En la década del 60, el boom de la harina de pescado modificó el litoral peruano. Cardúmenes de bolicheras salían cada mañana en la persecución de los bancos de sardinas. Se dice que el mar peruano, no tenía fondo. Humeaban caletas hasta ayer primitivas, perdidas en costumbres del pasado. Una nueva estirpe marcada por la audacia se abrió paso con insolente seguridad.
En ese
tiempo se oyó mencionar el nombre de Luis Banchero
Rossi que acumuló una impresionante riqueza personal al tiempo que hizo
ricos a muchos otros y le dio al Perú el liderazgo mundial en la producción y
exportación de la harina de pescado.
Carquín,
caleta situada en el puerto de Huacho, dentro de nuestra Provincia de Huaura
llegó a tener entre el 60 y el 72, trece fábricas pesqueras. Despertó como
otros pueblos con instalación de factorías y la aparición de maquinaria e
ingenieros con cascos de colores. Blas Changana contaba
15 años, se convirtió a mediados de 1961 en un trabajador del Consorcio Pesquero
del Perú, ideado, formado y dirigido por Banchero.
Blas
Changana, ejecutivo pesquero de nuestro
litoral, se formó en la escuela del magnate Banchero. Como su Maestro no le
corre a la faena de pesca y es de lenguaje directo. Recuerda y aplica el consejo
que daba Luis Banchero a otros industriales y a
sus trabajadores: En la industria pesquera uno
tiene dos madres. Una la del muelle, donde se dice de todo. La otra es fuera
del muelle, donde todos somos amigos.
Audaz,
persuasivo y perseverante empresario en actividad tan riesgosa, salgo adelante
con el apoyo de mis trabajadores. No hay que amilanarse ante las inclemencias.
La fuerza del trabajo la hacemos nosotros los hombres. Me gusta el trajinar de
la pesca. Creo en lo que hago y en mi gente. Mi padre era comerciante, aquí en
Carquín. Mi madre Bernardina, de la Manchuria, de familia de pescadores.
Continúa: En 1974 me inicio con un capital de S/.
50,000.000. Era el gobierno de Morales
Bermúdez que apoyaba a la pesca, a través de préstamos con el Banco Industrial. Mi esposa Marta Cavero, carquinera, educada en el Callao,
contadora mercantil es la pieza fundamental en la empresa que formamos. Tenemos
siete lanchas, algunas de las cuales son de 250 TM y además camiones
frigoríficos para el comercio y el negocio del pescado.
Con su
flota recorre Piura, Talara, Chiclayo, Trujillo, Lima y Arequipa. El 70% del
mercado pesquero funciona en Lima. Sus embarcaciones, de acuerdo a la veda o
temporada, se dirigen al sur: Ilo, Chala, Mollendo,
Matarani, Tacna, Ilo y Arequipa son sitios donde hay bastante movimiento
comercial.
Asegura:
Carquín ha contribuido con el desarrollo pesquero
de esta Provincia. Tenemos armadores chicos, medianos y grandes, con
embarcaciones desde tres toneladas hasta 30, que son artesanales. Y de consumo
humano, de 30 para arriba. Benigno Ramos es un
prudente y competente armador carquinero. Atarrayeros, pinteros, cortineros,
caladores, toda esta gama diversa de hombres de mar, reflejo de Carquín.
El mar es
dulce y hermoso. Pero puede ser cruel, y se encoleriza súbitamente. Las
avecillas, las gaviotas vuelan, pican y cazan, con sus tristes vocecillas son
demasiado delicadas para la mar. «El trabajo de
noche se torna de día. El viento y la mar no son nada, para el pescador la mar
es un contendiente, un lugar. O a veces algo que concede o niega favores».
Mi tío
Oswaldo Caramelo Bazalar, pescado, le decía al viento marino: «Sopla viento que no soy de azúcar, ni de sal para
derretirme». «Así es, el viento fuerte y la mar gruesa no nos vence, menos a
los carquineros».
Blas
Changana habla sobre una peripecia marina:
un naufragio. Esta no es la historia del
naufragio. Sino lo que éste significa en la carrera de armador pesquero. En
1983 salió del astillero una embarcación nueva llamada Carolina, con todos sus
implementos. Se voltea por la violencia de la corriente marina. Perdí cinco
millones de soles y un hombre. No me abatí. Con la frente erguida continúe ante
la adversidad.
Les da a
sus seis hijos: Jessica, Lourdes, Carolina, Belisa,
Renato y Alonso una educación sólida. Mantiene su casa de Carquín, como
centro de operaciones de su flamante empresa. (La plática se realiza en esta
casa cercana a la Iglesia Mayor de Carquín. Una potente radio le permite
comunicarse con las embarcaciones a bordo y registrar su paso).
Una de
las características de la problemática social de Carquín es que hay una muy
buena cantidad de niños. Los carquineros plantan hijos en el vientre de sus
mujeres, y ya... Es la costumbre. Salida educativa de este empresario para su
caleta: Creación del Centro Tecnológico Pesquero,
dependiente del SENATI. Este centro debe formar técnicos en Biología, Oceanografía, Pesquería, Navegación, Electrónica;
técnicos como armadores pesqueros y armadores de redes. Una pesca
necesita modernos aparatos, con profesionales debidamente capacitados. Las
carreras estarán ligadas al mar o paralelas al mar, en Carquín.
Es su
planteamiento que Carquín se convierta en el Centro Pesquero Industrial de la
Provincia de Huaura. El Municipio de Carquín no ha tenido la mira en la
Universidad de Huacho. No han hecho convenios para que sus profesionales en
Pesquería, Contabilidad, Administración y otras áreas hagan sus prácticas en
las plantas y fábricas carquineras. Ya es hora. Hay que aprovechar el recurso
humano con ilustración y conocimiento.
Pareciera
que escasa juventud procedente de Carquín asiste a las aulas universitarias de
nuestra universidad. Confirma el entrevistado: 20%
que concluye la secundaria en el José Olaya de Carquín va a la Universidad de
Huacho. Otro 20% realiza tareas técnicas dentro de la pesca y el 60% restante
se queda como pescador. Este 60 % trabaja para los padres como ellos trabajaron
para los suyos, así se cumple la ley...
Los
viejos aguardan por los hijos y por el día de la muerte, sentados en la vereda
de las casas con vistas a la mar, buscan el solcito, aquel que cae en las
tardes, a partir de las cuatro. Conversan entre ellos y luego caen en sus
soledades, donde solo oyen el silencio y el cantar del mar y sus sirenas.
Frente a
la casa de Blas Changana se aprecia a una señora que repara redes. Cada cierto
espacio, al aire libre, se observa este espectáculo. Son profesiones que se
enseñan en las familias de los pescadores, dice el entrevistado.
La bahía
de Carquín es bella, y más, para algunos, a partir de las siete de la noche.
Sería bueno que tenga un malecón parecido al de Ancón o por lo menos al de
Chancay, para el sueño y vivencias de muchos.
Blas Changana está convencido que Carquín con
su nueva carretera a Huacho, va a tener mucho adelanto. Su embellecimiento
depende de la inteligencia y creatividad de sus pobladores y autoridades.
Construyamos lagunas de oxidación, evitemos los desagües hacia el mar. No
contaminemos el ambiente. Tomemos como ejemplo, la organización de los
pobladores de Villa El Salvador. Y sembremos gramadales verdes desde Carquín
hasta el puerto de Huacho. Prohibamos el desmonte y los basurales, con multas y
sanciones.
Este
dinámico armador pesquero augura que Carquín tendrá una imagen diferente en el
2005, con representantes de amplio conocimiento y con otras metas, debido a la
educación impartida.
Huacho es
la despensa de Lima y la pesca determina su crecimiento. De faz reciente, con
el nuevo muelle y el mini complejo en el puerto. Con la vía de penetración a
Huánuco, un Terminal Terrestre, nuevos mercados, parques y mercados
artesanales, viene para Huacho un presente y un futuro promisorio, comenta
Changana.
Salimos
de su centro de ejecuciones a tomar aire salobre al pie de la ribera. Carquín
es hoy un símbolo de un puertito emergente.
¿Usted es un próspero empresario huachano? Hay muchos empresarios con este calificativo en Huacho. Yo me defiendo
bien en mi sector. Manrique, Alfredo Sifuentes también
trabajan en la pesca, con ánimo y valor. Alfredo vive en el Puerto y tiene su
fábrica en Supe.
¿Y
pesqueros a nivel nacional, que le causen admiración?
Bueno,
primero Banchero, no lo olvidaré. A los
treinta y un años manejaba la producción y venta de un millón de toneladas de
harina de pescado, el 50 por ciento de toda la producción mundial. En nuestros
días, el grupo Gasky de Ramón y Alfredo Miranda tiene una flota inmensa,
con plantas en todo el litoral. La industria ha ganado, por este ejemplo de
excelentes empresarios.
Les hace
una fina competencia, Austral, compañía norteamericana- venezolana.
Les digo
que quien no quisiera ser como ellos.
-Usted
por ejemplo.
- Si, con trabajo. A mí principalmente me interesa
que Carquín surja, y que mi empresa contribuya con su bienestar.
Huacho,
enero de 1996.
Publicado
en: “Encuentro con Huacho y allende los
mares” de Julia
del Prado Morales. Libro del Fondo editorial de la Biblioteca Nacional.
656 p. 2001. Lima, Perú. Julia del Prado








No hay comentarios:
Publicar un comentario