¿Los sacramentos se pagan? El Papa Francisco responde con una clara reflexión.
Por: Walter Sánchez Silva | Fuente: ACI Prensa
El Papa Francisco respondió a la pregunta sobre
si los sacramentos se pagan, durante una misa que presidió en la capilla de la
Casa Santa Marta y explicó que los fieles tienen el deber de
mantener a la Iglesia pero no “con una lista de precios”.
Reflexionando en el pasaje del Evangelio de San
Juan en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo, el Santo Padre dijo
que en la mente de esos vendedores “está el ídolo
del dinero y los ídolos siempre son de oro. Y los ídolos esclavizan”.
“Esto nos llama la atención
y nos hace pensar en cómo tratamos nuestros templos, nuestras iglesias. Si
realmente son casa de Dios, casa de oración, de encuentro con el Señor, si los
sacerdotes favorecen eso, o si se parecen a los mercados”, dijo
el Papa.
“A veces he visto –no aquí
en Roma sino en otra parte– he visto una lista de precios. ‘Pero, ¿Cómo,
los sacramentos se pagan?’. ‘No, es una ofrenda’. Pero si quieren
dar una ofrenda –que la deben dar– que la pongan en la cesta de las ofrendas,
escondido, que nadie vea cuánto dan. También hoy hay este peligro. ‘Pero
debemos mantener la Iglesia’. Sí, sí, es cierto. Que la mantengan los fieles,
pero en la cesta de las ofrendas, no con una lista de precios”, señaló
el Santo Padre según informa Vatican News.
El Santo Padre también hizo una advertencia
sobre el peligro de la mundanidad en las celebraciones de los sacramentos o en
las iglesias.
“Pensemos en algunas celebraciones de cualquier sacramento
tal vez, o conmemoraciones donde tú vas y ves: no sabes si es un lugar de culto
la casa de Dios o un salón social. Algunas celebraciones se aproximan a la
mundanidad”, destacó el Pontífice.
“Es cierto que las
celebraciones deben ser bellas pero no mundanas, porque la mundanidad depende
del dios dinero. Es una idolatría. Esto nos hace pensar, y también a nosotros:
cómo es nuestro celo por nuestras iglesias, el respeto que tenemos allí cuando
entramos”.
El Papa también reflexionó sobre la primera
lectura de San Pablo a los corintios, precisando que el corazón de cada uno es “un templo: el templo de Dios”. Así cada uno debe
preguntarse en el corazón “si es mundano e
idólatra”.
“No pregunto cuál es tu
pecado o mi pecado. Pregunto si dentro de ti hay un ídolo, si está el señor
dinero. Porque cuando está el pecado, está el Señor Dios misericordioso que
perdona si vas con Él. Pero si está el otro señor –el dios dinero– tú eres un
idólatra, es decir un corrupto: no ya un pecador, sino un corrupto".
"El núcleo de la corrupción es justamente una
idolatría: es haber vendido el alma al dios dinero, al dios poder. Así se es un
idólatra”, concluyó el Pontífice
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