto el mundo nos adormece. Obsérvalo por ti
mismo en la causa que estás defendiendo y en la que defienden los demás, muchas
veces te darás cuenta que lo que defienden es una moda.
«Cuando Matatías
estaba a punto de morir dijo a sus hijos: -Ahora triunfa la soberbia y la
ignominia; es tiempo de persecución y terrible ira. Por eso, hijos míos,
defiendan con coraje la ley y ofrezcan su vida por la alianza de los
antepasados.» (1 macabeos
3: 49-50)
Que este pasaje nos recuerde
la lucha que nos toca vivir. Ahora te pido que te hagas estas dos preguntas: ¿Cuál es tu causa? y la otra; ¿Defenderías tu causa hasta
la muerte si fuese necesario?
Jesús dio la vida por su
causa, el amor a nosotros. Puedes hacer una gran diferencia, tienes más peso
del que crees en este mundo, cada acción que tomas es un paso hacia el camino
que estás eligiendo, pero ¿qué camino estás
eligiendo?
TÓMALO CON CALMA Y
ACTÚA
No es mi intención asustarte,
ni ser un pesimista, solo pretendo que tomes conciencia pero sobre todo que
actúes, hay mucho por hacer y tú tienes mucho que aportar. Escribo esto con
todo mi ser para ti que quieres hacer un cambio, recuerda no se trata de hablar
sino de actuar, recuerda que tenemos el propósito de dar, y que nuestro tiempo
aquí es finito, aprovéchalo.
«Velad, pues,
porque no sabéis ni el día ni la hora» (Mateo 25:13)
Escrito por
Emilio Muñoz Díaz
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