Instrucciones para la primera misión. La grandeza de su misión. Dignidad. Dificultades.
Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net
INSTRUCCIONES
PARA LA PRIMERA MISIÓN
Tomando como punto de partida Nazaret, Jesús "recorría
las aldeas vecinas" (Mc) que
serían Caná, Endor, Naim, Séforis.... Ahora es el momento oportuno para dar un
nuevo paso en la implantación del Reino. Los discípulos ya han recibido
suficiente formación, su fe es más firme. Ya puede enviarlos a predicar la
Buena Nueva del Evangelio. Están ya preparados para ir, sin Jesús, a anunciar
quién es y su mensaje. Este paso será como una avanzadilla, como un ensayo,
como un aprendizaje, para la misión que les llevará por todo el mundo. De
momento, sólo son enviados a las poblaciones cercanas, y de dos en dos, como
ayudándose mutuamente.
"A estos doce envió Jesús dándoles estas
instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de
samaritanos; sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id y
predicad diciendo que el Reino de los Cielos está al llegar. Curad a los
enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos, arrojad a los
demonios; gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente. No llevéis oro, ni
plata, ni dinero en vuestras fajas, ni alforja para el camino, ni dos túnicas,
ni sandalias, ni bastón, porque el que trabaja merece su sustento.
En cualquier ciudad o aldea en que entréis, informaos sobre quién hay en ella
digno; y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en una casa dadle vuestro
saludo. Si la casa fuera digna, venga vuestra paz sobre ella; pero si no fuera
digna, vuestra paz revierta a vosotros. Si alguien no os acoge ni escucha
vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de
vuestros pies. En verdad os digo que en el día del Juicio habrá menos rigor
para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad"(Mt).
PRIMERA ETAPA
En esta primera etapa de la instrucción a los discípulos, Jesús limita el
ámbito de su predicación: les indica que vayan solamente a lugares de una
cultura y ambiente muy parecido al suyo. Las dificultades no deben ser
excesivas para comenzar. Luego les da el poder de hacer milagros, que deben
administrar gratuitamente. Los milagros son decisivos en esta primera fase de
la implantación del Reino de Dios: les ayudará a poner su confianza en Dios sin
llevar dineros ni repuestos. Dios proveerá a su sustento. Se pueden acoger a la
hospitalidad de las gentes viviendo como ellos viven dándoles la paz. Si les
rechazan el castigo será fuerte pues Dios es misericordioso, pero también
justo.
DESPUÉS LAS DIFICULTADES
Después de la primera fase de la instrucción viene una segunda en la que les
previene de las dificultades. "Mirad que yo
os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, cautos como las serpientes y
sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los
tribunales, os azotarán en sus sinagogas, y seréis llevados ante los
gobernadores y reyes por causa mía, para que deis testimonio ante ellos y los
gentiles. Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué habéis de
hablar; porque en aquel momento os será dado lo que habéis de decir. Pues no
sois vosotros los que vais a hablar, sino el Espíritu de vuestro Padre quien
hablará en vosotros. Entonces el hermano entregará a la muerte al hermano, y el
padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres para hacerles morir.
Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero quien persevere hasta el
fin, ése será salvo. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; en verdad
os digo que no acabaréis las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.
No es el discípulo más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Le basta
al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al amo de la
casa le han llamado Beelzebul, cuánto más a los de su casa. No les tengáis
miedo, pues nada hay oculto que no vaya a ser descubierto, ni secreto que no
llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que
escuchasteis al oído, pregonadlo desde los terrados. No tengáis miedo a los que
matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede
hacer perder alma y cuerpo en el infierno. ¿Acaso no se vende un par de
pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que
lo permita vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra
cabeza están todos contados. Por tanto, no tengáis miedo: vosotros valéis más
que muchos pajarillos"(Mt).
Corderos y lobos, palomas y serpientes. Difícil equilibrio. No les oculta la
enemistad que va a suscitar la palabra de salvación. El pecado lleva a que
muchos se revuelvan con violencia; pero deben perseverar, no han de tener miedo
pues Dios les protege como a los pajarillos, y tiene los cabellos de su cabeza
contados. Ha sido llamados a una misión divina entusiasmante, pero nada fácil: no
han de temer a nada ni a nadie, pero tampoco ser ingenuos y desconocer los
peligros. La convicción profunda es que Dios está con ellos les ayudará. Así
conseguirán el objetivo.
LA GRANDEZA DE SU MISIÓN
En un tercer momento, les muestra la grandeza de su misión y la responsabilidad
de los que los acepten o rechacen. No se predican a sí mismos, sino a Dios a
través de la enseñanza de Jesús. "A todo el
que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi
Padre que está en los Cielos. Pero al que me niegue delante de los hombres,
también yo le negaré delante de mi Padre que está en los Cielos.
No penséis que he venido a traer la paz a la tierra. No he venido a traer la
paz sino la espada. Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la
hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. Y los enemigos del hombre
serán los de su misma casa"(Mt)
El amor que deben predicar es de un calibre superior a los amores más dignos de
la tierra; por eso habrá divisiones y guerras. El mensaje es de paz; pero de
una paz que es fruto de una guerra total contra el pecado y todo lo que lleva
consigo. No caben medias tintas.
Por eso, "Quien ama a su padre o a su madre
más que a mí, no es digno de mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a
mí, no es digno de mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
Quien encuentre su vida, la perderá; pero quien pierde su vida por mí, la
encontrará"(Mt).
SU DIGNIDAD
Su dignidad reside en que son la voz de Cristo y como tales deben ser recibidos.
Ellos mismos deben ser conscientes de su dignidad. "Quien
a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe al que me ha
enviado. Quien recibe a un profeta por ser profeta obtendrá recompensa de
profeta, y quien recibe a un justo por ser justo obtendrá recompensa de justo.
Y todo el que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos
pequeños por ser discípulo, en verdad os digo que no quedará sin
recompensa".
Salieron los apóstoles a la primera misión, persuadidos de que deben obedecer y
de que tienen la formación suficiente para realizar lo que Jesús les manda. El
impacto causado por sus palabras debió ser grande. Jesús les forma de un modo
práctico, no sólo teórico. Iban de dos en dos "Y
habiendo marchado, predicaron que hicieran penitencia; y expulsaban muchos
demonios, y ungían con óleo a muchos enfermos y los curaban"(Mc).
Al cabo de unos días "Reunidos los
Apóstoles con Jesús, le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Y les
dice: Venid vosotros solos a un lugar apartado, y descansad un poco. Porque
eran muchos los que iban y venían, y ni siquiera tenían tiempo para comer. Se
marcharon, pues, en la barca a un lugar apartado ellos solos"(Mc).Y,
una vez más, el lugar de reunión debió ser Cafarnaúm, donde estaban las barcas;
de allí parten para un lugar tranquilo donde poder descansar y continuar la
formación de otro modo, quizá en las fuentes del Jordán, lugar acogedor con
agua y sombra.
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