Fernando Abilleira está trabajando en un proyecto que puede cambiar por completo la idea que tenemos del universo. Ese reto tiene un camino de ida y uno de vuelta. Él ha trabajado -y trabaja- en los dos.
En la primera parte de ese
viaje, fue subdirector de operaciones de vuelo del Perseverance, el robot
que llegó con éxito a Marte en febrero. Ahora, forma parte del equipo de la
dirección del Proyecto Mars Sample Return de la Nasa, la misión que va a traer
a la Tierra las muestras que está recogiendo el Perseverance
en el planeta rojo. Que ese viaje espacial salga bien es clave porque el
análisis de esas muestras despejarán una de las dudas que persigue desde hace
años a los científicos de todo el mundo: ¿Hubo vida en
Marte?
¿CÓMO
SE SABRÁ SI HUBO VIDA EN MARTE?
"Ya hemos
almacenado dos muestras que queremos traer de vuelta a la Tierra. Los
instrumentos que tenemos a bordo son muy potentes, pero no comparables con los
laboratorios que hay aquí. Si encontramos indicios de vida pasada en Marte,
para hacer una declaración de ese tipo que reescribiría los libros de historia
y tendría ramificaciones filosóficas, necesitamos pruebas irrefutables. Por eso
es fundamental analizarlas aquí"
"Traer las
muestras de Marte a la Tierra es complicadísimo. Estamos en el diseño y la
formulación de cómo resolver ese desafío. La misión consiste en mandar un rover más pequeño que el Perseverance. Lo vamos a aterrizar a unos pocos
metros de donde está trabajando el Perseverance. La idea es que ese rover vaya a recoger las muestras o que Perseverance las lleve directamente a la
plataforma. Es un desafío tremendo y algo que no hemos hecho nunca en la
exploración del sistema Solar"
"Hemos
conseguido grabar el sonido de Marte. Los sonidos se propagan de forma distinta
en la atmósfera marciana y, aunque parece que no es significativo, eso da mucha
información. Da ideas de la composición de las rocas que estamos analizando con
el brazo robótico, incluso nos da la idea de cómo está funcionando el robot en
sí mismo. Escuchamos el sonido de las ruedas sobre la superficie y eso nos
ayuda a detectar problemas. Cuando llevas un coche al taller, el mecánico
escucha el ruido del motor. Aquí es algo parecido porque nos permite detectar
problemas"
¿ESTAMOS
CERCA DE UNA MISIÓN TRIPULADA A MARTE?
"Mandar una
misión tripulada es mucho más difícil que mandar una misión robótica. Está el
factor humano, la radiación que sufren los astronautas durante el viaje
interplanetario, hay que tener cuidado con los cambios de aceleración...
Actualmente por mucho que queramos mandar una misión tripulada a Marte, no
tenemos la tecnología para poder aterrizar grandes cargas útiles sobre la
superficie. Podemos aterrizar una tonelada métrica, pero no tenemos la
tecnología para aterrizar un módulo habitable, que puede pesar unos 30 mil
kilógramos"
"Ya ha habido
simulaciones con personal de la Academia de Astronautas de la Nasa. Ahora están
en una de las estaciones del Polo Norte, totalmente aislados y simulando lo que
podría ser una misión en la superficie de Marte. Están confinados durante año y
medio, que es el tiempo que duraría una misión de este tipo. Poco a poco nos
acercamos al gran reto de pisar por primera vez Marte".
TRABAJAR
EN LA NASA
"Ahora tengo
compañeros que llevan cinco años trabajando en la NASA y no han visto la
transición que yo he vivido. El software hace 20 años había que llevarlo de la
mano, tenías que tener un conocimiento muy profundo, tenías que hacer más
cálculo a mano. El tiempo de proceso de los cálculos era muchísimo más largo.
Ahora no es así y eso ha multiplicado la productividad"
"Yo recuerdo
que cuando era pequeño, mis padres me llevaron a la estación de Robledo de
Chavela. Tenía seis o siete años. Me quedé alucinado, me parecía ciencia
ficción. Desde ese momento, tuve fascinación por el espacio y la aeronáutica.
Con un sistema de becas, por méritos académicos, pude hacer mis estudios
superiores de ingeniería aeroespacial en Estados Unidos. Y conseguí mi sueño de
trabajar en la NASA"
"Lo bonito de
trabajar en la NASA es que la gente trabaja y tiene mucha pasión por la que
hace. Ir a trabajar no es un sufrimiento. Para mí, las misiones son parte de la
familia. Yo trato a las misiones en las que trabajo como si fueran niños"
"Tenemos una
tradición en la NASA. Nos pasamos unos cacahuetes antes de cualquier momento
crítico: antes del lanzamiento, cuando hacemos maniobras de corregir la
trayectoria en fase interplanetaria o justo antes del aterrizaje. Es una
tradición: siempre que nos hemos pasado los cacahuetes, las cosas han salido
bien".
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