LA VIVENCIA QUE CAMBIÓ A PETER SAGI, JOVEN ENTUSIASTA DEL DEPORTE
Tras una experiencia mística, el joven carnicero y boxeador húngaro Peter Sagi se dedica a servir a Dios sirviendo a los demás.
En sus ratos libres, el joven
húngaro Peter Sagi, carnicero de profesión,
practica ejercicios con su látigo y dedica horas al boxeo en
el cuadrilátero. Pocos podrían sospechar, viéndole, que hace no mucho una experiencia mística transformó
su vida y lo empujó hacia Dios.
Sagi relató su experiencia al canal de vídeos del Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Hungría en septiembre de 2021.
Estaba en un encuentro de
oración escuchando a un
popular sacerdote gregocatólico húngaro, el padre Papp Miklós , cuando sintió su alma tocada por una
de sus predicaciones.
“Comencé a
sentir el calor, fluyendo cada vez más rápido por todo mi cuerpo. Estaba en una habitación, en camiseta, y comencé a
sudar intensamente”, relató. Algo que podría ser
normal en verano, pero no en otoño, cuando “tampoco
hacía calor fuera”.
Sagi explica que entonces comenzó a percibir "una luz cegadora", como si
alguien le estuviese enfocando con una cámara o una linterna.
“La luz era
tan brillante que empezaron a caerme lágrimas de los ojos, aunque estaban cerrados. Entonces vi
una figura de un hombre que salía de la luz. Era el mismo Jesús”, relata. Peter sabía que Jesús estaba presente. “No
puedo decir que lo viese con mis ojos, porque estaban cerrados, pero Él estaba
ahí”.
“Yo me sentía muy
feliz, reconfortado… ¡era genial!”, explica
el joven.
Sagi luchó por permanecer en ese
estado de paz: “Me limité a aprovechar ese
sentimiento, no quería perderlo. Era tan bueno y edificante que no quería que terminase”.
Adicto a Cristo, desea
guiar a la gente hacia Él.
Tras la experiencia, el joven
carnicero percibe como ha cambiado su vida de fe. “Antes
yo tenía dudas sobre la Biblia, sobre
seguir las normas... Ahora creo en todo lo que está ahí escrito”,
explica.
Peter sabe que si le contase su
experiencia a cualquiera que se encuentre por la calle, le diría que está loco
o que debería tomar “otra dosis”. “Mucha gente
diría eso”, asegura, “pero si pudiera,
preferiría ser adicto a eso que me pasó”, explica con humor.
“Todos mis
pensamientos cambiaron... si ya no tenía una cosa, si ya no había tal o cual
persona en mi vida..., cualquier mal pensamiento que pasaba por mi cabeza esos
días se desvanecía”, explica.
Ahora solo confía en que “todo será como Dios quiera que sea. Solo quisiera
hundirme más en esa sensación”.
Desde aquel momento, Sagi ha
profundizado en su fe y se prepara para recibir la
Primera Comunión y la Confirmación.
Además cree que Dios le
confía la misión de acercar a mucha gente hacia Él.
“Tengo que
guiar a mucha gente hacia Él, mostrar la verdadera felicidad, que Dios existe, que nos ama, que es un verdadero amigo y que
siempre está con nosotros en los problemas, incluso cuando no sigo sus
caminos”, afirma.
Tras su encuentro con
Dios, el joven carnicero húngaro Peter Sagi desea cumplir una nueva misión:
guiar a la gente hacia Cristo.
En la adoración
eucarística, escuchar a Dios
Hoy Peter frecuenta la oración y
percibe que uno de los mayores cambios en su vida de fe ha tenido lugar en la adoración
eucarística. “Ahí el cuerpo de Cristo es llevado al
Altar. Pronuncio mis oraciones, cierro los ojos, me quedo callado y escucho. Así
recibo Sus mensajes y los sigo”.
Desde entonces, asegura que su
vida “ha dado un giro de 180 grados” y
percibe como Dios lo eleva. “Lo siento
cargándome en Su mano y me entrego a Él”.
“Puedes servir a
Dios de muchas formas, pero la primera y más importante para todos es el amor”,
concluye. “Es de suma
importancia cuando se trata de servir a los demás, y cuando sirves a los demás a
través del amor, también estas sirviendo a Dios”.
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