El Obispo de Tilarán-Liberia (Costa Rica), Mons. Manuel Eugenio Salazar, nombró recientemente al sacerdote ermitaño Javier Francisco Dengo, como nuevo exorcista de la diócesis, y pidió a los fieles y a los medios de comunicación no hacer amarillismo con este nombramiento.
Durante su
homilía en Misa por la fiesta del Nacimiento de la Virgen María, el 8 de septiembre, el Prelado
indicó que el P. Dengo sintió pronto el llamado de Dios a la vida eremítica.
El sacerdote de 61 años nació el 28 de diciembre de 1959 en Heredia
(Costa Rica), a los 21 años de edad se retiró a la vida ermitaña. Fundó la asociación
pública de fieles los Siervos Ermitaños Penitentes Carmelitas Teresianos de la
Divina Misericordia.
“Desde que la Iglesia existe, hombres y mujeres han
sentido el llamado a aislarse, a irse a un lugar solos, al campo, a la montaña,
al desierto, a irse a lugares solitarios para dedicarse más a la oración
contemplativa personal y comunitaria”, resaltó
el Prelado.
Por ello, Mons. Salazar resaltó que el estilo de vida del nuevo
exorcista no es igual a la de otros sacerdotes y pidió a los fieles valorar esta
otra forma de vida, evitando hacer grandes filas que agobien al P. Dengo.
Además, indicó que por su estilo de vida el sacerdote dedica muchas
horas a la oración, aparte de realizar los quehaceres del pequeño hogar donde
vive, cómo es la cocina y la limpieza.
El Prelado pidió la comprensión para no pedir más de la cuenta al P.
Dengo, que da todo de sí al servicio de los fieles siguiendo su intensa vida de
oración, y resaltó que “no hay que hacer culto a
las personas”, porque los católicos “seguimos
a Jesucristo”.
“El P. Dengo no es Dios, es un instrumento de
Dios”, señaló. “No
hagamos un culto, un morbo periodístico, un amarillismo, de esta supuesta
novedad de exorcismo, que esto sea algo bien llevado según la voluntad de
Dios”, agregó.
Mons. Salazar pidió a Dios que guarde al sacerdote “para que pueda servir a muchas personas”.
En un video
publicado a inicios de junio, el
Prelado señaló que el obispo es el exorcista por excelencia de su diócesis,
pero por sus ocupaciones “él debe delegar en un
sacerdote cualificado, idóneo, el ministerio de exorcista”.
“Es una obligación de cada obispo tener un
exorcista en su diócesis, y así se nos ha pedido en la Conferencia Episcopal de
Costa Rica”, resaltó.
Mons. Salazar indicó que cuando se habla de posesiones demoníacas es
importante primero hacer un descarte de “cualquier
patología, cualquier enfermedad, muchas personas dicen tener el demonio y son
problemas psiquiátricos, psicológicos”.
“Primero hay que descartar para quedarnos con los
verdaderos casos de posesión demoníaca, por eso hay que acudir a los
psiquiatras, a los psicólogos, a los médicos, es un discernimiento muy
importante, muy delicado”, remarcó.
El Prelado indicó que luego de este descarte se puede concluir que las
posesiones reales son pocas y subrayó que “el
exorcista lo que hace es un servicio a los creyentes, a los fieles, a la
comunicada, no es para lucirse, es un ministerio que implica dificultades,
cansancio, agotamiento, mucha fe, pero se hace por amor a la persona que está
poseída”.
“Es el sacerdote escogido por el obispo el único
que debe hacer los exorcismos a los creyentes, para evitar abusos, de todos
modos, recordemos que nuestra fe está centrada no en satanás, sino en Cristo
muerto y resucitado, la luz del mundo”, agregó.
Mons. Salazar indicó que ha dado instrucciones al P. Dengo de ejercer “su ministerio con prudencia, con discreción, con
sencillez, sin sensacionalismos, sin fanatismos, sin aglomeraciones”.
Finalmente, pidió a los fieles formarse como cristianos para conocer más
de la Iglesia.
POR HARUMI SUZUKI | ACI Prensa








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