Nuevamente, el
ritual de un grupo de personas en Córdoba (Argentina) que se disponía a
consumir la centenaria sustancia ayahuasca derivó en un operativo policial
con detenciones y con
causas abiertas por tenencia de
estupefacientes. Lo cuenta La Voz del Interior.
El procedimiento
de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) se concretó entre la tarde del 29
de septiembre y la madrugada del 30 en un predio ubicado en la zona rural de
Achiras, frente al cerro Inti Huasi, en el departamento Río Cuarto.
En las últimas semanas ya se
habían efectuado otros dos procedimientos similares, sin conexiones entre sí,
en un inmueble del Centro de la ciudad de Córdoba y otro en San Antonio de
Arredondo, en el Valle de Punilla. En ambos se incautaron de sustancias alucinógenas similares que están
prohibidas por la ley argentina.
Respecto de lo sucedido en
Achiras, desde la FPA se informó de que una brigada de uniformados sorprendió
a una treintena de personas,
entre mujeres y hombres, que se disponía a realizar un ritual con consumo de
ayahuasca. Había siete menores de
edad.
DETALLES DE LA OPERACIÓN
La investigación, en rigor de
verdad, era llevada a cabo por la Policía Federal bajo directivas del fiscal
federal 2 de la Capital, Gustavo Vidal Lascano. Sin embargo, la causa fue
entregada a los agentes de la FPA. Caía la tarde del sábado 29 cuando los efectivos
de la FPA irrumpieron en un predio rural al pie del cerro Inti Huasi, donde
sobresalía una choza en la cual se iba a realizar la ceremonia.
Si bien los asistentes fueron identificados (no se les abrió causa penal
alguna), sí quedaron detenidos tres
hombres señalados como los organizadores del evento. Aunque no
trascendieron identidades, se supo que son un hombre de nacionalidad uruguaya
de 47 años (que hacía las veces de “chamán”),
un hijo de él de 25 años y un argentino de 31 años.
En el operativo policial se
incautaron de casi tres litros de
ayahuasca. La sustancia estaba dividida en dos bidones que tenían la
leyenda “tintura vegetal del Amazonas”. Además, se secuestraron elementos relacionados
al ritual y una suma de dinero, informaron fuentes oficiales. También tres
plantas de cannabis y poco menos de un gramo de marihuana.
Según detalla Telediario Digital, el lugar se ubicaba a 7
kilómetros atravesando una estancia rodeando una montaña de piedra, en el cual
se encontraba una carpa llamada “Tipi” con los materiales propios de la ceremonia ubicados
en su interior. En el momento del dispositivo, había presentes 11 hombres, 9
mujeres y 7 menores de edad, quienes aparentemente estaban esperando la puesta del sol para realizar el
rito en el que se ingeriría ayahuasca y estupefacientes.
Uno de los investigados
intentó esconderse sacando provecho de la topografía del lugar pero fue
rápidamente avistado por el equipo táctico. A posteriori, en el terreno, se
logró secuestrar la ayahuasca, plantas de marihuana, dinero en efectivo y
elementos propios de este tipo de rituales. Por último, se trasladaron los
detenidos al Juzgado a cargo del Dr. Sánchez Freites y la secretaria penal
Josefina González Núñez.
LA SUSTANCIA Y SU ESTATUS
LEGAL
La ayahuasca procede de una
planta del Amazonas y es una sustancia que desde hace cientos de años es
consumida en distintos países de Latinoamérica. Los indígenas la usaban como
medicina.
Sus consumidores aseguran que es sanadora y que su
consumo es “un
viaje” que purifica el cuerpo, la mente y el alma.
De origen quechua, ayahuasca significa “soga
que une el mundo de los vivos con el de los espíritus”.
La ayahuasca
posee dimetiltriptamina, harmina y harmalina,
sustancias que están registradas en
el listado de estupefacientes en infracción a la Ley de Drogas 23.737
de Argentina. Es como un té de color verde, es amarga, su consistencia es como
la de un jarabe y su ingesta altera la conciencia.
La mezcla se cocina durante
horas y luego se ingiere en un ritual que es liderado por un chamán. Los efectos incluyen alucinaciones,
náuseas, vómitos y temblores de
todo tipo. Ese efecto puede durar horas.
PELIGROS DE SU CONSUMO
“Los
organizadores prometen, a cambio de una interesante suma de dinero, un viaje
experimental, una limpieza mental… Ahora, en ese ritual no hay médicos y no se
pide ningún certificado médico a nadie. ¿Y si un asistente, tras consumir esa sustancia, se descompone y se
muere? ¿Qué hacemos? ¿Y si uno de los asistentes tiene una patología mental
previa de riesgo? ¿Y si el alucinógeno, que acaba de tomar, le hace
un efecto adverso y lo torna más riesgoso para sí mismo y para terceros? ¿Qué
hacemos?”, opinó el pasado mes de agosto
un investigador de la FPA, en declaraciones a La Voz del Interior.
“Suena
interesante lo alternativo… Pero acá viene cualquiera y te vende una sustancia alucinógena penada por la ley y
que puede provocar un daño posterior”, opinó otro investigador de otro caso que tuvo lugar el pasado mes
de agosto, y que se saldó con la detención de tres personas.
“Hay
que ser claros. La ayahuasca es
riesgosa para la salud humana, conlleva riesgos”, expresó el médico Daniel
Gómez, especialista en Toxicología en el Hospital de Urgencias. “No es cualquier cosa. Es riesgosa. Primero, causa vómitos y diarrea, y eso
conlleva a una posible deshidratación de la persona. No cualquiera puede
consumirla. Es una sustancia que contiene harmina y la DMT, las cuales, además
de estar penadas por la ley, producen
alteraciones mentales que pueden ser importantes”, indicó el profesional.
Gómez descree del efecto
sanador o de purificación del brebaje y desaconseja su consumo. “Causa un efecto alucinatorio
que puede ser serio en algunas personas”,
sostuvo. “Además, genera un efecto
poderoso sobre las neuronas serotoninérgicas. En un consumo importante,
eso puede derivar en la muerte”, anunció.
Secretaría RIES
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