Este 2 de octubre se inicia la novena a San Juan XXIII, el Papa que inauguró el Concilio Vaticano II, el evento eclesial más importante en el siglo XX, que marcó un antes y después en la Iglesia Católica, especialmente con la celebración de la Misa.
“Oh, Espíritu Santo
Paráclito, (...) haz fuerte y continua la oración que elevamos en nombre del
mundo entero; apresura para cada uno de nosotros el tiempo de una profunda vida
interior; impulsa nuestro apostolado, que quiere llegar a todos los hombres y a
todos los pueblos”, expresó alguna vez San Juan XXIII, cuya fiesta es el 11 de octubre.
Cercanos a la celebración del llamado “Papa
Bueno” por su sencillez y cercanía, aquí una novena para pedir su
intercesión.
PRIMER
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre
todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa
porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Primer día: Juan XXIII
elegido por Dios
A Jesús le decía su apóstol Natanael: “de Nazareth puede salir algo
bueno”. El pueblo de Jesús era de mala fama, era pobre y no de los
pueblos conocidos o de prestigio. Juan XXIII era del campo, de una
familia que vivía de las cuatro vacas y del trabajo de sol a sol en la finca de
un rico agricultor de su pueblito. Su familia era numerosa y realmente
católica. Dios nos conduce por los caminos de la vida, San Pablo decía,
“el Señor me abrió una puerta para que me diera cuenta de lo que tenía que
hacer, dónde predicar el evangelio”. En la vida de todos nosotros hay puertas
abiertas o cerradas, hay momentos oscuros, sendas estrechas y caminos fáciles
de recorrer. En todas las situaciones de la vida, según nuestro Señor
Jesucristo, está la mano y el cuidado del Padre con nosotros. Por eso el
Señor nos dice que el Padre Dios tiene bien contados todos nuestros pelos,
alimenta los pájaros del cielo y viste elegantemente las flores del campo.
El joven Angelo, más tarde Juan XXIII, se acordaba siempre con mucho
agrado de donde él era. Durante toda la vida el Papa mantuvo contacto con
su familia y su campo porque sabía que Dios lo había conducido por estas vías.
Tambiénnosostros somos de nuestro pueblo, de nuestro campo o de una
ciudad de Puerto Rico. Así Dios ha conducido a Juan XXIII pero también a
nosotros y lo hará en el futuro.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
SEGUNDO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Segundo día: Católico
desde el primer día.
El día 25 de noviembre de 1881, nació Angel Guiseppe Roncalli de una
familia modesta que ya tenía 3 hijas. El mismo día, por la tarde, la
mamá, acompañada por su esposo, llevó al recién nacido a la Iglesia para que se
bautizara ese mismo día. Porque Dios era primero, el centro y el fin de
su vida y así lo querían para su hijito. Por eso, se bautizó el primer día de
su vida, el día de su nacimiento. En la familia aumentó el número de los que
comían a 28, durante los años que Angelo pasó con sus familiares, ya que la
familia estaba compuesta de los padres, abuelos, tíos y tías con sus
respectivos hijos. Todos vivían bajo el mismo techo. En el día del
bautismo no se notaba ninguna señal extraordinaria del bebé que hiciera pensar
a alguien que este niño llegaría a ser el sucesor de San Pedro o algo grande. A
todos nosotros nos ha pasado algo parecido. Somos de una familia católica y
pronto después del nacimiento la gracia del bautismo nos convirtió en un hijo
de Dios y miembro de la Iglesia Católica. Conociendo la realidad de nuestras
familias sabemos que no todos tienen la dicha de ser de una familia bien
ordenada y haber recibido una educación católica. Por ello es importante ayudar
especialmente a los que han sufrido por la desintegración de su familia, y por
la falta de una educación católica.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
TERCER
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Tercer día: Juan XXIII
y su familia.
Los días de nuestra novena son de reflexión sobre la vida de Juan XXIII,
de nuestra propia vida y del futuro de nosotros y de los demás. La familia
campesina del futuro Papa era católica y todos los días rezaba el Santo Rosario
por la noche. El tío Zaverio leía la Biblia y el periódico católico por la
noche en voz alta porque la familia no tenía ni radio, ni televisor. Su
tío funcionaba como catequista de la familia e informaba sobre lo que pasaba en
el mundo leyendo el periódico de Bergamo. Con seis años mandaron al jovencito
Angelo a la escuela de la Parroquia y porque progresaba bastante, de allí lo
enviaron a la Parroquia vecina, donde el párroco enseñaba latín. Más
tarde se hizo alumno del seminario menor de la Diócesis de Bargamo. La
experiencia en su casa fue favorable para toda la vida y por eso escribió en el
año 1932: “La educación que deja más profunda huella es siempre la que se
recibe en su casa. Yo he olvidado muchas cosas, que he leído en los
libros, pero recuerdo perfectamente lo que aprendí de mis padres y de mis
mayores”.
En el hogar se aprende lo que es el valor de la familia, del matrimonio,
lo que es una mujer, una madre, un papa, ser hijo y hermano. Es cierto que en
su casa uno aprende a amar y a ser amado, comprender y ser comprendido,
sentirse protegido y proteger, perdonar y ser perdonado, ser feliz, contento,
seguro, misericordioso, obediente y sobre todo pertenecer o ser de una familia.
El Papa Juan XXIII era de una verdadera familia. Durante toda su vida era
agradecido a Dios por este regalo.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
CUARTO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado
de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Cuarto día: Las normas
de su vida
Por su aspecto físico y por sus intenciones personales calificaba la
cura de atención a las almas para ser cura rural, un hombre de oración, de
misa, de devociones populares. Juan XXIII servía para eso y, como la historia
probó, para mucho más. Su vida es una enseñanza para nosotros, es un
testimonio, es un estímulo para la vida cristiana y la santificación. Él era un
gran hombre de Dios. No trataba de imponerse ni de imponer; oraba y
perdonaba, por eso lo llamaban Juan el bueno. Él se olvidaba de las ofensas.
No se preocupaba de una vanidosa elegancia, ni trata de ganar simpatías.
Era un hombre de diálogo profundo con Dios, en la oración y muy capaz de
dialogar con los demás. La vida era un servicio, como su maestro Jesucristo que
no había venido para ser servido, sino para servir, Juan XXIII había aprendido
a someter el propio yo, a la voluntad de Dios y sus superiores. Fue un
hombre firme y rígido en sus principios, pero flexible por su comprensión y
caridad. Se decía que él nunca mentía. Su vida fue reconocida como un paso
hacia el futuro. Era un revolucionario como los santos, los profetas y un
hombre del evangelio del pobre, humilde y misericordioso. Él decía que el alma
del apostolado era el silencio y la contemplación, la interioridad, la pobreza,
los medios consagrados, la sencillez de palabras y métodos. Practiquemos lo que
el beato hacía; hablar con la vida, corregir con humildad.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
QUINTO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Quinto día: Juan XXIII
y su vocación
Querido beato Juan XXIII: Ya conozco algunos momentos de tu vida. Sé que
fuiste bautizado, un día ordenado sacerdote, más tarde Obispo, cardenal,
nuncio, arzobispo de Venecia y por fin Papa de la Iglesia. Admiro tu
generosidad. Dijiste que sí a la voluntad de Dios y sabías que su voluntad es
amor de Él. Con tu obediencia te acercaste a nuestro Señor cuya vida era hacer
la voluntad de su Padre Celestial. Fuiste como Abraham, saliste de tu tierra y
llegaste ya anciano a Roma para ser Papa. Te pusiste el nombre de Juan por tu
amor a Juan, el evangelista y a Juan Bautista, que era el precursor de Cristo.
Me sorprende que nunca pusieras un pero, nunca abusaste de tu inteligencia para
buscar un pretexto, una excusa barata. Tu amor a la Virgen María te hacía decir
sí a una madre firme y humilde. En cambio yo soy muy distinto, busco
escapes, pretextos. Tengo un doctorado de excusas, fácilmente me escondo, no
escucho, no obedezco, no soy generoso como el Señor y con la Iglesia. Tomaste
en serio tu vocación cristiana, sacerdotal y papal, tu vocación a la santidad.
Admiro tus renuncias a la mediocridad. Quiero imitar tu entrega de corazón,
porque no buscaste ni prestigio, ni puestos elevados. Fuiste desde tu casa un
muy obediente con amor, humildad, y audacia. Has sido un hombre ejemplar. Yo
quiero ser de los tuyos, que llevan tu amor, y compartir tu amor a la Iglesia,
este amor que siento como tú por la Iglesia Universal, pero especialmente por
la de mi patria.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
SEXTO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Sexto día: Juan XXIII
en las rutas de la Providencia de Dios
Virgen María, Madre de la Providencia: Juan XXIII era tu hijo como Juan
Pablo II quien tenía en su lema papal: “Soy todo tuyo”. La Madre de Dios
es siempre instrumento de Dios, esposa del Espíritu Santo, Madre de Dios Hijo e
hija de Dios Padre. Tú Señor, enseñaste a Juan XXIII en el rosario, a unir
siempre el gozo, el dolor y la Gloria de la vida, como la Madre se unió a tu
Persona. Ayúdanos querida Virgen de la Providencia a confiar en ti, a aceptar
las inspiraciones del Espíritu Santo, la ruta de la fe en todas las
conducciones de la Providencia. Virgen María, haznos luchar heroicamente contra
las tentaciones de la carne. Danos valor para callar y mantener la calma ante
las ofensas y peligros. Danos fuerza para guardar lo que no debemos revelar. Necesitamos
tu apoyo para vivir como cristianos los momentos de la cruz.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
SÉPTIMO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Séptimo día: Elegido
para ser Papa
Señor Jesús: Tú regalaste a tu servidor Angelo Quiseppe Roncalli, el
privilegio de ser Papa de nuestra Iglesia. Tú sabes que no era el favorito
entre los candidatos al papado, pero Tú, Señor, lo elegiste. Para imitarte e
imitar a dos de tus primeros colaboradores; Juan el Evangelista, tu discípulo
preferido, y a tu precursor Juan Bautista, y por querer ponerse humildemente en
la fila de 22 papas que ya habían llevado el nombre de Juan. Por eso, él
escogió este nombre. El aceptó ser cabeza visible de tu Iglesia, Señor, sucesor
de Pedro y de 262 Papas, entre ellos santos, mártires y hombres pecadores.
El Cardenal Roncalli aceptó el cargo del Papado, sabiendo que tenía que
pastorear tus ovejas y fortalecer la fe de tu rebaño. Había sido toda su vida
un cura rural y más tarde a través del Concilio del Vaticano Segundo, se hizo
uno de los Papas más importantes de la historia. Gracias a ti Señor, porque los
últimos serán los primeros y el que quiere ser primero sera el servidor de
todos. Así el Papa Juan XXIII vivió los años de su ministerio papal,
murió así y se perfeccionó.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
OCTAVO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Octavo día: Juan XXIII
y el Santo Espíritu de Dios:
Gracias Espíritu Santo, por haber engendrado en María a Jesús, por haber
ungido a Jesús como Mesías en el día del bautismo, por haber fortalecido y
llenado con tu presencia a los apóstoles en el cenáculo el día de Pentecostés y
por haber estado presente en la Iglesia hasta el día de hoy. Muchas
gracias por haber inspirado al Papa Juan XXIII a convocar el concilio y ayudar
así a la Iglesia para un Nuevo Pentecostés. Los que habían pensado que Juan
XXIII, por su edad y su sencillez, no podía hacer una gran cosa como Papa, se
equivocaron. Todos quedaron sorprendidos. En realidad la Iglesia no es de
los hombres, es de Dios, guiada por ti, Espíritu Santo y capacitada por ti para
continuar la obra salvífica de Cristo para los hombres.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
NOVENO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN XXIII
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos,
líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan
altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad
y obediencia.
Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las
iglesias, la caridad para todos los hombres.
Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como
fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera
especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor,
bendícelas y líbralas de todo mal.
Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María.
Amén.
Noveno día: La muerte
de Juan XXIII
Querido Beato Juan XXIII: En esta novena te hemos pedido, si fuera
posible, vivir el evangelio de Cristo como tú. Cuando el médico te diagnosticó
un tumor canceroso, dijiste; “No te preocupes por mí, porque mi equipaje está
preparado y yo estoy dispuesto a partir”. Con tranquilidad hablaste a tus
hermanos y hermanas diciendo, “soy feliz porque dentro de muy poco veré a
nuestros Padres en el cielo.
Por eso dijiste al doctor: “No se esfuerce, lo entiendo, estoy
preparado”. Especialmente gracias Santo Padre Juan XXIII que nos dijiste: “yo
soy tu hermano”, pero no solamente de nosotros los católicos, sino de todos los
hombres. Dame la fuerza de ser un hermano de todos y convertir al mundo entero
en una patria, una tierra de hermanos en amor y paz. Amén.
Oración a San Juan
XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII,
llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del
don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de
un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz
y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque,
como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del
cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia
particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran
intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el
ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y
danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para
vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de
nosotros en esta tierra.
Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite
que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el
Espíritu Santo. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Redacción ACI Prensa
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