El grupo Lions for Life (Leones por la Vida), integrado por niños de un colegio católico de nivel primaria, inician cada mes rezando el Rosario para pedir a la Virgen María que proteja a los niños por nacer y ayude a los adultos a “decidir elegir la vida” en Estados Unidos.
CeCe y Abby son dos niñas y alumnas de séptimo grado de primaria que
comienzan cada mes levantándose muy temprano para rezar el Rosario con sus
compañeros de clase por los niños por nacer.
“Creemos que es importante ser parte de Lions for
Life para rezar por las madres que están pensando en abortar a sus bebés”, dijeron las niñas a CNA-agencia en inglés del Grupo ACI. “Esperamos que nuestras oraciones les ayuden a decidir
elegir la vida”, agregaron.
Ellas, junto con más de otros 300 estudiantes, asisten a la escuela
católica Santo Tomás Moro en Centennial, Colorado, un suburbio de Denver
(Estados Unidos).
La misión de la escuela primaria es llevar a los estudiantes a
Jesucristo y prepararlos “para servir a la Iglesia
y la comunidad ahora y en el futuro”, a través de una educación de
calidad. También ofrece a los estudiantes la oportunidad de participar en
varios grupos, programas y actividades extracurriculares.
Uno de estos es Lions for Life, un grupo de oración en el que los
alumnos se reúnen para rezar el Santo Rosario por la protección de los bebés en
el vientre materno y el fin del aborto.
La directora de Lions for Life es Kira Weiland, una maestra de estudios
sociales de sexto y séptimo grado del colegio católico. Ella explicó que heredó
el grupo en 2015 y que el programa se inició hace 10 años gracias a la
iniciativa de una exmaestra.
El grupo está abierto a estudiantes de todos los grados y sus reuniones
son los primeros jueves de cada mes a las 7:10 a.m., antes de que comiencen las
clases. Para los estudiantes, el tiempo que usan en el grupo es bien invertido.
Jonathan, un estudiante de séptimo grado, dijo a CNA que “levantarse más temprano para unirse al rezo en Lions for
Life es una causa digna, porque honramos a Dios con nuestras oraciones”.
Por su parte, Weiland comentó que el compromiso y actitud de los estudiantes
que participan en el grupo hace, en parte, que sea tan gratificante dirigirlo.
Destacó “el hecho de que estén dispuestos a
levantarse temprano, entrar y orar por los bebés en el mundo, y que se
preocupen profundamente por eso, lo suficiente como para llegar temprano a las
reuniones”. “Realmente, la parte gratificante es verlos vivir su fe”, agregó.
Weiland explicó la dinámica de oración del grupo y aseguró que la forma
en que los niños rezan el Santo Rosario es especial.
“Cada misterio [del Rosario] tiene una oración
específica relacionada con rezar por el respeto a toda vida”, dijo. Explicó que primero el grupo repasa y reza esas oraciones
específicas y luego Weiland delega a los niños la responsabilidad de dirigir
los rezos.
“Es muy, muy dulce de ver”, dijo Weiland, y explicó que primero “tendremos
a los niños pequeños” y luego a los más grandes, que serán quienes “dirigirán el rezo del Rosario”. “Probablemente [los
niños] del tercero al octavo [grado] se ofrecerán como voluntarios para dirigir
el [rezo] del Rosario”, aseguró.
Otros maestros del colegio de Santo Tomás Moro expresaron su apoyo al
grupo de oración.
“Las oraciones de los niños por intercesión de
María, la Madre de todos, son algunas de las armas más poderosas en la lucha
por los no nacidos”, dijo Katherine Abar, una maestra
de la escuela media.
Weiland afirmó que es importante inculcar el respeto por la vida desde
una edad temprana.
“Creo que cuanto antes comiences a crear ese amor
por el prójimo, más duradero será”, aseguró,
y afirmó que el impacto será mayor cuando los niños salgan del colegio “a servir al mundo”, pues los niños ya adultos
dirán: “No, esto es algo que sé que es cierto desde
una edad temprana”.
Ella dijo que la participación de niños pequeños es algo “precioso” que aporta “gran
variedad” al grupo actual. Señaló que las personas que los ven orar
pueden decir: “Oh, este pequeño niño de
kindergarten está rezando el Rosario. Deberíamos estar emocionados por eso y
orar con ellos”.
Finalmente, Weiland expresó su deseo de que cuando los niños crezcan,
continúen rezando el Santo Rosario y viviendo su fe católica con liderazgo,
especialmente en los momentos en que les toque defender sus convicciones ante
los ataques contra la vida.
“Espero que continúen siendo fieles y que eso sea
una gran parte de su vida”, dijo. “Que
sean líderes en los campus de sus escuelas y que defiendan las cosas, porque
serán bombardeados con eso para siempre, así que espero que recuerden estos
momentos en el tiempo y digan: ‘No, esto es verdad’”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia
Pérez. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI Prensa
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