lunes, 5 de julio de 2021

«AQUÍ ESTOY JESÚS», UNA ORACIÓN PARA VOLVER LA MIRADA AL SEÑOR

«Querido Jesús, amigo» es una expresión que emplea Flavia Carpio, miembro del equipo de Catholic Link, en la oración y video que hoy queremos compartir contigo. Particularmente, es la manera preferida que tengo para dirigirme a Jesús en la oración, pues siento que contar con su amistad es algo magnífico e increíble. 

En la vida espiritual es necesario recorrer por los diferentes caminos que se presentan día a día. No podemos negar que hay momentos desérticos, en los que «es tan difícil confiar… dejar todo en tus manos y simplemente, confiar». 

Estas son las ocasiones en donde una amistad tan especial como la de Jesús nos puede salvar. Él – que como amigo conoció hasta la traición – siguió tendiendo la mano para que el temor nos deje sucumbir a las mareas, sigue acompañándonos diariamente. 

Orar es tener un espacio vital de diálogo con Jesús, y es la oportunidad perfecta para recobrar la fuerza y actuar con la mayor sabiduría y tranquilidad. Aún en los desiertos más áridos de la existencia.   

Es por esto que desde Catholic Link queremos invitarte a orar con nosotros, dialogar con nuestro amigo Jesús y pedirle que nos permita volver la mirada hacia Él. Y, con Él, seguir adelante, decirle que nos guíe en Su Voluntad y estar siempre a Su lado.

«AQUÍ ESTOY JESÚS»

Querido Jesús, amigo. 

Te escribo, en este tiempo en donde es tan difícil confiar, dejar todo en tus manos y Simplemente, confiar. 

En donde, me cuesta parar y mirarte, dejarte hacer en mi vida, porque más que hacer tu voluntad, la mía trata de sobreponerse todos los días.

Aquí estoy, Señor con mis defectos, mis orgullos, mis aciertos y errores. 

Este soy yo, Señor y vengo a pedirte que cuides de mí, cuídame por favor. 

No me dejes dar un solo paso que no sea tu voluntad. 

Tómame de la mano, como lo haces todos los días, y no me sueltes jamás. 

Pongo a tus pies mi vida, mi trabajo, mi salud y la de toda mi familia, la de mis amigos y mi país. 

Sé que estoy roto, que no merezco todo lo que haces por mí, pero solo tú puedes sanar mi corazón encallecido, ese que por buscar el éxito, se endureció. 

Haré lo mejor que pueda, en cada reto, en cada aventura de esta vida. te prometo que daré lo mejor de mi para que seas tú el que brille. 

Aquí estoy Jesús. Sé que no soy el mejor, pero quiero ayudarte con todo mi corazón.

Escrito por Mauricio Montoya

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