El próximo 11 de abril, Segundo Domingo de Pascua, la Iglesia celebrará la Fiesta de la Divina Misericordia, la cual tiene como objetivo principal hacer llegar a los corazones de las personas el mensaje de que Dios es Misericordioso y ama a todos: "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723).
A pocos días de esta gran festividad, aquí una
novena en su honor:
PRIMER
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores ,
y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la
amarga tristeza en que me sume la perdida de las almas.
Jesús Misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de
nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que
depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo
corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te
une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente
a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de
Jesús y por su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos la
omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
CORONILLA
Usando una cuenta del Rosario empezamos con: Padre Nuestro... Ave
María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
SEGUNDO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelos
en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para
soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi
misericordia fluye hacia la humanidad.
Jesús Misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia
en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que
todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en
el cielo.
Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las
almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de
tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas,
concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la
salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite, por
los siglos de los siglos. Amén.
CORONILLA
Usando una cuenta del Rosario empezamos con: Padre Nuestro... Ave
María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
TERCER
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumergelas en el mar
de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del viacrucis. Fueron
una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.
Jesús Misericordiosísimo que desde el tesoro de tu misericordia les
concedes a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu
compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el
inconcebible amor tuyo con que tu corazón arde por el Padre Celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de
tu hijo y por su dolorosa pasión concédeles tu bendición y rodéales con tu
protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe,
sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita
misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
CORONILLA
Usando una cuenta del Rosario empezamos con: Padre Nuestro... Ave
María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
CUARTO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios, y a aquellos que todavía no
me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo
consoló mi corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la
morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y
de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen
para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y
no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen
en Ti y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el
compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas
almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas
ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
CORONILLA
Usando una cuenta del Rosario empezamos con: Padre Nuestro... Ave
María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
QUINTO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar
de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi
Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas
cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.
Jesús Misericordiosísimo que eres la bondad misma, Tu no niegas la luz a
quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo corazón a las almas
de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia
y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón, sino haz que
también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos
separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han
abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires
sus errores sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya
que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz
que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los
siglos. Amén.
CORONILLA
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María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
SEXTO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños
y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas semejantes a mi Corazón.
Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles
terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes
enteros de gracia. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia;
concedo mi confianza a las almas humildes.
Jesús Misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy
manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a
las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas
llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre Celestial. Son
un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios
mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo corazón y
cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humildes y a
las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón
de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende
desde la tierra y alcanza tu trono.
Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que
tienes por estas almas y por el gozo que te proporcionan, bendice al mundo
entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia
por los siglos de los siglos. Amén.
CORONILLA
Usando una cuenta del Rosario empezamos con: Padre Nuestro... Ave
María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
SÉPTIMO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo
especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que mas
lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi espíritu. Ellas son
un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un
resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del
infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la
morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo
particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder
de Dios mismo, en medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen
adelante confiadas en tu misericordia y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus
hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente sino que
tu Misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y
veneran a tu mayor atributo, es decir, tu Misericordia insondable y que están
encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un evangelio
viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones
desbordantes de gozo cantan a Ti, Oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te
suplico, oh Dios, muestrales la misericordia según la esperanza y la confianza
que han puesto en Ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les
dijo: a las almas que veneren esta infinita
misericordia mía, Yo mismo las defenderé como mi Gloria durante sus vidas y
especialmente en la hora de la muerte.
CORONILLA
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María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
OCTAVO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y
sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre
refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí.
Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi Justicia. Está en tu poder
llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y
ofrecelas en su nombre. Oh, sí conocieras los tormentos que ellas sufren
ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y salvarías las
deudas que tienen con mi justicia.
Jesús Misericordiosísimo, Tu mismo has dicho que deseas la misericordia,
he aquí, yo que llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del
purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa
adeudada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu
Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado
el poder de tu misericordia.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el
purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te
suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la
cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que
están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de
Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen
límites. Amén.
CORONILLA
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María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
NOVENO
DÍA DE LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi
Misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A
causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el
Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si
es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en
recurrir a mi misericordia.
Jesús Misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las
almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que
se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el
fuego de tu amor puro. Oh, Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu
misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo,
porque Tú lo puedes todo.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo,
están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la Misericordia,
te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la
cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu Misericordia. Amén.
CORONILLA
Usando una cuenta del Rosario empezamos con: Padre Nuestro... Ave
María... El Credo...
- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al finalizar las cinco misterio de la
coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del
mundo entero.
Redacción ACI Prensa
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