Una semana después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijera que el Papa Francisco le dijo que era un "buen católico" y que debería "seguir recibiendo la Comunión", y pocos días antes de que los obispos de Estados Unidos se reunieran para discutir el borrador del documento sobre coherencia eucarística, la revista jesuita America Media publicó una extraña entrevista con Richard Durbin, senador demócrata por Illinois y presidente del Comité Judicial del Senado.
Durante una entrevista realizada por Zoom el 5 de octubre con el
sacerdote jesuita Jim McDermott, editor asociado de America, Durbin expresó su
frustración porque su historial de votaciones a favor del aborto le ha impedido
durante 17 años recibir la Sagrada Comunión en la Diócesis de Springfield,
estado de Illinois.
Todo comenzó en 2004, cuando el sacerdote de la parroquia de Durbin, el
entonces P. Kevin Vann (ahora Obispo de Orange en el estado de California) le
aconsejó que no se presentara a recibir la Comunión debido a su postura
proaborto. Los obispos allí han respaldado y respaldan esa indicación pastoral.
Resumiendo los comentarios del senador, el P. McDermott escribió: “Que se le niegue la Comunión en su propia diócesis ha
hecho que ir a cualquier iglesia sea una experiencia tensa e incómoda”.
Durbin también expresó su frustración con “la forma
en que los obispos parecen estar usando la Eucaristía con fines políticos”.
POLÍTICOS Y ATENCIÓN
PASTORAL
El P. McDermott claramente simpatiza con el senador, a quien presenta
como alguien comprometido con los asuntos de inmigración, ignorando las
críticas de Durbin contra los católicos nominados para servir como jueces de la
Corte Suprema.
El jesuita nunca insiste con el senador para que explique por qué se ha
aferrado con tanta fuerza a su postura proaborto, pese a sus costos personales
y espirituales. Como resultado, el artículo se percibe como una pieza diseñada
para aprovechar la buena prensa que Biden ha recibido a raíz de su reciente
reunión con el Papa y para influir en el debate de los obispos estadounidenses.
Sin embargo, Durbin reconoce que muchos católicos laicos, incluidos sus
amigos, abrazan la disciplina de la Iglesia que prohíbe que los políticos
proaborto reciban la Comunión.
“Como la Iglesia ha enseñado claramente, una
persona que recibe la Santa Comunión en pecado mortal no solo no recibe la
gracia del sacramento, sino que comete el pecado de sacrilegio al no mostrar el
respeto debido al Cuerpo y la Sangre de Cristo”, explica el borrador del
documento de los obispos de Estados Unidos sobre la Eucaristía, que será debatido en su próxima asamblea.
Pero el senador considera esta enseñanza como opcional. En repetidas
ocasiones sugiere que los obispos simplemente están jugando a la política
cuando plantean sus preocupaciones sobre los políticos como él que reciben la
Comunión.
“ES INCÓMODO”
Durbin afirma que ha encontrado un “nuevo
hogar de fe” en una parroquia católica en la Arquidiócesis de Chicago.
Sin embargo, el P. McDermott lo alentó a ampliar la "experiencia
tensa e incómoda" de que se le niegue la Comunión en otras
parroquias debido a su historial pro aborto; y a hacer algunos comentarios
sobre “la forma en que los obispos parecen estar
usando la Eucaristía con fines políticos”.
“Tres de cada cuatro obispos católicos votaron en
junio para considerar un documento sobre la Eucaristía, lo que me preocupa es
que tres cuartas partes de los obispos estadounidenses piensen que esta debería
ser la política oficial de la Iglesia Católica en Estados Unidos”, dijo Durbin.
“Muchos me dijeron que espere porque el Papa tenía
la última palabra sobre el tema, y como usted mencionó hace unas semanas, la
dijo. Pero es incómodo. Tengo cuidado cuando voy a una iglesia a la que nunca
he ido antes. Simplemente no sabes qué tipo de reacción vas a obtener del clero
local".
Ante la asamblea anual de los obispos de Estados Unidos que se realizará
la próxima semana en Baltimore, Durbin dijo que espera que los líderes
eclesiales revisen sus puntos de vista sobre las mujeres en la Iglesia, algo
que según él está “en la raíz de algunas de las
dificultades que tienen los obispos, particularmente cuando se trata de
cuestiones como choice", es decir, la postura favorable al
aborto.
LA INMIGRACIÓN TRIUNFA
SOBRE EL ABORTO
Durbin sugiere que su apoyo a los derechos de la inmigración debería
darle un lugar ante el altar.
El senador también recordó que durante un reciente encuentro en Texas
para hablar de la política de inmigración en Estados Unidos, un obispo católico
le agradeció por su labor en el tema.
“Lo busqué luego y le dije: ‘El Arzobispo Gomez
criticó a Joe Biden el día que comenzó su gobierno, y pienso que eso estuvo
totalmente fuera de lugar’”.
También le dijo al obispo: “Si se critica a
Joe Biden recuerde que su elección fue fundamental para hacer de la inmigración
un tema viable”.
El P. McDermott presionó al senador para que explique por qué los
obispos no estaban satisfechos con su compromiso con la inmigración.
“Creo que había decepción porque no había alguna
muestra más fuerte a favor de Trump y entonces querían dejar claro a algunas
personas en la Iglesia que, en su perspectiva, Biden aún era inaceptable”, dijo Durbin.
VERDAD NO DICHA, PODER
NO DESAFIADO
Al final de la entrevista, el P. McDermott dejó que Durbin tuviera la
última palabra, aunque el punto final del senador parecía no tener mucho
sentido.
“No me di cuenta de que mi carrera política
terminaría siendo un factor dominante en mi vida personal en ese sentido, pero
lo ha sido”, dijo Durbin.
¿Por qué esperaría lo contrario? Para ser periodista y sacerdote, el P. McDermott extrañamente no parecía
estar interesado en examinar el activismo pro aborto del senador, algo que es
además una cuestión de derechos humanos. El lector esperaba las preguntas
difíciles, que nunca llegaron, como estas:
“Al identificarse como católico practicante,
¿realmente pensaba que podría mantener separadas su fe y su vida política?”
“¿Cree que podría acercarse a recibir la Comunión y
que al sacerdote no le importaría lo que haga fuera de la iglesia?”.
“¿Alguna vez se ha opuesto al compromiso de su
partido respecto al aborto sin límites?”.
“¿Alguna vez defendió a miembros de su
partido que fueron expectorados cuando rechazaron apoyar el fallo abortista de
Roe vs Wade?”.
“¿Se arrepiente de haber atacado la fe católica de
la jueza de la Corte Suprema Amy Coney Barrett durante sus audiencias de
confirmación en el Senado?”.
“¿Si pudiera comenzar nuevamente en la política,
tomaría un camino distinto?”.
Durbin está “incómodo”, así como
todos nosotros, con las verdades incómodas que sustentan la disciplina de la
Iglesia. Estas verdades producen fricciones en el alma de cualquier católico
que las toma en serio pero son el fundamento de nuestra comunión en la fe y
nuestra defensa de la dignidad humana, y también nos señalan el camino de la
conversión espiritual y la alegría.
Pero los comentarios de Durbin no dan ningún indicio de tal
consideración y sugieren que le falta imaginación y fe para concebir un mundo
sin el fallo Roe vs Wade. Su universo político ha sido moldeado radicalmente de
mil formas diferentes por esta injusta sentencia. A sus ojos, al parecer,
impugnar una ley tan inmutable como esta equivaldría a impugnar la misma ley de
la gravedad.
El P. McDermott lo sabe mejor pero no retrocede y nunca intenta aclarar
la enseñanza de la Iglesia. Tal sensibilidad pastoral podría ser comprensible
si Durbin fuera un político joven que recién comienza pero no lo es. Al senador
de 77 años le queda poco tiempo para corregir su legado.
En ese sentido, se puede perdonar al lector que pregunte por qué America
Media ha publicado la entrevista a Durbin justo cuando los obispos están
elaborando un documento que esperan inspire a los fieles a amar y aceptar la
Sagrada Eucaristía como la “fuente y culmen de la
espiritualidad cristiana”.
Traducido y adaptado por Walter
Sánchez Silva. Publicado originalmente en el National
Catholic Register
Por Joan Frawley Desmond / National Catholic Register
Redacción ACI Prensa
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