EXORCISMO (del griego antiguo:
ἐξορκισμός, romanización: exorkismos, literalmente:
«obligar mediante juramento, conjurar») es la práctica religiosa o espiritual realizada contra una fuerza
maligna, utilizando diversos métodos cuyo fin es expulsar, sacar o apartar a
dicho ente de la persona, objeto o área que se encuentra poseída por la entidad
maligna (ver, como ejemplo, posesión demoníaca)
quien somete y controla al poseído.
Estos entes, dependiendo de las creencias de los implicados, pueden
ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o
animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist).
Puesto que la cabeza controla todo el cuerpo, el
demonio se instala en el cerebro. En este caso, se habla de posesión total
porque gobierna a toda la persona. Si, por el contrario, obra en otra parte del
cuerpo, por ejemplo, en el estómago, se habla de posesión parcial.
Cipriano de Meo
ETIMOLOGÍA
El origen de la palabra exorcismo deriva del latín exorcismus, que a su vez deriva del
griego exorkismos, que significa estar sujeto a un juramento.
EXORCISMO
CATÓLICO
El ritual de exorcismo consiste en la repetición continua de oraciones y
órdenes de expulsión. Y el uso de objetos que pueden repeler al espíritu
inmundo, tales como crucifijos,
agua bendita, reliquias,
entre otros. El exorcismo en la teología católica halla
su base en los textos evangélicos donde se narran las liberaciones y
expulsiones de demonios que realizó Jesús como
con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28 ss) a un joven (Mc. 9,21) mencionando
por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno y oración (Mt.
17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17), y que inclusive
los primeros cristianos usaban objetos personales de los apóstoles a manera de
reliquias para expulsar demonios (Hechos 19, 11-12.) Siete casos específicos de
posesión se relatan en los evangelios.
En los primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar,
aunque sí el carisma de expulsar demonios,
el cual era usado por los apologistas cristianos para mostrar la divinidad del
cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología.
23) o Minucio Félix (Octavio 27).
El primer libro con fórmulas de exorcismo es
el Statua Ecclesiæ Latinæ a fines del año 500,
surge así una literatura exorcista con libros como el Malleus Maleficarum de 1494 (J.
Sprengurus) el Flagellum Dæmonum de 1606 (V.
Polidorus), Manuale Exorcistarum (C. Brognolus) 1720.
SEGÚN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA #1673:
Cuando la Iglesia pide
públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un
objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su
dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de Él tiene
la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En
forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El
exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un obispo o un sacerdote con el
permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia,
observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo
intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la
autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (...) Muy distinto es
el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la
ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el
exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad.
(cf. CIC can. 1172).
PRINCIPALES CRITERIOS PARA EL CORRECTO
DISCERNIMIENTO DE POSESIÓN DIABÓLICA SEGÚN EL NUEVO RITUAL
Habiendo sido descartada una anomalía psíquica, suelen considerarse
signos de posesión diabólica: La aversión vehemente hacia Dios,
la Virgen, los Santos,
la cruz y
las imágenes sagradas.
ADEMÁS, SON SIGNOS DE POSESIÓN:
·
El hablar lenguas desconocidas que el sujeto de ninguna manera ha podido
aprender por su cuenta.
·
Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
·
Demostrar más fuerzas de lo normal.
PARA LA PRÁCTICA DEL EXORCISMO ES NECESARIA:
·
Primero ser sacerdote de la Iglesia católica.
·
La autorización del obispo de
la diócesis correspondiente previa recomendación de un tribunal eclesiástico
competente en esta materia, que puede ser concedida vez por vez para cada caso específico
o de manera general por un periodo determinado al sacerdote que
ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis, generalmente esa autorización
tiene una validez de tres años, se entiende extinguida esa validez pasado los
tres años de ser expedido o si hay un cambio de obispo en esa diócesis, por lo
cual deberá ser renovado ese permiso.
ENTRE LOS EXORCISTAS MÁS FAMOSOS DESTACA EL
PADRE JOSÉ ANTONIO
FORTEA.
Los sacerdotes de la Iglesia católica para
la realización del exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Ritual romano. Algunos religiosos exorcistas como el
sacerdote Gabriele Amorth, y Monseñor Carlos Alberto
Mancuso; desaconsejan el nuevo ritual aprobado por el Sumo
Pontífice en enero de 1999, aduciendo que el
antiguo ritual tiene siglos de comprobada eficacia.
‘De las señales y efectos, de que se conoce, que
alguno está poseído por el demonio, o hechizado’, por Benito Remigio Noydens, Pbro, de la sagrada religión de los
clérigos regulares menores: ‘Práctica de
exorcistas, y ministros de la Iglesia’; Antwerp, primera impresión en
Madrid en 1660.
Parte primera, documento segundo. ‘Muchas
señales de los energúmenos, y hechizados, simbolizan con las enfermedades
naturales; y así el demonio muchas veces se aprovecha de ellas, para mejor
encubrir su maldad, y para que las criaturas, por el grande trabajo, y dolor,
caigan en algún despecho, y aborrecimiento de Dios: y así el exorcista, no debe
dar luego crédito, a lo que le dicta su juicio; ni tampoco a lo que dice el
enfermo: sino que debe tantear bien este negocio, y consultarle con los sabios,
así médicos como teólogos: y si hallare, que la enfermedad se origina de
humores pecantes, y que solamente procede de causa natural, le remita a las
reglas de la medicina’. Edición Facsímil de la del librero Pascual
Capdevila; Valencia, 1711. Librerías París-Valencia, 2002: ISBN 84-8339-219-4
La Iglesia católica y otras comunidades cristianas en su postura oficial
prohíbe expresamente hacer actos de güija, espiritismo, adivinación, hechicería, pues en algunos casos
puede atraer al maligno y poseer a algunos de los participantes.
·
HAY SEIS CAUSAS PRINCIPALES POR LAS QUE SE PRODUCEN
LAS POSESIONES DEMONÍACAS.
o Primera: La
participación en ritos satánicos.
o Segunda: La
consagración de un niño al demonio por parte de sus padres.
o Tercera: Un
pacto con Satanás para rendirle culto a cambio de bienes materiales.
o Cuarta: Los
maleficios.
o Quinta:
Prácticas de llamamiento de espíritus tipo ouija o güija; u otros medios de adivinación; lo que
implica el riesgo de que El Enemigo posea a la persona.
o Sexta: La
blasfemia continuada.
EN
LA CULTURA POPULAR
El exorcismo se ha llevado al cine, en películas como El exorcista,
que retrata un caso de posesión demoníaca en el siglo XX. La cinta muestra
todas las características que debe reunir una persona para determinar que está
poseída: hablar un idioma que desconozca, odiar los
símbolos sagrados cristianos, blasfemar, practicar la telequinesis y
demostrar una fuerza superior a sus capacidades físicas. Cabe mencionar
que el sacerdote, quien además es psiquiatra, es el personaje más escéptico y
racional de la película y durante una buena parte, se niega a admitir la
posibilidad de una posesión diabólica.
El exorcismo de
Emily Rose ―dirigida por Scott Derrickson en 2005― se basó en el caso real de la joven
alemana Anneliese Michel, que murió por
desnutrición y deshidratación el 1 de julio de 1976 después de haber sido
sometida a varios exorcismos, siendo sus padres y sacerdotes participantes
juzgados y condenados por negligencia médica.
El rito, película estrenada a
principios del 2011. Basada en hechos reales sucedidos de un exorcismo
realizado en la ciudad de Roma.
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