La Iglesia celebra hoy el Domingo de Ramos en la
Pasión del Señor y da comienzo a la Semana Santa que este año, debido a la
situación de emergencia sanitaria por la epidemia del coronavirus COVID-19,
tendrá unas características particulares para evitar la propagación de la
enfermedad.
D. Salvador Aguilera López, sacerdote de la
Archidiócesis Primada de Toledo, licenciado en teología litúrgica por la
Universidad Eclesiástica de San Dámaso de Madrid, España, explicó a ACI Prensa
el significado de la liturgia de este día y cómo se va a celebrar este año bajo
la emergencia por el coronavirus.
En primer lugar, expuso el motivo por el que recibe el nombre de “Domingo de Ramos en la Pasión del Señor”: “La primera
parte del título hace referencia a los ramos que llevan los fieles en la
procesión, conmemorando así la entrada del Señor en Jerusalén y simbolizando el
triunfo regio que Cristo ha obtenido al morir en la Cruz. La segunda parte,
subraya el nexo intrínseco que hay entre ambos aspectos del misterio pascual: pasión y gloria; ya que como dice san Pablo: ‘si sufrimos
con Él, seremos también glorificados con Él’ (Rom 8, 17)”.
Sobre este nexo, D. Salvador citó el inicio de la homilía del Papa el
Domingo de Ramos del 14 de abril de 2019 en la Plaza de San Pedro: “El Papa Francisco comenzaba su homilía describiendo los
dos momentos característicos de esta celebración, es decir, la procesión y la
lectura solemne de la Pasión, señalando el contraste que hay entre estas dos
partes: ‘Las aclamaciones de la entrada en Jerusalén y la humillación de Jesús;
los gritos de fiesta y el ensañamiento feroz’”.
El sacerdote experto en liturgia hizo hincapié, de nuevo, en que dichos
nexos los volvemos a encontrar también en la eucología de la Misa: “en la oración colecta le pedimos al Padre que imitemos
el ejemplo de humildad de nuestro Salvador y aprendamos las enseñanzas de su
Pasión para participar así de su Resurrección gloriosa”.
“Nuevamente aparece en el Prefacio: Cristo, siendo
inocente, se dignó padecer por los impíos y ser condenado injustamente en lugar
de los malhechores, para borrar con su muerte nuestros delitos y alcanzarnos la
salvación al resucitar”.
En cuanto a la procesión que precede la Celebración Eucarística, el
liturgista dice que: “dicha procesión quiere ser
una mímesis o imitación de la entrada del Hijo de Dios en Jerusalén los días
previos a su pasión redentora”.
Para ello, “el Misal Romano nos ofrece tres
formas: procesión, entrada solemne y entrada simple. La forma primera o
procesión es la más conocida o usada: en una iglesia o menor u otro lugar se
reúnen el sacerdote y los fieles y, tras asperjar con agua bendita los ramos,
se proclama el evangelio de la entrada del Señor; tras una breve homilía,
comienza la procesión hacia la iglesia en la que se va a celebrar la
Eucaristía.”.
Junto a esta primera formula el Misal Romano incluye otras dos descritas
por D. Salvador de la siguiente manera: “La forma
segunda o entrada solemne se usa cuando no es posible hacer la procesión fuera
de la iglesia; por eso, antes de la Misa principal se reúnen el sacerdote y los
fieles en el lugar donde se tiene la bendición de los ramos y, tras la
proclamación del Evangelio, se inicia la procesión hacia el altar en el que se
va a celebrar la Eucaristía”.
“La forma tercera o entrada simple se usa en las restantes
misas de este domingo y consiste en que, mientras el sacerdote se dirige al
altar, tiene lugar un canto que haga alusión a la entrada del Señor en
Jerusalén; por tanto, sin bendición de ramos, sin proclamación del Evangelio ni
procesión”.
Hay que tener en cuenta, dice el experto en liturgia, cuanto señalan las
normas emanadas por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos “En tiempo de Covid-19” (del 19
y 25 de marzo) con respecto al Domingo de Ramos: “La
Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén se celebrará en el interior
del edificio sagrado: en las iglesias catedrales se adoptará la forma segunda o
entrada solemne y en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la forma
tercera o entrada simple; por tanto, la forma primera o procesión no tendrá
lugar este año”.
En la Liturgia de la Palabra de este día “se
nos ofrece como primera lectura el tercer cántico del Siervo (Is 50,
4-7): ‘No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría
defraudado’. La respuesta orante en el Salmo responsorial es: ‘Dios mío, Dios
mío. ¿Por qué me has abandonado?’, el grito que escuchamos de labios de Jesús
en la Cruz. La segunda lectura está tomada de la carta del apóstol San Pablo a
los Filipenses (2, 6-11): ‘Cristo Jesús se humilló a sí mismo, por eso Dios lo
levantó sobre todo’”.
La particularidad de la Liturgia de la Palabra, destaca el sacerdote, es
esta: “Mientras que, en todas las celebraciones
eucarísticas del año, la proclamación del Evangelio la hace el diácono o el
sacerdote, el Domingo de Ramos y el Viernes Santo se hace de un modo
diferente”.
“Serán tres los que hagan la lectura de la Historia
de la Pasión del Señor que, aun siendo una proclamación solemne, no irá
acompañada de cirios, ni de incienso, ni de la salutación inicial, ni de la
asignación del libro y ni siquiera del beso del mismo al final”. Además,
destacó “que en el Domingo de Ramos se lee la Pasión según los evangelios
sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), mientras que la Pasión según san Juan se
proclama el Viernes Santo”.
El último gesto llamativo que tienen en común las celebraciones del
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor y el Viernes Santo en la Pasión del
Señor, dice don Salvador Aguilera López es que todos los fieles se arrodillan
por unos instantes: “durante la lectura de la
Historia de la Pasión del Señor, tras narrar la muerte de Cristo en la Cruz,
todos los fieles se arrodillan y permanecen unos instantes en silencio. Este
silencio ante la muerte de nuestro Redentor en la Cruz, tal como señala el
Cardenal Robert Sarah: ‘transforma, purifica y da paz al hombre. Le permite
estar en comunión con los sufrimientos y la muerte de Cristo, entrar plenamente
en la vida divina’ (‘La fuerza del silencio’)”.
Redacción ACI Prensa
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