El Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, dijo que es “amoral” que todavía no se haya proclamado presidente electo al candidato Pedro Castillo, del partido comunista Perú Libre, pese a que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), aún no ha terminado de revisar los recursos de impugnación presentados por los dos partidos que disputaron la segunda vuelta electoral.
“De acuerdo al conteo, está claro que Castillo ya
ganó. Hay que esperar la proclamación del Jurado Nacional de Elecciones, pero, por
razones de tipo subjetivo algunos están retrasándolo, algo que es
evidentemente una cosa amoral”, declaró
el arzobispo al diario
argentino La Nación, en una entrevista publicada el 30 de
junio.
Según el Prelado, “hay sectores que no
quieren que el señor Castillo pueda gobernar”; y cree que “no es legítimo considerar esto si ganó la elección,
porque hay una votación que es límpida, que está bien hecha, como han
felicitado organismos e instituciones internacionales”.
“Ya quedó demostrado que no hubo fraude”, dijo el Arzobispo de Lima.
A mediados de junio, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) dio a conocer
los resultados de la segunda vuelta electoral del 6 de
junio. Al 100% de actas procesadas y contabilizadas, el candidato Castillo
consiguió el 50.125% de los votos, mientras que su contendiente de Fuerza
Popular, Keiko Fujimori, obtuvo el 49.875%, lo que se traduce en una diferencia
de apenas unos 44.000 votos.
No obstante, Castillo no ha sido proclamado presidente electo del Perú
debido a que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) todavía tiene que resolver
las impugnaciones de actas y apelaciones presentadas por ambos partidos, en
medio de las acusaciones de fraude lanzadas por Fuerza Popular.
Durante la campaña de la segunda vuelta y luego de las elecciones del 6
de junio, el país se ha polarizado. Actualmente, hay un clima de incertidumbre
y tensión que ha generado masivas movilizaciones de simpatizantes en diferentes
regiones del país.
El 28 de junio, la candidata Fujimori solicitó formalmente al
presidente de transición Francisco Sagasti llamar a una auditoría internacional
de la segunda vuelta, a fin de que “se pueda
revisar, como entidad independiente, los padrones electorales, actas de
votación, listado de electores, sistema informático utilizado, entre otros”.
Dijo que, de esta manera, se podrá determinar “si
es que los resultados procesados y contabilizados por la ONPE representan un
fiel reflejo de la voluntad popular”.
Para la candidata, su decisión nace de las denuncias por
irregularidades, la negativa de los organismos electorales por transparentar el
proceso y finalmente por la reciente declinación del fiscal supremo Luis Arce
Córdova de continuar como miembro del JNE.
Este último renunció el miércoles 23 de junio y publicó una carta en la
que asegura que su salida buscaba evitar que sus votos en minoría se usen para “convalidar falsas deliberaciones constitucionales que
son en realidad decisiones con clara parcialización política”.
Arce dijo que las denuncias por supuesto fraude y la “falta de transparencia y ausencia de disposición” para
encontrar la verdad por parte del presidente del JNE, Jorge Salas Arenas, “evidencian cuestionables intenciones de decidir el
destino de nuestra nación sobreponiendo los formalismos sobre la justicia y la
verdad electoral, vulnerando los derechos fundamentales de los ciudadanos
peruanos”.
Arce también advirtió que tiene “conocimiento
de fuente directa que” los reclamos de la población serán infructuosos,
debido a que, “contra esa voluntad del pueblo,
existen ya decisiones adoptadas que impedirán el conocimiento de la verdad y el
alcance de la justicia electoral”.
“Los reclamos de la población serán vanos y los
derechos de la mitad de la población serán vulnerables. Las marchas que
reclaman el derecho a la Verdad no serán escuchadas. Todo parece estar
consumado desde hace mucho tiempo atrás”, alertó.
Asimismo, una comitiva de
políticos peruanos viajó a Washington DC para presentar
ante la OEA “las pruebas que demostrarían un fraude
en la segunda vuelta electoral del 6 de junio”, y por ello dejaron el 30
de junio “una carta en este organismo, solicitando
que realicen una revisión de estos comicios”.
En medio de esta coyuntura, el Arzobispo de Lima, Mons. Castillo dijo a
La Nación que la situación que vive el Perú es “muy
parecida a lo que quisieron hacer en Estados Unidos”, cuando el
expresidente Donald Trump no admitió la victoria del demócrata Joe Biden y se
refirió a los recuentos y medidas legales en algunos estados.
“Yo creo que en el Perú está haciéndose un retrato
similar de las fake news de los Estados Unidos, solo que se trata de un país
más pequeño, más débil”, comentó.
Para Mons. Castillo el candidato de Perú Libre “es
un sindicalista que ha mostrado capacidad de unir gente para
conseguir cosas, como todo sindicalista”. También dijo que “desde el punto de vista ideológico”, no estaba “seguro de la concepción” que Pedro Castillo “tiene sobre el comunismo o el socialismo”.
“Ha usado un partido que es medio socialista, medio
comunista y también muy complejo, para poder presentarse a las
elecciones. Pero es mucho más de los eslóganes que se han creado contra él. Es
una persona mucho menos peligrosa de lo que se dice. Es muy grave satanizar a
una persona con eslóganes, como se hizo con Biden”, dijo el Arzobispo de Lima.
“Pero hay una desesperación y está azuzada por
sectores que quieren que la gente mantenga el mito o la idea o el diablo, de
un comunismo que no existe, por lo menos no de la forma que se
agita”, agregó.
Perú Libre, el partido que postuló a Pedro Castillo, se define en su
ideario y programa como marxista, leninista y
mariateguista. Con marxista se refiere al pensamiento de Carlos Marx, conocido
como el padre del comunismo, mientras que el leninismo es una forma de
comunismo desarrollada por el dictador soviético Vladimir Lenin.
Lo que Perú Libre llama mariateguismo es el pensamiento del escritor
peruano Carlos Mariátegui, fundador del Partido Socialista Peruano, llamado
luego Partido Comunista Peruano.
El diario peruano El Comercio señaló
que al menos dos candidatos
virtualmente electos al Congreso por Perú Libre tendrían vínculos con el grupo
terrorista Sendero Luminoso:
Guillermo Bermejo y Alfredo Pariona.
El 17 de mayo, Willax TV
propaló un audio en el que Bermejo afirma que “nosotros somos socialistas y nuestro camino a una nueva
Constitución es un primer paso, y, si tomamos el poder, no lo vamos a dejar”.
“Con todo el respeto que se merecen ustedes y sus
pelotudeces democráticas (sic), preferimos quedarnos para establecer un proceso
revolucionario en el Perú”, agregó Bermejo.
Pariona pasó dos años y medio en la cárcel por sus vínculos con Sendero
Luminoso tras ser arrestado en 1994.
El Ministerio Público del Perú pide actualmente 20 años de
prisión para Guillermo Bermejo por “pertenencia y afiliación
a los remanentes de la organización terrorista Sendero Luminoso”.
Desde el inicio de sus atentados, en 1980, el grupo terrorista Sendero
Luminoso causó al menos 31 mil muertes en Perú.
Asimismo, Pedro Castillo ha sido señalado de tener vínculos con
el grupo terrorista. Carlos Basombrío, ex ministro del Interior, dijo
en marzo de este año que la Dirección Contra el Terrorismo de la Policía
Nacional del Perú (DIRCOTE) considera que “hay
evidencias documentadas” de la cercanía de Castillo con el Movimiento
por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (MOVADEF), considerado el brazo
político de Sendero Luminoso.
El pasado 29 de mayo, el diario El
Comercio reveló que habían 249 militantes de Perú Libre que figuran
en los planillones que el MOVADEF presentó en marzo del 2011, cuando intentó
inscribirse como organización política ante el JNE.
Según la noticia, tres dirigentes del partido de Pedro Castillo ocuparon
cargos políticos en organismos de fachada de Sendero Luminoso.
Sin embargo, para Mons. Castillo, detrás de los sectores que advierten
del comunismo, lo que hay es “un grupo que quiere
manipular la realidad porque desprecia lo que puede ocurrir y ha creado toda
una situación de miedos”.
El Arzobispo dijo al diario La Nación que se trata de un grupo que no
comprende la realidad histórica del Perú, país “constituido
en base a los intereses extranjeros y a la exportación de sus riquezas mineras,
sobre las espaldas y a espaldas de las necesidades reales de su pueblo”.
En otra entrevista reciente, concedida a
Vatican News, Mons.
Castillo aseguró que estas elecciones han sido “como
un campanazo fuerte de los pobres ante las deficiencias del sistema neoliberal
implantado hace más de veinte años”.
En las redes sociales, Mons. Castillo recibió varias críticas por sus
posturas políticas.
Para el abogado y excongresista, Víctor Rolando Souza,
la “intervención de Mons. Carlos Castillo a favor
de la rápida proclamación de Pedro Castillo como presidente, rompe la
neutralidad que debe existir entre el sacerdocio y activismo político”. “Para
qué ocultar lo visible, declare su inclinación política, ¡sea honesto con la
Iglesia!”, dijo.
El P. Omar Sánchez Portillo, secretario general de Cáritas Lurín (Perú)
y conocido por su labor a favor de los más necesitados, se refirió a la palabra “amoral”
utilizada por el Arzobispo de Lima para criticar el retraso de la
proclamación de Pedro Castillo como presidente.
“¡Amoral es que alguien se crea a la vez el JNE, el
RENIEC [Registro Nacional de Identificación y Estado Civil], la Santa
Inquisición y todos los poderes del Estado y de la Iglesia juntos!”, expresó a través de sus redes sociales.
“No oponerse al error es aprobarlo. No defender la
verdad es negarla”, agregó, citando a Santo Tomás de
Aquino.
El excongresita Carlos Tubino también dijo
que “el Arzobispo Carlos
Castillo da unas declaraciones de índole político muy cuestionadas”. “¡Solo le
faltó decirnos que no proclamar presidente a Castillo es pecado!”, añadió.
Una usuaria de Twitter, Milena, agregó: “¡El Arzobispo Carlos
Castillo no es un pastor de la Iglesia, es un activista político! ¡Alza la voz
para que declaren al comunista Pedro Castillo como presidente, pero nunca dijo
nada cuando cerraron las iglesias! Quítese la sotana de una vez, es una mancha
para la Iglesia Católica”.
El pasado martes 25 de mayo la Conferencia Episcopal Peruana (CEP)
publicó una carta dirigida al pueblo católico,
en la que recordó que “la Iglesia, en fidelidad a
la dignidad humana, siempre ha rechazado y condenado al comunismo por ser un
sistema perverso que reduce al ser humano a la esfera de lo económico y
restringe las libertades fundamentales de la persona”.
POR DIEGO LÓPEZ
MARINA | ACI Prensa
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