SANTA LUCÍA NACIÓ Y MURIÓ EN SIRACUSA (ITALIA).
Cuando
era muy niña hizo el voto de permanecer siempre pura y virgen. Cuando llegó a
la juventud, su madre que era viuda, quiso casarla con un joven pagano. Por
aquellos días la mamá enfermó gravemente y Lucía le dijo: "Vamos en peregrinación a la tumba de Santa Águeda.
Y si la santa le obtiene la curación, me concederá el permiso para no
casarme". La madre aceptó la propuesta. Fueron a la tumba de la
santa y la curación se produjo instantáneamente. Desde ese día Lucía obtuvo el
permiso de no casarse, y el dinero que tenía ahorrado para el matrimonio lo
gastó en ayudar a los pobres.
Enfadado,
el joven que se iba a casar con ella, dispuso como venganza acusarla ante el
gobernador de que ella era cristiana. Murió mártir por la fe.
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