jueves, 29 de octubre de 2009

LA SABIDURÍA DE LA INOCENCIA


Inocencia que cuestiona nuestros fundamentos:
«Querido Jesús: ¿El Padre Mario es amigo tuyo, o sólo es un compañero del trabajo
(Antonio)

Cada niño que nace en el mundo es una señal inequívoca de que Dios mantiene la esperanza en los hombres… La virtud de saber transmitir a los niños nuestra experiencia, es proporcional a nuestra disposición para aprender de su inocencia… ¡Qué atractiva, y a la vez, qué sorprendente nos resulta la sencillez de los niños! ¡Y qué vileza tan grande, el tomar excusa de su educación para violentar la inocencia de los pequeños! Nuestra cultura necesita urgentemente de los niños, porque pocas cosas hay tan falsas como una alegría sin inocencia…

Con frecuencia, los adultos no somos felices, a causa de nuestra excesiva complejidad. Necesitamos de la inocencia de los niños para conocernos a nosotros mismos, e incluso para llegar a conocer a Dios. Como decía san Bernardo: «El desconocimiento propio genera soberbia; pero el desconocimiento de Dios genera desesperación». Los niños son un buen espejo del Corazón de Dios, así como del corazón del hombre.

Me venían a la cabeza todos estos pensamientos, después de leer un «ppt» que llegaba a la «bandeja de entrada» de mi correo electrónico. (En medio de tantas frivolidades como circulan por Internet, solemos recibir también algunas perlas, de esas que ensanchan nuestro corazón y elevan nuestros horizontes). Se trataba de una conocida colección de cartas dirigidas a Jesús, que un profesor italiano había recogido de sus alumnos de Primaria. La forma de expresarse de estos niños destila sinceridad y pureza. Con ingenuidad y simpatía, nos aportan una dimensión más auténtica y profunda de la realidad.

¡Benditos sean esos maestros que llevan a los niños a descubrir en Jesucristo, a su mejor amigo! ¡Benditos sean esos niños que, en su inocencia, nos enseñan a los mayores a descubrir la sabiduría de la vida!

Ojos puros para reconocer la belleza: «Querido Niño Jesús: Yo creía que el naranja no pegaba con el morado. Pero luego he visto el atardecer que hiciste el martes. ¡Es genial (Eugenio)

Intuición para descubrir la fuente de la sabiduría: «Querido Jesús: Hemos estudiado que Tomás Edison descubrió la luz. Pero en la catequesis dicen que fuiste tú. Yo creo que te robó la idea». (Daria)

Ser niño para bucear en el Corazón de Dios: «Querido Niño Jesús: Seguro que para ti es dificilísimo querer a todos en todo el mundo. En mi familia sólo somos cuatro y yo no lo consigo». (Violeta)

Inocencia que cuestiona nuestros fundamentos: «Querido Jesús: ¿El Padre Mario es amigo tuyo, o sólo es un compañero del trabajo (Antonio)

La coherencia de los sencillos: «Querido Jesús: Ya no me he vuelto a sentir sola desde que he descubierto que existes». (Nora)

La gratuidad de la amistad: «Querido Jesús: No creo que pueda haber un Dios mejor que tú. Bueno, quería que lo supieras Pero no creas que te lo digo porque eres Dios, ¿eh (Valerio)

Afortunadamente, la iniciativa social ha conseguido que en España se comience a abordar el debate en torno a la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte. Los cristianos podemos y debemos contribuir con nuestro mensaje de fe en la vida, acompañado del compromiso solidario en las situaciones más difíciles. No en vano la «causa de la vida» es la «causa de Jesús». Él no sólo nos invitó a amar a los niños, sino también a aprender de ellos: «Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él. Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos» (Mc 10, 14-16). ¿Será por esto que se congregaron tantas familias y niños en la manifestación por la vida del 17-O en Madrid?
Monseñor Munilla

IVAN FILIPOVIC: DE TRAFICANTE DE DROGAS Y MAFIOSO, A SACERDOTE CATÓLICO


CONTROLABA EL NARCOTRÁFICO EN FRANKFURT

Ivan se marchó a Alemania con 18 años. Tenía ansias de libertad, aunque no sabía qué significaba y terminó traficando y drogándose con heroína. «Dormía en los mejores hoteles, cambiaba de coches y de chicas cuando quería», confiesa. Hasta que fue a Medjugorje.

Ivan Filipovic fue el amo del narcotráfico en Frankfurt. Durante unos siete años no había garito que no controlara, negocio del que no supiera y marco que se escapara de su control. Hoy, a sus cuarenta años, es sacerdote católico. Su asombrosa historia se puede leer de forma extensa en el libro Medjugorje (LibrosLibres). Este es un pequeño extracto.

-Padre Ivan, ¿puede contarnos algo de su vida?”
Desde pequeño he sido un rebelde que andaba en busca de la «libertad». Nunca pude aceptar una manera normal de vida. Escuela, Facultad, mujer, hijos, trabajo, carrera, las vacaciones en la playa… me parecía demasiado estrecho. Así que me fui de casa muy pronto. Con dieciocho me marché a Alemania en busca de esa libertad que tanto ansiaba.

-“¿Qué le esperaba en Alemania?”
En principio nada, la aventura. Allí conocí el mundo criminal, el mundo del dinero y la prostitución. Digamos que todo lo que el mundo te ofrece hoy. Muy pronto prosperé en la calle. Con dieciocho años ya ganaba muchísimo dinero para vivir.

-“¿Cómo?”
Empecé a traficar con droga. Ese dinero luego lo gastaba en discotecas privadas y en una vida que tal vez muchas veces los jóvenes sueñan con tener porque han visto demasiadas películas americanas. Yo dormía en los mejores hoteles, cambiaba de coches y de chicas cuando quería.

-“¿Cuándo se empezó a drogar?”
Con catorce o quince años había probado alguna droga blanda. Pero fue cuando empecé a vender la heroína cuando empecé a tomarla yo. Y le digo que la heroína es la ruina.

-Hábleme de su ruina
Cuando me drogaba no estaba en estado de trabajar ni de nada más, de verdad. Ese era mi estilo de vida. La música, los conciertos, los clubes… yo tenía mi mundillo. Pero muy pronto llegó el fin a todo eso. Tenía veinticinco años y estaba muy cansado de la vida. Los míos sabían que me drogaba. Yo tenía todo el cuerpo marcado, ¿sabe? Ya no tenía venas, y hoy, quince años después, sigo sin tenerlas.

-“¿Hábleme de su familia?”
Tengo dos hermanos que estuvieron en la guerra de mi país (Yugoslavia). Una noche que yo estaba totalmente drogado, se me acercó uno de ellos y me dijo: «Ivan, tira esas pastillas, coge un fusil y vente conmigo a la guerra. Ya que te vas a matar, al menos muere como un hombre». En ese mismo momento cogí toda la basura que tenía y la tiré. Fue en ese momento cuando decidí hacer algo con mi vida y entré en la Comunità Cenacolo, una comunidad de escuela de vida en la que los chicos abandonamos la droga a través del trabajo y la oración. Cristo es quien nos cura, no hay ni sustitutivos ni medicamentos.

-“¿Cómo conoció la Comunità?”
Teníamos un primo que estaba viviendo en la casa que la Comunidad tiene en Medjugorje. Al principio entré para descansar. Pensé quedarme unos meses. Entonces conocí a sor Elvira, la fundadora de la comunidad.

-“¿Cuándo la conoció?”
A penas dos meses después de entrar en la Comunità, precisamente en la capilla de la casa de Medjugorje, donde habíamos ido de peregrinación. Sor Elvira dio una catequesis.

-“¿Qué ocurrió en aquella catequesis?”
En un momento dado nos preguntó quien quería llegar a ser bueno. Todos a mi alrededor levantaron la mano, pero yo no podía. Me impresionó tanto la hermana Elvira que no tuve coraje de mentir y aquella noche no pegué ojo. Lloré toda la noche. Salio mucha furia, mucha amargura. Aquella noche decidí que quería hacer el programa de la Comunità hasta el final. Creí a sor Elvira. Por fin encontré a una persona a la que creía del todo.

-Algo muy fuerte tuvo que hacer o decir para que una persona como tú, diga que aquella monja italiana fue la primera persona en el mundo a la que creyó de verdad
Sor Elvira dijo aquella tarde que nosotros no sabíamos quienes éramos, y eso me hizo daño, como si alguien me hubiera pinchado. Recuerdo que yo pensé: «¿Ésta monja de qué va? Tengo 26 años, ¿cómo que no se quien soy. Nos dijo entonces que solamente podríamos saber quienes éramos si teníamos el valor suficiente para arrodillarnos ante Jesús en la Eucaristía.

Luego pasé aquella noche llena de lágrimas y al día siguiente fui a la capilla y dije: «Si es verdad lo que dice la hermana, que yo no sé quien soy, y si es verdad que tú estás vivo en la Eucaristía, quiero ver la verdad, quiero saber la verdad sobre mí, sobre quien soy yo». Y le puedo decir que desde aquel día, con la ayuda de Jesús, empecé a mirar en mi corazón y empecé a ver muchas cosas que antes no quería ver. Mis mentiras, injusticia, la sabiduría de la calle que había acumulado a lo largo de los años.

Recuerdo que cuando veía mis debilidades me quedaba muy apenado. Sentía un fuerte arrepentimiento y decía: «Jesús, no quiero ser así, perdóname, ayúdame», y vivía la experiencia del perdón de rodillas, tan fuertemente, que muchas veces surgía con lágrimas, con sentimientos y pensamientos que venían del corazón. Aprendí que la oración no es solamente lo que me enseñaron en las clases de religión. Aprendí que a través de la verdad ante mí mismo, a través del arrepentimiento, yo vivía el perdón de Dios. Yo fui perdonado y amado por Dios. Comprendí que la oración influye en la vida. Que la oración tenía mucha influencia en mi relación con las personas de mi entorno, y creí en la oración. Creí en ese Dios que me ha tocado el corazón.

-“¿Quedaron realmente sanadas todas las heridas de su vida pasada?”
La droga es un drama de la vida. En la comunidad se pueden vivir grandes experiencias espirituales, pero la droga sigue siendo un gran drama. La droga le hace al hombre muy frágil. Le cuento un ejemplo. Cuando llevaba cuatro años en la comunidad y mucha experiencia espiritual acumulada, sor Elvira me permitió que empezase los estudios y me marché a Pisa. Fui en tren hasta allí y cuando bajé de aquel tren en Pisa, en dos minutos yo tenía una imagen bien clara de la estación. Lo había reconocido todo. Reconocí al policía de paisano, a las prostitutas y a los chulos que las vigilaban, a los traficantes de droga, a los que buscaban la droga y a los que no tenían dinero para comprarla y que necesitaban robar. Todo eso en dos minutos. Llevaba cuatro años fuera del mundo, pero me bastaron solo dos minutos para verlo todo, porque a lo largo de mi vida, las expresiones de la cara, de los ojos, la manera en que las personas cogían el cigarrillo, el paso, los movimientos… todo fue memorizado profundamente en mi interior. Entonces comprendí lo frágil que era, porque todo mi pasado estaba memorizado.

Yo creo que ahí está la fragilidad de un adicto. Nosotros tenemos memorizado cómo huir de los problemas, cómo huir de la cruz hacia un mundo ilusorio. Tenemos memorizado el flash de la cocaína, tenemos memorizado lo que significa tener sexo libre con una mujer… todo eso está en nosotros y esa es la fragilidad de un adicto. Y a pesar de todas mis experiencias espirituales, esa fragilidad sigue existiendo.

Por eso le digo que el adicto nunca puede actuar como un hombre «normal». Cada hombre necesita de Dios. El hombre sin Dios, con el tiempo ya no es hombre, es un animal. Y el adicto necesita más de Dios que los demás. Por ello, Dios, respondió a las necesidades del hombre con una comunidad como ésta. A través de esta comunidad, Dios ha descendido para acoger a los últimos, y únicamente Él es capaz de ello, de pasar por nuestro pasado y convertir la tiniebla en luz, la desesperanza en esperanza, la tristeza en alegría.

A través de oración me reconcilié con mi pasado. Hoy, cuando reflexiono los sucesos de mi pasado, tengo paz. Ya no hay más agitación, ya no hay impulsos negativos, no hay incomodidad, no hay vergüenza, ya no existen esos impulsos grandes y fuertes. Solo hay paz, porque Dios ha atravesado todo ello a través del sacramento de la Confesión. Me ha reconciliado con mi pasado, ha convertido la oscuridad en la luz. Hoy mi pasado es una riqueza de donde saco la sabiduría para ayudar a las personas que están en el camino.

-“¿Entonces cobra sentido la cruz de Cristo?”
Sí. Lo veo así. Pero no soy tonto. La droga es una desgracia y un mal. Yo no me hubiera drogado nunca si pudiera volver al pasado, ahora bien: Dios es muy grande. Dios sabe volver y coger al último marginado. Y si se lo permites, Él puede atravesar tu vida a pesar de lo difícil y dramática que fue. Puede transformar todo eso en la luz.

-“¿Cuándo se ordenó sacerdote?”
En 2004, cuando llevaba diez años en la comunidad.

-“¿Cómo sucede el cambio del drogadicto al sacerdote?”
A eso no se puede dar una respuesta si no se menciona el nombre de Jesús.

-Usted, en todos estos años, ha conocido bien Medjugorje. ¿Qué nos puede decir de todo aquello?”
Creo que justamente allí sucedió esa primera inflexión en mi vida. Fue donde yo decidí quedarme dentro de la comunidad. Cada vez que iba a la comunidad de Medjugorje, no volvía a la mía con las manos vacías. Volvía siempre con un corazón lleno de esperanza, de fe. La hermana Elvira sabía de estas cosas y creo que por eso me mandaba a Medjugorje a menudo. Ahora voy a Medjugorje todos los años acompañando peregrinaciones, y nunca he vuelto de Medjugorje sin haber traído algo conmigo. Es difícil de explicar, pero la Virgen María allí está cerca de ti y te ayuda a vivir estas cosas. Luego también he de decir como sacerdote, que en ningún lugar del mundo se confiesa tan hermosamente como en Medjugorje. En ningún lugar del mundo he encontrado a las personas tan sinceras y abiertas a la hora de confesar.

-“¿Por qué?”
Lo más probable es que eso sea un fruto de la presencia de la Virgen María. ¡La gente la siente! No se trata de lo grandes o pequeños que sean sus pecados. Se trata de con qué fervor y con qué verdad la gente se confiesa allí, con qué humildad y con qué arrepentimiento.
Jesús García/ReL

CATÓLICOS Y ORTODOXOS, UNIDOS CONTRA MATRIMONIOS GAYS DE LOS LUTERANOS SUECOS


«EN TOTAL CONTRADICCIÓN CON LA TRADICIÓN»

Representantes católicos y ortodoxos suecos se han sumado a los luteranos conservadores para denunciar la reciente decisión de la Iglesia Luterana Sueca de celebrar «matrimonios» entre homosexuales. Se pone en peligro el diálogo ecuménico.

En un comunicado conjunto, los católicos y ortodoxos han expresado su «tristeza» al enterarse de «la decisión del sínodo de la Iglesia de Suecia», que es la mayor organización religiosa del país. «En nuestras iglesias y comunidades, no vamos a unir a las parejas homosexuales ya que está en total contradicción con la tradición de la Iglesia y de nuestra visión de la creación», señala la declaración. Asimismo, afirma que la decisión «supone un distanciamiento no sólo de la tradición cristiana, sino también desde el punto de vista de la naturaleza del matrimonio, que es característica de todas las religiones».

En la nota, destacan que aunque el diálogo con los luteranos puede continuar «esta decisión de la Iglesia de Suecia ensancha la brecha». Las opiniones de los representantes católicos y ortodoxos fueron secundadas por los luteranos más conservadores, como el obispo Hans Stiglund, un prelado del norte. «Desde mi posición, el matrimonio está definido como la relación entre un hombre y una mujer, sin espacio para relaciones entre personas del mismo sexo», aseguró.

Tres de cada cuatro suecos son miembros de la Iglesia Luterana. La decisión de permitir «matrimonios» homosexuales fue tomada por representantes afiliados a los diversos partidos nacionales, que son elegidos para una asamblea nacional. Fue aprobada por 176 a 62 votos, con 11 abstenciones.

Equiparación al verdadero matrimonio.
Aunque desde la Iglesia se ha estado «bendiciendo» la unión entre homosexuales desde hace años, la nueva decisión pretende calificar a esas uniones como «matrimonio». Los presbíteros que en conciencia discrepen de esta decisión no serán obligados a celebrar estas ceremonias.

Andrew Brown, del diario izquierdista Guardián, ha expresado sus reserves acerca de la decisión, haciendo ver que la Iglesia Sueca ha ido más allá incluso de los límites «ultraliberales» de la Iglesia Anglicana. «Fuera de la Iglesia Sueca, esta decisión está destinada a crear más tensión en el campo ecuménico», escribió Brown en un reciente artículo. «La Iglesia Luterana Sueca comparte en teoría su sacerdocio con la Iglesia de Inglaterra, por ejemplo. Pero no hay sacerdote anglicano al que se le permita casar a un a pareja gay y muy pocos estarían dispuestos a hacerlo. Ni siquiera están autorizados a realizar ritos de bendición de dichas uniones».

El líder de la Iglesia Luterana Sueca, el arzobispo Anders Wejryd, apoyó la decisión, aunque no se muestre al cien por cien seguro: «Por mi parte, se ha tomado la decisión adecuada, pero puedo comprender a todos los que creen que se ha ido demasiado deprisa».
Matthew Cullinan/Life Site News.com

miércoles, 28 de octubre de 2009

ANÉCDOTA DE UN NOVIO ¿FIEL?


Yo estaba muy feliz. Mi novia y yo habíamos andado por más de un año, y decidimos casarnos.

Mis padres nos ayudaron en toda forma posible, mis amigos me apoyaban,y mi novia era un sueño.

Solo había una cosa que me molestaba mucho, y era la mejor amiga de ella. Era inteligente y sexy, y a veces flirteaba conmigo, lo que me consternaba.

Un día, la amiga de mi novia me habló por teléfono y me pidió que fuera a su casa a ayudarle con la lista de los invitados a la boda. Así que fui para allá.

Ella estaba sola, y cuando llegué, me susurró que:
-Ya que te vas a casar con mi mejor amiga, y tomando en cuenta mis sentimientos y deseos hacia ti, ya no puedo aguantarme mas - luego dijo - antes que te cases y te comprometas para toda la vida con mi mejor amiga, quiero hacer el amor contigo una sola vez


¿Que podía decir? Estaba totalmente sorprendido, y no pude decir palabra.
Así que me dijo:
-Iré al cuarto, y si tú lo deseas, entra y me tendrás

Admire su maravilloso trasero mecerse al subir las escaleras. Me levanté del sillón y estuve así, de pie, por un momento. Me di la vuelta y fui a la puerta principal, la cual abrí, salí a la calle, y me dirigí a mi carro.

¡Mi novia estaba afuera!

Con lágrimas en sus ojos, me abrazo y me dijo:
-Estoy muy feliz y orgullosa de ti. Has pasado mi pequeña prueba. No podía tener a un mejor hombre como esposo

REFLEXIÓN:
Novio: ¿Qué hubieses hecho tú?
Novia: ¿Tú te hubieses atrevido a hacer lo mismo?

El matrimonio es para toda la vida… ¡piénsalo cien veces antes de tomar una decisión!

CAMPAÑA DE GARANTÍA


A LOS Y LAS INTERESADAS EN IR AL CIELO INFORMACIÓN IMPORTANTE.

El fabricante de todos los seres humanos avisa a todas sus unidades, no importa color o año, que existe un serio defecto en el componente central y primario: el corazón de la máquina. Esto se debe al mal funcionamiento de los prototipos originales, cuyo nombre de código es "Adán y Eva", a través de quienes se ha reproducido el mismo defecto en todas las unidades subsiguientes. Este defecto ha sido llamado técnicamente inmoralidad interna subsecuencial, o más comúnmente conocido como P.E.C.A.D.O.

Algunos síntomas comunes son:

1. Pérdida de rumbo.
2. Emisión de expresiones ofensivas o insultos.
3. Amnesia del propio origen.
4. Falta de paz y alegría.
5. Comportamiento egoísta.
6. Depresión o confusión.
7. Estado nervioso.
8. Idolatría.
9. Rebelión.
10. Comportamiento violento.

El fabricante, quien no es culpable de este defecto, provee sin embargo, la reparación autorizada y el service pack gratuito para corregir el defecto P.E.C.A.D.O. El técnico reparador Jesús ha hecho la oferta más generosa: Afrontar el costo total de estas reparaciones. No se requiere por ello ninguna tarifa adicional por parte de ninguna unidad. El número para comunicarse es el mismo en todas las regiones: O-R-A-C-I-O-N. Una vez conectado, por favor, exprese su P.E.C.A.D.O. a través del procedimiento de ARREPENTIMIENTO. Luego, descargue RECONCILIACIÓN desde el técnico reparador Jesús y ubíquela dentro del componente corazón.

No importa cuán grande o pequeño sea el defecto PECADO, Jesús lo reemplazará con:

1. Amor.
2. Alegría.
3. Paz.
4. Paciencia.
5. Amabilidad.
6. Bondad.
7. Fe.
8. Tranquilidad.
9. Autocontrol.

Por favor, lea el manual de operaciones, cuyo nombre en inglés es B.I.B.L.E. (Biblia) (Believers Instructions Before Leaving Earth = Instrucciones para creyentes antes de dejar la Tierra), para ampliar detalles.

ADVERTENCIA: El continuo operar del ser humano sin las correcciones que se aconsejan, hará que las garantías del fabricante decaigan, exponiéndose la unidad a problemas y peligros demasiados numerosos para citar aquí y sería necesaria la confiscación de la unidad en una fecha futura. Si tiene algún problema, hay un servicio gratuito de emergencias 7 x 24 x 365 atendido por JESÚS.

PELIGRO: La unidad humana que no responda a este llamado será confiscada y desechada antes de dejar la tierra. El defecto P.E.C.A.D.O. no le permitirá entrar al CIELO, debido a que se procura prevenir una posible contaminación de las facilidades que se están ofreciendo.
Gracias por su atención,
Dios
P:D: Por favor, pase la voz a otras unidades de este importante aviso.

LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE


A todos nos preocupa la muerte, sin embargo, para los cristianos no debe ser motivo de angustia y desesperación.

A través de la muerte, el hombre consigue llegar a su fin último que es volver a Dios de quien procede. Sabemos que un día vamos a resucitar con Cristo, pero para esto es necesario "dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor" (2Co 5,8).

La muerte es el final de la vida terrena. Nuestras vidas están sometidas al tiempo, en el cual cambiamos, envejecemos y, como todo ser vivo, tenemos un término, que es la muerte. Ante esta realidad, debemos pensar que contamos con un tiempo limitado para llevar a término nuestra vida y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.

La muerte es consecuencia del pecado.
Aunque el hombre poseyera una naturaleza mortal, Dios lo destinaba a no morir. La muerte fue contraria a los designios de Dios Creador y entró en el mundo como consecuencia del pecado (Cf. Gn 2,13; 3,3; 3, 19; Sb 1,13; Rm 5,12; 6,23). El hombre se hubiera librado de la muerte corporal si no hubiera pecado, es pues, el último enemigo que el hombre debe vencer. (Cf. 1Co 15,26).

La muerte fue transformada por Cristo.
Jesús, Hijo de Dios, sufrió también la muerte, propia de la condición humana. Su obediencia, transformó la maldición de la muerte en bendición y promesa de resurrección. (Cf. Rm 5, 19-21).

Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. La novedad consiste en que por el Bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente muerto con Cristo, para vivir una vida nueva; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte física consuma este "morir con Cristo" y perfecciona nuestra incorporación a Él en su acto redentor.

En la muerte Dios llama al hombre hacia sí. Es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último descanso.

El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús ve la muerte como una ida hacia Él y la entrada en la vida eterna. Esto no quiere decir que no se sienta tristeza y dolor ante la muerte propia o de un ser querido, pero, es diferente afrontar el dolor con la esperanza de que un día volveremos a reunirnos ante el Señor.

¿Cómo resucitan los muertos?
Resucitar quiere decir, volver a la vida aún muerto. .La esperanza en la resurrección corporal de los muertos se impuso como una consecuencia lógica de la fe en un Dios creador del hombre todo entero, alma y cuerpo. Esperar la resurrección, es otro misterio de la vida cristiana, que se fundamenta en las promesas hechas por Dios en su Palabra. Consulta las citas bíblicas que aquí aparecen.

No es lo mismo que reencarnación.
La doctrina de la reencarnación es contraria a la fe cristiana. Los cristianos creemos que cada hombre tiene una sola vida y una sola oportunidad para realizarla según la voluntad de Dios. Si el hombre vive de acuerdo a lo que Dios quiere, va a resucitar un día, en cuerpo y alma, igual que Jesús.

La muerte es la separación del alma y del cuerpo; el cuerpo del hombre cae en la corrupción, mientras que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible, uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la Resurrección de Jesús.

Cristo resucitó con su propio cuerpo. Del mismo modo, en Él todos resucitarán con su propio cuerpo que tienen ahora, pero este cuerpo será "transfigurado en cuerpo de gloria", en "cuerpo espiritual" (Cf. Lc 24,39; Flp 3,21; 1Co 15,44). Este "cómo" sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe.

Todos los hombres que han muerto "los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5,29; Cf. Dn 12,2). Esta resurrección será en el "último día", "al fin del mundo" (Cf. Jn 6,39-4.44.54; 11,24). La resurrección de los muertos está íntimamente asociada a la Parusía de Cristo, es decir a su segunda y definitiva venida. (Cf. 1 Ts, 4,16)
Encuentra.com

NO HAY NADA



En la mesa de mi cocina tenemos este recipiente de metal donde ponemos todas esas cosas que no parecen ir en ningún otro lugar.

¿Tienes un lugar así en tu casa? Puede ser una repisa o un cajón. Es el lugar donde pones todas esas pertenencias que no tienen un sitio. Es ahí donde terminan. Y una vez tiene allí un cordón de zapatos y una llave que no tienes idea de dónde salió y quizás un pegamento de goma y un cartucho de dinamita o algo no sé.

Bueno, como sea, hace unos días, mi esposa Kristen y yo estábamos limpiando la cocina. Estábamos recogiendo cosas y vi esta pequeña bola blanca en el recipiente de metal. Y estoy impresionado porque nunca antes la había visto. Y volteó a ver a Kristen, y le digo algo así como:
-Ey, ¿de dónde salió esta bola blanca? ¿De dónde la sacaste?”
Ella me dice:
-No tengo la menor idea. Nunca antes la había visto
Y nuestros hijos estaban allí, así que les dije:
-Ey, niños, ¿de dónde sacaron esta pelota? No la habíamos visto antes
Y uno de mis hijos, el más joven dijo:
-Bueno, no sé, nunca la había visto
Y mi hijo mayor dijo:
-Qué extraño. No sé. No sé de dónde viene. ¿No sabes de dónde salió? - Y como que sigue con ese mismo tono de voz y dice algo así como - -Qué extraño, o sea que esta pequeña bola blanca apareció de la nada, ¡quién sabe de dónde viene!”
Y Kristen y yo nos miramos con esa mirada diciendo:
-“¿Sabes quién es este chico? - Es decir, por un momento breve, era como si fuera otro niño y sigue adelante con estos extraños gestos. Como si hubiera sido poseído por el espíritu de Urkel o algo así. Y por un momento breve, es este otro chico y sigue:

-No sé, no sé de dónde salió!”
Quiero decir es sólo una pequeña bola blanca y Kristen y yo nos miramos como si no fuera gran cosa.

Un par de días después mi esposa estaba en casa con los niños y ella estaba en un cuarto y ellos estaban jugando en otro cuarto, y ella escucha un alboroto, y los dos corren al cuarto donde ella estaba y el menor llorando insiste en que su hermano lo golpeó, y el mayor dice:
-No lo golpee. No sé de qué hablas. Es extraño. Es extrañísimo. Yo no lo golpee
Y sigue, y sigue y el menor al que se le caen las lágrimas sigue:
-No, ¡él me golpeó!”
Y el mayor sigue:
-No, no sé de qué hablas es extraño. Es extrañísimo
Y luego Kristen sólo le dice:
-“¿Cómo cuando no sabías de dónde venia la bola?” Y él se queda helado.
La palabra técnicamente legal aquí es atrapado.

Sabes, ¿ese momento en el que tu basura te alcanza? Quizás no ese mismo día, quizás no el siguiente, quizás no por un rato pero dale un poco de tiempo, siempre nos encuentra. Como esta gran frase: Donde vayas, allí estarás. Está escrita en la Biblia
, en el libro a los Gálatas. Como, no te dejes engañar. Nadie se burla de Dios. Cosecharemos lo que plantamos.

De una forma u otra, si les damos tiempo, nuestros pecados nos hallarán. Siempre nos alcanzan, ¿no?

Así que mi hijo estaba ahí parado enfrente de su madre, helado. Y luego se voltea y sube las escaleras corriendo. Porque a veces es más fácil correr arriba, ¿no? que enfrentar la verdad.

Ahora, todo ese tiempo, ni siquiera estuve allí. Voy en camino a casa, llamo a Kristen y ella me cuenta la historia completa. Y mientras manejo a casa, voy pensando, ¿Qué se supone que tengo que hacer cuando llegue a casa? Quiero decir, sé que tengo que hacer algo, pero no tengo ni idea de qué hacer.


Así que llego a casa y Kristen me dice que no lo ha oído para nada desde que subió.
Así que subo y echo una ojeada a su cuarto y no está allí, voy a ver el cuarto de su hermano y no está allí. Y luego reviso el baño y tampoco está allí. Lo que deja sólo una opción, nuestro cuarto. Así que voy a nuestro cuarto y me paro en el umbral y miro y allí en medio de nuestra cama, bajo las cobijas, hay un bulto del tamaño y la forma de mi hijo.

Y quiero decir, a esas alturas, ¡había estado allí abajo como dos horas! Debía estar sintiendo mucho calor ¡debía sentirse muy infeliz! Es decir: ¿podía al menos respirar allá abajo? Sentía que debía darle un esnórkel. Tenía que estar sintiéndose muy mal.

Y empecé a imaginarme todo lo que tendría que enmendar con su mamá, con su hermano y conmigo. Y luego pensé en la persona a la que le quitó la bola, tendríamos que llamarlos y en algún momento ir allá. Él tendría que devolver la bola y pedir disculpas.

Y seguía parado en el umbral de nuestro cuarto y pensaba en mi hijo y en toda la vergüenza que tenía. Esa vergüenza que lo hacía esconderse bajo las cubiertas por tanto rato.

Así que me acercó y me siento en el borde de la cama y lo descubro un poco y lo primero que veo es este cabello empapado, sabes como si hubiera estado debajo del agua. Y entonces lo sigo descubriendo lentamente hasta verlo echado ahí, acurrucado, con los ojos cerrados y no se mueve.

Es como si tuviera esta opción, ¿sigue así? ¿toma las cobijas y se las pone encima y sigue escondiéndose? ¿o simplemente sigue echado ahí completamente expuesto y vulnerable?

Así que sentado al borde de la cama, le digo:
-Nada de lo que puedas hacer, me hará amarte menos, nunca
Y entonces, lentamente, se sienta y abre sus ojos y pone su cabeza empapada justo en medio de mi camisa seca, y me envuelve con esos pequeños brazos mojados y empieza a sollozar y llora, y llora y llora y lo siente tanto.

Y estoy sentado en el borde de la cama sujetando a mi hijo ya sin las cobijas repitiendo:
-Nunca nada de lo que puedas hacer me hará amarte menos. Nada

¿Se dan cuenta? ¿Saben de qué hablo? Nada de lo que puedas hacer, hará que te quiera menos.

Quiero decir, lo que hayas hecho, dónde hayas estado, lo que vayas a hacer. Dios te ama. Dios siempre te ha amado y eso no lo puedes cambiar.

Porque a veces la bola blanca parece ser todo, ¿no? Es como, ¿cómo voy a escaparme de ella? Y no tenemos ni idea de qué hacer con nuestra vergüenza. Así que corremos arriba y nos escondemos baja las frazadas y seguimos escondiéndonos, porque no sabemos dónde ir o qué hacer.

Quizás digas algo así como: ¡, pero no entiendes lo que he hecho! O esto: ¡Si supieras!

No, como dice en el libro a los Romanos capítulo 8, en la Biblia
: No hay nada que pueda separarnos del amor de Dios en Jesús. Nada ¡Nada! Nada te puede separar.
Así que deja de esconderte bajo las frazadas. Deja que Dios te descubra. Acéptalo. Que tu vida se vuelva una respuesta a esta verdad: siempre te han amado, te aman y siempre te amarán. Y tienes que saber desde el fondo de tu alma que no hay nada que puedas hacer que haga que El te ame menos, NUNCA.

Nunca nada hará que Dios te ame menos.

Nunca nada hará que Dios te ame menos. Nada. Nada.

Rob Bell

DESDE UNA SILLA DE RUEDAS


Una mujer llamada Nancy puso el siguiente anuncio en su periódico local: Si se siente solo o tienen algún problema, llámeme. Yo estoy en una silla de ruedas y raras veces salgo. Podemos compartir nuestros problemas mutuamente. Sólo tiene que llamarme. Me encantaría conversar.

La respuesta a ese anuncio fue sorprendente: 30 llamadas o más por semana.

¿Qué motivó a esta mujer a querer llegar a los demás desde su silla de ruedas para ayudar a los necesitados?
Nancy explicó que antes de su parálisis había disfrutado de perfecta salud, pero se encontraba muy desesperada. Trató de suicidarse saltando desde la ventana de su apartamento, pero la caída la dejó paralítica de la cintura para abajo.

En el hospital, totalmente frustrada, percibió que Jesús le decía: Nancy, has tenido un cuerpo sano, pero el alma lisiada. Como resultado de esa experiencia entregó su vida a Cristo. Cuando finalmente le permitieron volver a la casa oró para encontrar una manera de compartir la gracias de Dios con los demás. por limitados que estemos por una enfermedad, ancianidad o incapacidad, aún podemos orar, lanar o escribir. Cualquiera que sea nuestra condición podemos ser testigos eficaces de Cristo.

Mateo 20:28. el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir

NO ASUMAS EN EL MATRIMONIO


Asumir en el Matrimonio puede ser una práctica que genera muchos problemas. ¡No asumas, asegúrate, con la actitud correcta!

Asumir es una práctica lamentablemente muy común entre los Matrimonios. Muchas veces asumimos que nuestro cónyuge está molesto(a) con nosotros por alguna señal que interpretamos incorrectamente. Esa mala interpretación puede producir un malestar en nosotros mismos, que a su vez transmitimos al cónyuge. ¡Entonces rápidamente podemos pasar de estar bien, a estar enojados y sin saber realmente porque!

Esto pasa esencialmente por falta de una buena comunicación. Muchas veces nos ha pasado con mi esposa, que por ejemplo, le preparo un delicioso desayuno con arepas y huevo, pero ese día ella no quería tomar ese desayuno. Yo asumí que a ella le gustaba ese desayuno, porque unos días antes ella me había comentado que le había gustado mucho. Y en realidad si le gusta, pero ese día específico no quería tomar ese desayuno. Esto, puede producir un malestar en el cónyuge que está sirviendo y considerar al otro como grosero o mal agradecido. Pero no es así. Simplemente la otra persona ese día no se siente bien para tomar ese desayuno. Es algo que le puede pasar a cualquiera.

En el diario vivir, se presentan muchas oportunidades para asumir algo equivocado y generar un desacuerdo o un mal entendido. Lo peligroso es que si ese matrimonio está un poco débil en su relación, entonces se puede provocar un problema aun mayor y podrían terminar en una discusión agresiva que va a dañar aún más la relación.

Filipenses 4:8. En esto pensad. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

La enseñanza de este versículo bíblico, es precisamente que asumamos para bien y no para mal. En cada circunstancia con tu cónyuge, no asumas que tu cónyuge te está mintiendo, no asumas que tu cónyuge te quiere hacer daño, no asumas que tu cónyuge se está aprovechando de ti, no asumas que tu cónyuge no te ama o no quiere estar contigo. Piensa más bien en todas las cosas buenas de tu cónyuge; sus buenas acciones, sus demostraciones de cariño y amor, aunque hayan sido pocas. Piensa en los dones y talentos de tu cónyuge, en vez de en sus defectos.

Y si tienes dudas, no asumas lo malo. Busca un momento oportuno cuando los dos estén calmados y solos y ábrele tu corazón. Exprésale lo que sientes, sin reclamar ni asumir, ni juzgar a tu cónyuge. Simplemente déjale saber cómo te sientes con respecto a alguna situación que ha pasado. Esta conversación debe tener el propósito de fortalecer la relación, no de dañarla. Esta actitud debe convertirse en un hábito de vida en el matrimonio.

Colosenses 3:12. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.

Es necesario también vestirse de humildad, de mansedumbre, de paciencia, para no presionar ni exasperar a tu cónyuge, sino que él o ella, pueda percibir una actitud en ti, que le va a permitir abrir también su corazón, reconocer los errores y pedir perdón para restaurar la relación. Cualquiera de nosotros que es confrontado(a) con una actitud de bondad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia, de seguro vamos a reaccionar positivamente; y esa es precisamente la idea. Que podamos sentir la confianza de decir la verdad de lo que sentimos, sin correr el riesgo de ser juzgados, acusados y heridos.

Si has sido muy crítico(a) con tu cónyuge, si has asumido cosas negativas, o si has pensado negativamente de él o ella, reconócelo delante de Dios primero y luego reconócelo delante de tu cónyuge y pídele perdón específicamente por esa actitud. Pon en práctica el mandamiento de Colosenses 3:12, se humilde y habla con tu cónyuge de este tema, con esa actitud de bondad, de mansedumbre y paciencia.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. ¡CUÍDALO!
Luis y Hannia Fernández

LOS ARGELINOS CONVERSOS AL CRISTIANISMO PRACTICAN SU NUEVA FE CASI EN LA CLANDESTINIDAD


SON UNOS 50.000, SEGÚN EL ARZOBISPO DE ARGEL

Llevar dos textos religiosos no islámicos se puede pagar con la cárcel en Argel. A pesar de ello, casi 50.000 personas se han convertido a la fe católica. Es el caso de Samir, que se ha tatuado una cruz en el pecho harto de que le arrancaran la que llevaba colgando al cuello.

«No he encontrado el camino de Dios en el Islam», dice, con asombroso coraje, Samir. Una frase ultraprofana para la mentalidad musulmana que no deja de acarrearle problemas a este argelino de 25 años. Abandonó el Corán y la mezquita y dejó de rezar cinco veces al día. Sus nuevos preceptos se recogen en el cristianismo, religión que adoptó hace nueve años. Entra por las puertas del arzobispado situado en un barrio popular de la capital, pero antes se detiene un instante para señalar una pequeña iglesia cuya campana dejó de sonar hace más de una década, cuando el Gobierno argelino la cerró, como hizo con todas las demás.

Samir ignora las depredadoras miradas de los policías que, vestidos de paisano, flanquean el edificio del arzobispado para vigilar cualquier movimiento que pueda quebrar algún principio del islam. «¡Nunca!». «¡Nunca, responde cuando se le pregunta si tiene miedo a la represión o a la cárcel por practicar un culto no musulmán.

Cruzada.Parece algo nervioso y sus manos no dejan de sudar, pero no porque tema por su vida al estar cometiendo «apostasía», según los islamistas. Es la primera vez que le entrevistan. De padres musulmanes, aunque no practicantes, el joven converso denuncia la cruzada contra todo culto no islámico en Argelia. Estas prácticas religiosas se desarrollan con la máxima discreción para esquivar a los tribunales o evitar astronómicas multas. Para vengarse de los enfrentamientos en los que se vio envuelto a causa de un collar con la cruz de Cristo que colgaba de su cuello y de los tirones diarios recibidos por parte de la Policía, decidió tatuarse en el pecho la cruz cristiana. «A ver quién se atreve ahora a arrancármela», insiste, mientras se desabrocha la camisa para dar prueba de su «amor a Dios». «¡Puedes sacar la cámara si quieres, exclama.

Samir es casi una excepción. Cristiano, convicto y confeso, arriesga mucho declarándose públicamente converso. De momento ha perdido su trabajo como cocinero en un prestigioso restaurante de Argel, y también a un amigo, que la última vez que lo vio le espetó: «Yo no soy más tu hermano». Para la mayoría de los conversos - más de 50.000, casi todos protestantes - el miedo no es solo a tener que purgar una pena de seis meses de cárcel, sino a ser expulsados del domicilio familiar y a perder amigos. Estos temores les obligan a practicar la religión de forma clandestina. «La presión social es mucho más fuerte que la de las autoridades, y no todo el mundo lo soporta», continúa el joven que antes de marcharse esconde una Biblia bajo su chaqueta. Con dos textos religiosos ya se comete el delito de hacer proselitismo, por el que curas y monjas han sido expulsados en los últimos años.

Acoso endurecido.
El arzobispo de Argel, monseñor Ghaleb Bader, recibe a EL PERIÓDICO en su despacho, y aún recuerda con cara apenada la expulsión el pasado año del pastor Hugh Jones, de 74 años, quien pasó toda su vida en Argelia. «¡45 años viviendo en este país! ¿Te acuerdas de su caso, pregunta Bader, aún sorprendido. A su juicio, la creciente presencia de argelinos cristianos y la repercusión que tuvo en los medios de comunicación llevó a las autoridades a endurecer el acoso contra la comunidad cristiana. Desde el 2006, una ley castiga por rezar fuera del templo. «Ni siquiera puedes orar en tu casa», dice indignado. La ley ha puesto fin a toda tolerancia con los encuentros entre curas e inmigrantes en el bosque, por ejemplo.
Bader lleva solo cinco meses en el país y desde que se levanta hasta que se acuesta, es vigilado por la policía secreta. Pero no pierde su optimismo. «, hay presión, pero no pueden meter en la cárcel a los 50.000 convertidos». Según Bader, el avance del cristianismo es un hecho que responde a la desconfianza de la población hacia los musulmanes fundamentalistas que, integrados en Al Qaeda, «matan en nombre de Alá».
Beatriz Mesa/El Periódico

LE BLANC, EL MONASTERIO BENEDICTINO QUE ACEPTA A RELIGIOSAS CON SINDROME DE DOWN


DESDE HACE MÁS DE VEINTE AÑOS

La comunidad francesa de las Hermanitas Discípulas del Cordero acoge desde hace más de veinte años a religiosas con esta discapacidad en su congregación. Son contemplativas, siguen la regla de San Benito y viven felices su vocación junto a otras hermanas «válidas», porque la discapacidad más grave viene del pecado.

Hace apenas unos días que un actor con síndrome de Down, Pablo Pineda, ganaba el premio al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián, con una película («Yo, también») que habla de amor, de ternura y de la capacidad del ser humano para romper barreras. La misma historia que se lleva viviendo desde hace 24 años en el monasterio de Le Blanc, en Francia. Allí, la comunidad de Hermanitas Discípulas del Cordero acoge a jóvenes con síndrome de Down en su congregación. Una característica atípica en el mundo de las comunidades religiosas, donde las exigencias propias de algunas congregaciones hacen muy difícil esta integración.

La posibilidad de que una persona con discapacidad pueda formar parte de una comunidad depende de los requerimientos de cada una: «Lo importante es que esta discapacidad no constituya un obstáculo o dificultad insuperable para poder llevar adelante la vida propia de la congregación, orden o instituto. No se trata de una especie de discriminación, sino más bien de un acto de caridad para con estas personas, pues puede ser muy frustrante para ellas el no poder realizar aquello a lo que se han comprometido al emitir los votos», explican desde la web
www.vocación.org.
Pero para las Discípulas del Cordero, no existe impedimento alguno. Fundada en 1985, su vocación es eminentemente contemplativa, basada en la Regla de San Benito y en el camino de la Infancia Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesús, y ofrece a las jóvenes con síndrome de Down la posibilidad de realizar su vocación religiosa, acompañadas por otras Hermanas «válidas» de la comunidad.

Para Dios no hay obstáculos.
«Aunque en el ámbito del espiritual, los términos de validez y de discapacidad deben relativizarse», afirma la hermana Line, responsable de la comunidad. «La discapacidad más grave ¿acaso no es la producida por el pecado, que obstaculiza la vida de Dios en el alma, se pregunta. «Una persona que acoge plenamente la gracia se construye y se abre también humanamente», asegura.La vida cotidiana se ajusta al «ora et labora» benedictino: participan en la misa, hacen oración y realizan trabajos de costura, bordados, repostería, etc. La comunidad está asistida por el monasterio benedictino de Fontgombault. Hoy, la comunidad reúne bajo el mismo techo a diez hermanas, felices por igual.
Mar Velasco/La Razón

EL TRIBUNAL DEL SANTO OFICIO O INQUISICIÓN


¿La «leyenda negra» de la Inquisición, más que leyenda es una realidad histórica?

La Inquisición fue y sigue siendo un tribunal polémico para el gran público. Los historiadores se han ocupado de esta institución de modo científico y sin prejuicios ideológicos, especialmente desde un Congreso internacional celebrado en Cuenca en 1978. Recientemente la Santa Sede ha convocado en Roma a expertos de diversos credos y nacionalidades para clarificar la actuación histórica del Santo Oficio. Sobre este argumento responde para Escritos ARVO, Beatriz Comella, autora del libro La Inquisición española (Rialp, 1988; 3ª edición en noviembre 1999).

¿Cuándo y por qué nació el Tribunal de la Inquisición?
El primer tribunal inquisitorial para juzgar delitos contra la fe nació en el siglo XIII. Fue fundado por el Papa Honorio III en 1220 a petición del emperador alemán Federico II Hohenstaufen, que reinaba además en el sur de Italia y Sicilia. Parece que el emperador solicitó el tribunal para mejorar su deteriorada imagen ante la Santa Sede (personalmente era amigo de musulmanes y no había cumplido con la promesa de realizar una cruzada a Tierra Santa) y pensó que era un buen modo de congraciarse con el Papa, ya que en aquella época el emperador representaba el máximo poder civil y el Papa, el religioso y, era conveniente que las relaciones entre ambos fueran al menos correctas. El romano pontífice exigió que el primer tribunal constituido en Sicilia estuviera formado por teólogos de las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos) para evitar que se desvirtuara su misión, como de hecho intentó Federico II, al utilizar el tribunal eclesiástico contra sus enemigos.

¿Existía en el siglo XIII alguna razón de justificara la creación de ese tribunal que consideraba la herejía como delito punible?
Conviene aclarar que los primeros teólogos cristianos de la talla de Tertuliano, San Ambrosio de Milán o San Martín de Tours sostuvieron que la religión y la violencia son incompatibles. Eran más partidarios de la doctrina evangélica que recomienda corregir y amonestar a quien dilapida el bien común de la fe. La represión violenta de la herejía es, como ha señalado Martín de la Hoz, un error teológico de gravísimas consecuencias, implicado en la íntima relación que de hecho se trabó entre el poder civil y la Iglesia en la Edad Media. La herejía pasó a ser un delito comparable al de quien atenta contra la vida del rey, es decir, de lesa majestad, castigado con la muerte en hoguera como en el siglo IV, bajo los emperadores Constantino y Teodosio.

A principios del siglo XIII aparecieron dos herejías (albigense y valdense) en el sur de Francia y norte de Italia. Atacaban algunos pilares de la moral cristiana y de la organización social de la época. Inicialmente se intentó que sus seguidores abandonaran la heterodoxia a través de la predicación pacífica encomendada a los recién fundados dominicos; después se procuró su desaparición mediante una violenta cruzada. En esas difíciles circunstancias nace el primer tribunal de la Inquisición.

Es lógico, pues, que la Inquisición resulte una institución polémica.
Desde luego, porque, afortunadamente, hoy sabemos que es injusto aplicar la pena capital por motivos religiosos. Los católicos de fin del siglo XX conocemos la doctrina del Concilio Vaticano II sobre la libertad religiosa, que coincide, en sus planteamientos básicos con la de muchos teólogos cristianos de los cuatro primeros siglos de nuestra era. Por este motivo, el Papa Juan Pablo II en su Carta Apostólica Tertio Milenio Adveniente (10-11-94) ha subrayado la necesidad de revisar algunos pasajes oscuros de la historia de la Iglesia para reconocer ante el mundo los errores de determinados fieles, teniendo en cuenta la unión espiritual que nos vincula con los miembros de la Iglesia de todos los tiempos.

¿Entonces, la «leyenda negra», más que leyenda es una realidad histórica?
Es preciso advertir que la polémica sobre la Inquisición se nutre de otra actitud muy distinta a la ya expuesta; me refiero a la ignorancia histórica, la falta de contextualización de los hechos, el desconocimiento de las mentalidades de épocas pasadas, la escasez de estudios comparativos entre la justicia civil y la inquisitorial... Todo esto contribuye a formar no sólo una polémica justificada sino una injusta leyenda negra en torno a la Inquisición.

¿Qué hay, pues, de verdad sobre la actividad de la Inquisición, concretamente en España?
Se formaron los primeros tribunales en 1242, a partir de un Concilio provincial de Tarragona. Dependían del obispo de la diócesis y, por regla general, su actuación fue moderada. Con la llegada de los Reyes Católicos al poder, el Santo Oficio cambió de modo notable. Isabel y Fernando consideraron que la unidad religiosa debía ser un factor clave en la unidad territorial de sus reinos. La conversión de las minorías hebrea y morisca era la condición para conseguirlo; algunos se bautizaron con convencimiento, otros no y éstos fueron perseguidos por la Inquisición.

En 1478 los Reyes Católicos consiguen del Papa Sixto IV una serie de privilegios en materia religiosa, entre ellos, el nombramiento del Inquisidor General por la monarquía y el control económico del Santo Oficio. Por otra parte, la actitud de los cristianos ante las comunidades judía y morisca en España fue muy variada a lo largo de la Historia. Había judíos asentados en España desde el final del Imperio Romano. Durante la etapa visigoda fueron tolerados y perseguidos en distintas épocas. Algunos reyes castellanos y aragoneses supieron crear condiciones de convivencia pacífica, pero el pueblo llano no miraba con buenos ojos a los hebreos prestamistas (el interés anual legal de los préstamos ascendía al 33%); además se les consideraba, de acuerdo con una actitud muy primaria, culpables de la muerte de Jesucristo. El malestar se transformó a finales del siglo XIV en revueltas y matanzas contra los judíos en el sur y levante español.

Los Reyes Católicos no sentían animadversión personal contra los hebreos (el propio rey Fernando tenía sangre judía por parte de madre) y en su corte se hallaban financieros, consejeros, médicos y artesanos hebreos. Los judíos vivían en barrios especiales (aljamas) y entregaban tributos directamente al rey a cambio de protección. El deseo de unión religiosa y de evitar matanzas populares impulsaron a los Reyes a decretar la expulsión de los judíos españoles (unos 110.000) en marzo de 1492. La alternativa era recibir el bautismo o abandonar los reinos, aunque se preveían consecuencias económicas negativas en los territorios españoles. Sólo unos 10.000 hebreos se adhirieron a la fe cristiana y, entre ellos, bastantes por intereses no religiosos. Entonces surgió el criptojudaísmo, la práctica oculta de la religión de Moisés mientras se mantenía externamente el catolicismo. Contra estos falsos cristianos, como se ha dicho, actuó la Inquisición.
Respecto a los moriscos, unos 350.000 en el siglo XV, la política fue similar. Se intentó de modo más o menos adecuado su conversión tras la toma de Granada, pero al comprobar que su asimilación no era satisfactoria se procedió a la expulsión de los no conversos, tras violentos enfrentamientos, en 1609, bajo el reinado de Felipe III. Durante el siglo XVII aparece con fuerza el fenómeno social de la limpieza de sangre: para acceder a determinados cargos u oficios era necesario ser cristiano viejo, es decir, no tener sangre judía o morisca en los antepasados recientes.

¿Qué delitos juzgaba el Tribunal de la Inquisición y cuáles eran las penas?
Inicialmente el tribunal fue creado para frenar la heterodoxia entre los bautizados: las causas más frecuentes eran las de falsos conversos del judaísmo y mahometismo; pronto se añadió el luteranismo con focos en Sevilla y Valladolid; y el alumbradismo, movimiento pseudo-místico. También se consideraban delitos contra la fe, la blasfemia, en la medida que podía reflejar la heterodoxia, y la brujería, como subproducto de religiosidad. Además, se perseguían delitos de carácter moral como la bigamia. Con el tiempo se introdujo el delito de resistencia al Santo Oficio, que trataba de garantizar el trabajo del tribunal.

La pena de muerte en hoguera se aplicaba a hereje contumaz no arrepentido. El resto de los delitos se pagaban con excomunión, confiscación de bienes, multas, cárcel, oraciones y limosnas penitenciales. Las sentencias eran leídas y ejecutadas en público en los denominados autos de fe, instrumento inquisitorial para el control religioso de la población.

Desde el siglo XIII, la Iglesia admitió el uso de la tortura para conseguir la confesión y arrepentimiento de los reos. No hay que olvidar que el tormento era utilizado también en los tribunales civiles; en el de la Inquisición se le dio otra finalidad: el acusado confeso arrepentido tras la tortura se libraba de la muerte, algo que no ocurría en la justicia civil. Las torturas eran terribles sufrimientos físicos que no llegaban a mutilar o matar al acusado.

Una figura inevitable en la polémica sobre la Inquisición es Torquemada. ¿Es tan fiero el león como lo pintan? ¿Qué hubo en los juicios contra Carranza y Antonio Pérez?
Fray Tomás de Torquemada fue Inquisidor General entre 1485 y 1496. Gozó de la confianza de los Reyes Católicos. Lo cierto es que no existe todavía una biografía definitiva sobre este importante personaje. Desde luego sentía animadversión hacia los judíos e influyó decisivamente en el decreto de expulsión de 1492, sin embargo no era sanguinario, como cierta leyenda injustificada pretende hacernos creer, aunque sí es obvio que presidió el tribunal en años de intensa actividad. No obstante, redactó una serie de normas y leyes para garantizar el buen funcionamiento del tribunal y evitar abusos.

Carranza era arzobispo de Toledo y Primado de España. Fue acusado injustamente de luteranismo y condenado a la pena capital por la inquisición española; por tratarse de un prelado, la causa se inició con el permiso de Roma y fue revisada por el Papa que no vio motivos proporcionados para tal veredicto. Aunque éste no llegó a aplicarse, Felipe II destituyó a Carranza para subrayar la autonomía del tribunal español respecto a la Santa Sede. Antonio Pérez era secretario del rey y fue acusado de asesinato; como consiguió huir de la justicia de Castilla, la Inquisición le imputó de ciertos cargos para poder detenerlo. El reo salió de España y dio a conocer su caso en las cortes de Francia e Inglaterra. Es un claro ejemplo de utilización política del tribunal por parte del rey, que supo airear oportunamente su antiguo secretario. Por otra parte, los casos de Carranza y Pérez ponen de relieve algo característico del Tribunal de la Inquisición: su poder no hacía distinciones a la hora de acusar a prelados, cortesanos, nobles o ministros; fue, en ese sentido, un tribunal democrático con una jurisdicción sólo inferior a la del Papa.

¿Cuál fue la actitud del Santo Oficio español ante la brujería?
En España hubo pocos casos de brujería en comparación al resto de Europa. Fue un fenómeno más destacado entre la población bautizada de los territorios americanos, por el apego a sus ritos y tradiciones seculares. En la Península fueron desgraciadamente famosas las brujas de Zugarramurdi (Navarra) condenadas en 1610. Desde entonces se tuvo en cuenta la acertada observación de un inquisidor, para quien cuanto menos se hablara de ellas, menos casos habría; la Inquisición prefirió considerarlas personas alucinadas o enfermas.

Otra cuestión espinosa que suscita la Inquisición es el número de víctimas ¿es posible saber cuántas fueron?
La Inquisición tuvo una larga vida en España: se instauró en 1242 y no fue abolida formalmente hasta 1834 durante la regencia de María Cristina. Sin embargo, su actuación más intensa se registra entre 1478 y 1700, es decir, durante el gobierno de los Reyes Católicos y los Austrias. En cierto sentido no se puede calcular el número de personas afectadas por la Inquisición: la migración forzosa de millares de judíos y moriscos; la deshonra familiar que comportaba una acusación del tribunal durante varias generaciones; la obsesión colectiva por la limpieza de sangre, lo hacen imposible.

Respecto al número de ajusticiados no hay datos definitivos porque hasta ahora no se han podido estudiar todas las causas conservadas en archivos. Aunque parciales, son más próximos a la realidad los estudios realizados por los profesores Heningsen y Contreras sobre 50.000 causas abiertas entre 1540 y 1700: concluyen que fueron quemadas 1.346 personas, el 1,9% de los juzgados. Es posible, aunque la cifra no sea definitiva, que los ajusticiados a lo largo de la historia del tribunal fueran unos 5.000. Afortunadamente, el cristianismo, a diferencia de las ideologías, tiene siempre una doctrina buena, cierta y definitiva que le permite rectificar los errores prácticos en los que pueden incurrir algunos de sus miembros: el Evangelio.

Beatriz Comella es licenciada en Geografía e Historia. Imparte seminarios de Historia y Filosofía en el Colegio Mayor Zurbarán de Madrid. Ha publicado, además del libro indicado, un ensayo sobre el caso Galileo; colabora con artículos de opinión en unos 60 diarios y revistas.
Autor: Beatriz Comella/Jorge Balvey