El Vaticano inauguró este 10 de diciembre en la Plaza de San Pedro el nacimiento peruano, procedente de un pueblo andino, y el árbol de Navidad; los cuales permanecerán hasta el domingo 9 de enero de 2022, fiesta del Bautismo del Señor.
La ceremonia de inauguración
del pesebre fue presidida por el nuevo presidente de la Gobernación del Estado
de la Ciudad del Vaticano, Mons. Fernando Vérgez Alzaga.
Debido a una fuerte tormenta,
el evento se tuvo que realizar en el Aula Pablo VI y no en la Plaza de San
Pedro como estaba previsto.
El pesebre fue elaborado en el
poblado de Chopcca, una comunidad andina del departamento de Huancavelica
(Perú), mientras que el abeto procede de Andalo en el Trentino, norte de
Italia, lugar que forma parte de los Dolomitas de Paganella.
En su discurso, Mons. Fernando
Vérgez Alzaga destacó que “de esta forma Europa y
América están reunidas en el homenaje al Rey de reyes, una especie de tributo
para recibir al Niño Jesús”.
“Los habitantes
de dos cadenas montañosas, las Dolomitas y los Andes, están juntos para
realizar un homenaje al Príncipe de la paz”, afirmó.
Además, el Prelado señaló que
con estos regalos se ofrece “tiempo, energía y
recursos al Señor”; y agregó que “el trabajo
de los artesanos peruanos junto a los voluntarios del norte de Italia se une en
un acto de veneración y afecto al Niño Jesús”.
Sobre la iluminación del árbol
de Navidad, Mons. Vérgez Alzaga indicó que “la luz que iluminará la Plaza de San Pedro será como un
faro para atraer la atención de los muchos, peregrinos y turistas, pasarán por
aquí”.
“Será la luz que
favorecerá el encuentro entre los fieles y Jesús, entre la representación del
nacimiento del Niño Jesús, rodeado de María y José, y el pasar con prisa de la
gente en la vida cotidiana”, afirmó.
Asimismo, el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano
describió que la diversidad de cultura e idiomas expresan “la llamada universal a la santidad” porque “el Hijo de Dios se encarna en todo contexto social”.
La venida de Cristo “ocurrió una vez, pero se renueva y se perpetúa en el
curso de los siglos para cada criatura, como si naciera solo por cada uno de
nosotros. A todos les deseo una Santa Navidad con la esperanza que el Niño
Jesús ilumine su camino cotidiano”, señaló el Prelado.
Por último, agradeció a las
autoridades religiosas y civiles de las delegaciones. En particular, al Obispo
de Huancavelica, Mons. Carlos Salcedo Ojeda; al Obispo de Trento, Mons. Lauro
Tisi; y también dirigió un saludo especial a los jóvenes de la parroquia de San
Bartolomé en Gallio, acompañados por el Obispo de Padua, Mons. Claudio Cipolla,
quienes hicieron el pesebre que está colocado en el Aula Pablo VI y que esta
mañana inauguró el Papa Francisco.
CORO DE NIÑOS ACÓLITOS
Antes de que se iluminaran el
pesebre y el árbol, fueron presentados unos emotivos
villancicos cantados en quechua por el Coro de los
Niños Acólitos de la Catedral de Huancavelica (www.corodeacolitos.com).
Luego, se iluminó el
nacimiento peruano, mientras que la banda de la Gendarmería del Vaticano
entonaba una tradicional canción natalicia italiana.
Finalmente, después de los
saludos de las autoridades civiles del trentino italiano, se llevó a cabo la
iluminación del abeto de 28 metros, mientras que la banda de la Gendarmería del
Vaticano entonaba el villancico “Noche de paz”.
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa
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