TERRIBLE, PERO ES NECESARIO RECORDARLO
TRES CASOS MACABROS PARA NUNCA OLVIDAR
Tras
cinco años del oleaje de crímenes perpetrados por Sendero Luminoso, el grupo
terrorista no tuvo mejor idea que estallar bombas, que fijar el blanco en los
niños que, presuntamente eran usados para ser amoldados con sus ideas y denominados
como “guerrilleros”. La historia explica que
el 13 de septiembre de 1985, cerca de las once de la mañana parte del equipo de
Sendero (que se trasladaban en un vehículo) entregó una dinamita con la mecha
encendida a un menor de trece años, el cual, tenía como objetivo ser
explosionado en una casona ubicada en la Calle Asamblea de la ciudad de
Ayacucho y en dónde se hospedaba el personal de la Policía de Investigación.
Sin embargo, esta vez Sendero falló cobrando la vida del inocente pequeño quien
quedó despezado tras ser explotado por la bomba, antes de tiempo.
No
contentos con este asesinato, el 8 de mayo del año siguiente Sendero Luminoso
continuó atentando contra la ciudad de Ayacucho con esta modalidad de los NIÑOS - BOMBA, pues la plaza de Huamanga se
encontraba alertada por el resguardo policial que existía en ese momento y esto
llamó la atención de los turistas que merodeaban la zona. Minutos después se
escuchó un fuerte sonido cerca de la plaza, se trataba de un menor de doce años
que había sido “volado” con diez cartuchos
de dinamita que los terrorista le habían entregado para que sea explosionado en
la sede de ENTEL – PERÚ. De ejecutarse el
atentado, hubiesen muerto un centenar de personas entre ellos trabajadores y
clientes de la empresa. Cabe destacar, que nadie reclamó por los restos del
menor.
Posteriormente,
luego de tres días del fallido genocidio en ENTEL –
PERÚ, otro niño falleció a causa de una bomba que estaba guardada dentro
de un artefacto ya que Sendero había encomendado, al menor, que se lo arroje a
un grupo de policías que conversaban en la plaza Gervasio Santillana, en
Ayacucho. En este caso tampoco se observó la presencia de familiares, puesto
que, fue enterrado en una fosa común.
Como
estos casos, se reportaron más de una decena. Se llegó a la conclusión que en
el 99 % las víctimas, éstas habían sido arrancadas de sus hogares
correspondientes a diversos poblados andinos como la «cuota»
que deberían pagar los humildes comuneros al llamado «Ejército Guerrillero Popular».
Ø El crimen de los tres niños nos recuerda que Sendero Luminoso cometió
actos de lesa humanidad.
FUENTES
UTILIZADAS:
- Sitio web de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
- Libro de la DESCO – “Violencia política en el Perú 1980 -1988”.
- Diario Expreso
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