El
Papa Francisco ha celebrado este miércoles la Audiencia General donde, una vez
más sin público, ha proseguido con sus catequesis sobre las Bienaventuranzas,
en este caso la que dice: “dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos
serán llamados hijos de Dios”.
En su
catequesis Francisco quiso profundizar en el significado de la
palabra “paz” de la que destacó
dos ideas. La primera de ellas es “la bíblica,
donde aparece la hermosa palabra Shalom, que expresa abundancia,
prosperidad, bienestar. Cuando en hebreo se desea el Shalom se desea una
vida bella, plena y próspera, pero también la verdad y la justicia, que se
cumplirían en el Mesías, príncipe de la paz”.
UN
SENTIDO DE LA PAZ "INCOMPLETO"
El segundo sentido de paz es “subjetivo” y está
muy difundido en la sociedad actual y es el de “tranquilidad”
y “equilibrio personal” en ocasiones
no corresponde a un crecimiento interior.
Además,
puntualiza: “este segundo significado es incompleto y no puede
ser utilizado, porque en la vida la
inquietud puede ser un momento importante de crecimiento, mientras que puede
suceder que la tranquilidad interior corresponda a una conciencia domesticada y
no a una verdadera redención espiritual. Muchas veces el Señor debe ser ‘signo
de contradicción’ sacudiendo nuestras falsas certezas para llevarnos a la
salvación”.
Tal y
como recoge Vatican News,
recordando que el Señor ve su paz diferente a la paz humana, Francisco se
preguntaba: ¿Cómo da la paz el mundo? Y
pensando en los numerosos conflictos afirma que generalmente se llega a la paz
o por la victoria de una de las partes o a través de tratados de paz, pero “debemos considerar que la historia es una serie interminable de tratados
de paz negados por guerras sucesivas, o por la
metamorfosis de esas mismas guerras en otras formas o en otros lugares”.
Además,
agrega: “incluso en nuestra época, una guerra ‘en
pedazos’ se libra en varios escenarios y de diferentes maneras. Debemos
al menos sospechar que en el marco de una globalización compuesta
principalmente por intereses económicos, la ‘paz’ de algunos corresponde a la
‘guerra’ de los demás. ¡Esta no es la paz de Cristo!”.
LA
PAZ DEL SEÑOR ES LA QUE "HACE DE DOS PUEBLOS UNO SOLO"
Además,
el Papa recalca que la paz del Señor es diferente a la que da el mundo, con sus
guerras y con sus múltiples tratados de paz rotos. La paz que viene del Señor
es la que “hace de dos pueblos uno solo”; como
afirma San Pablo en la carta a los Efesios, es la paz que aniquila la enemistad
y que reconcilia con la sangre de su cruz.
Y afirma
que esta Bienaventuranza es la más activa, explícitamente operativa, e indica “iniciativa y laboriosidad”: “El amor por su nacimiento es
creativo y busca la reconciliación a cualquier costo. Los que han
aprendido el arte de la paz y lo practican saben que no hay reconciliación sin
el don de la vida, y que hay que buscar la paz siempre y de todas maneras.
Siempre y de todas maneras. ¡No olviden esto!”.
El
verdadero shalom y el verdadero equilibrio interior – asegura finalmente el
Pontífice – “vienen de la paz de Cristo” capaz
de generar “una nueva humanidad, encarnada en una multitud
infinita de santos y santas, inventivos, creativos, que han ideado formas
siempre nuevas de amar”. En esta vida como hijos de Dios, está “la
verdadera felicidad”. “Bienaventurados aquellos que van por este camino”.
Al
saludar a los fieles de lengua española que siguen esta catequesis a través de
los medios de comunicación social, Francisco los anima "a colaborar
con Dios en la tarea de construir la paz, en cada momento y lugar, comenzando
por aquellas situaciones que viven y con las personas que tienen alrededor; de manera particular, en estos momentos que estamos
viviendo a causa de la pandemia, para que, con un gesto concreto de bien,
puedan llevar la ternura, la alegría y la paz de Cristo Resucitado".
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