LO ANUNCIÓ AL CUMPLIR 60 AÑOS, EN UN MENSAJE CON CONNOTACIONES ESPIRITUALES
Rob Schneider, en una escena de 'Animal' (2001).
El actor californiano Rob Schneider cumplió 60 años el 31 de octubre y
lo celebró en X (Twitter) con un post esa misma noche en el que anunció de
pasada su conversión al catolicismo, sin dar más detalles. Eso sí, rodeó el anuncio
de algunas consideraciones espirituales con el tono desenfadado que cabe esperar de
uno de los más celebrados cómicos del cine y la televisión estadounidenses.
Rob es hijo de padre judío y madre católica de origen filipino y nombre Pilar. Ha estado casado tres veces y tiene tres hijas de dos de esos
enlaces, la mayor de ellas la cantante Ellen King.
Entre 1988 y 1994 fue uno de los
humoristas estrella del late show Saturday
Night Live, de la NBC, con numerosas caracterizaciones
e imitaciones que le
hicieron muy conocido en la televisión. En la gran pantalla ha hecho papeles
secundarios en producciones de primer nivel, como Juez Dredd (1995)
o La vuelta al mundo en 80 días (2004), además de ser protagonista en comedias como Animal (2001)
o Este cuerpo no es el mío (2002).
Políticamente, Rob Schneider
apoyó siempre a los demócratas y desde 2013 a los republicanos, pero
recientemente cargó contra ellos para apoyar al candidato presidencial ahora
independiente Robert F. Kennedy Jr.
La razón principal de su
desafección hacia el establishment demócrata fue la gestión demócrata
en su estado natal de California, que
ha producido, sobre todo en los últimos años, el éxodo de cientos de miles de
personas a los
estados colindantes e incluso a Florida. Huyen de unas políticas crecientemente
intervencionistas, ideológicamente radicales woke,
con altos impuestos, inseguridad y empobrecimiento.
Asimismo, Robbie (diminutivo con
el que firma el tuit) se posicionó virulentamente contra los confinamientos, restricciones, mascarillas y vacunas impuestos por los gobiernos en los años 2020
y 2021. Lo hizo con tanta vehemencia, que en el mensaje de su conversión pide
perdón por si faltó a la caridad cristiana al hacerlo.
Rob Schneider comienza celebrando
la vida y su familia, como introducción a esta reflexión: "A los 60", afirma en su mensaje en Twitter, "te das cuenta de la auténtica fragilidad
de la vida y de la caducidad de todo: un humilde reconocimiento
de que hay un límite temporal para todas las cosas y de que el designio
de Dios, aunque perfecto, es hermoso más allá de su brevedad".
"A los
ateos: Dios os ama", continúa: "El error que cometéis es pensar que el Universo es algo
estúpido que da lugar a cosas y se expande ignorante, sin razón
ni inteligencia. Y que, de alguna forma, los seres humanos, con nuestra
inteligencia, somos una especie de 'raro' accidente. A vosotros os digo: si hay
algo de amabilidad, empatía, compasión y amor... es porque lo encuentras en los
demás".
"Dado que soy
un reciente converso al catolicismo, pido disculpas por haber
faltado al perdón de Cristo con mis semejantes. Estaba muy
irritado con quienes cerraron las escuelas -en realidad, cerraron el mundo
entero- y obligaron a otros a hacer cosas contra su voluntad que además
hirieron profundamente a mucha gente. Les ofrezco mi perdón incondicional",
afirma, y detalla ese perdón -con cierto tono
irónico- respecto a algunos casos de personas que le marginaron o denigraron
por rechazar el confinamiento, la mascarilla o la vacunación.
"Me obliga a
ser humilde", concluye, "el ejemplo de mi madre Pilar,
que fue capaz de perdonar a los ocupantes de Filipinas durante la Segunda
Guerra Mundial que mataron a sus dos hermanos. A fin de cuentas, el perdón mismo
es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos, porque nos
libera como Cristo quiere que seamos libres. Pues Su regalo del
perdón final y sin límites es realmente un regalo para toda la humanidad. Que
Dios os bendiga a vosotros y a vuestras familias ahora y siempre".
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