jueves, 2 de abril de 2020

EL BUEN PASTOR


¡SIMIENTE DE MI PADRE, DÍAS DE GRANDES PRUEBAS SE APROXIMAN PARA TODA LA HUMANIDAD, PERO VOSOTROS PUEBLO DE DIOS, NO TEMÁIS!

MARZO 30 DE 2020 1:35 P.M.

LLAMADO DE SAN MIGUEL AL PUEBLO DE DIOS. MENSAJE A ENOCH

¿QUIÉN COMO DIOS? ¡NADIE COMO DIOS!

Que la Paz del Altísimo, esté con todos vosotros.

Simiente de mi Padre, días de grandes pruebas se aproximan para toda la humanidad, pero vosotros Pueblo de Dios, no temáis. Yo, vuestro Príncipe, ya estoy en medio de vosotros en compañía de mis Hermanos, los Arcángeles y Ángeles, de la Milicia Celestial. Estamos librando fuertes combates contra las huestes del mal, en el espacio de vuestro mundo. Pedid mi protección Hermanos, y llamadme tres veces con mi grito de batalla: ¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios! y gustoso vendré en compañía de mis Hermanos, a daros nuestro auxilio.

Pueblo de Dios, mi Exorcismo hecho con fe, alejará también de vosotros toda pandemia, toda peste, y todo ataque del enemigo de vuestra alma. Los días de tribulación están en medio de vosotros; orad, suplicad y alabad la Gloria de Dios, y no temáis. Acordaos: Mi Padre, ha dado orden a los Arcángeles y Ángeles, para que os protejamos en todos vuestros caminos, os llevemos en los brazos, para que vuestro pie no tropiece con piedra alguna. (Salmo 91, 11-12) Si vivís bajo la sombra protectora del Altísimo, El, será vuestro refugio y amparo. (Salmo 91, 1-2)
Las promesas de este poderoso Salmo se han cumplido en todos los tiempos de la existencia humana. Moisés, oró con este Salmo, junto con el Pueblo Hebreo, la noche en que el Ángel de la Justicia de Dios, pasó por Egipto exterminando a sus primogénitos. Haced también vosotros lo mismo, Pueblo de Dios, de estos últimos tiempos; y os aseguro que sí lo hacéis con fe y os selláis con la Sangre del Divino Cordero, ninguna plaga ni peste, ni virus, podrá tocar a la puerta de vuestros hogares.

Simiente de mi Padre, con estas pequeñas pruebas que el Altísimo está permitiendo que os lleguen, lo que busca el Cielo es que vuestra fe y confianza en Dios, se afiancen; para que cuando lleguen los días de la Gran Tribulación, vuestra fe, sea tan firme que nada ni nadie, os pueda robar la Paz o apartar del Amor de Dios. Conservad pues la calma Pueblo de Dios; no entréis en pánico ni temor, porque el temor no viene de Dios. Confiad y Alabad, la Gloria del Altísimo, y os aseguro que los días que están por llegar de Gran Tribulación, pasarán como un sueño para vosotros.

Que la Paz y Protección del Todopoderoso, permanezca en vosotros, Israel, Pueblo de Dios.
Vuestro Hermano y Servidor, Miguel Arcángel
Dad Hermanos a conocer mis mensajes, a toda la humanidad

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