¿Qué sucedió en este día, y cómo lo celebramos?
Cada vez que profesamos el
Credo decimos que Jesús «descendió a los infiernos». El
Sábado Santo es el día que conmemora este acontecimiento.
(JimmyAkin.com/InfoCatólica) Cada vez que profesamos el
Credo decimos que Jesús «descendió a los infiernos». El
Sábado Santo es el día que conmemora este acontecimiento. ¿Qué sucedió en este día, y cómo lo celebramos?
Aquí hay 12 cosas que debes saber sobre este día.
1. ¿QUÉ PASÓ EL
PRIMER SÁBADO SANTO?
Aquí en la tierra, los
discípulos de Jesús lloraron su muerte y, puesto que era un día de reposo,
descansaron.
Lucas observa que las mujeres
regresaron a casa «Y regresando, prepararon aromas
y mirra. Y el sábado descansaron según el precepto.» (Lc 23,56).
En la tumba, los guardias que
habían estado allí vigilaban el lugar para asegurarse de que los discípulos no
robaran el cuerpo de Jesús.
Mientras tanto . . .
2. ¿QUÉ LE SUCEDIÓ A
JESÚS MIENTRAS ESTABA MUERTO?
Según el Catecismo de la Iglesia Católica:
633 La Escritura llama
infiernos, sheol, o hades (cf. Flp 2, 10; Hch 2, 24; Ap 1, 18; Ef 4, 9) a la
morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se
encontraban allí estaban privados de la visión de Dios (cf. Sal 6, 6; 88,
11-13).
Tal era, en efecto, a la
espera del Redentor, el estado de todos los muertos, malos o justos (cf. Sal
89, 49;1 S 28, 19; Ez 32, 17-32), lo que no quiere decir que su suerte sea
idéntica como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro recibido en el
«seno de Abraham» (cf. Lc 16, 22-26).
«Son
precisamente estas almas santas, que esperaban a su Libertador en el seno de
Abraham, a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos» (Catecismo Romano, 1, 6, 3).
Jesús no bajó a los infiernos
para liberar a los condenados (cf. Concilio de Roma, año 745: DS, 587) ni para
destruir el infierno de la condenación (cf. Benedicto XII, Libelo Cum dudum:
DS, 1011; Clemente VI, c. Super quibusdam: ibíd., 1077) sino para liberar a los
justos que le habían precedido (cf. Concilio de Toledo IV, año 625: DS, 485;
cf. también Mt 27, 52-53).
634 «Hasta
a los muertos ha sido anunciada la Buena Nueva...» (1 P 4, 6). El
descenso a los infiernos es el pleno cumplimiento del anuncio evangélico de la
salvación.
Es la última fase de la misión
mesiánica de Jesús, fase condensada en el tiempo pero inmensamente amplia en su
significado real de extensión de la obra redentora a todos los hombres de todos
los tiempos y de todos los lugares porque todos los que se salvan se hacen
partícipes de la Redención.
3. ¿CÓMO
CONMEMORAMOS ESTE DÍA?
Según el documento principal
que rige las celebraciones relacionadas con la Pascua, Paschale
Solemnitatis:
73. Durante el Sábado Santo la
Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, su
descenso a los infiernos y esperando en la oración y el ayuno su resurrección.
Se recomienda con insistencia la celebración del Oficio de Lectura y de las
Laudes con participación del pueblo (cf. n. 40). Cuando esto no sea posible,
prepárese una celebración de la Palabra o un ejercicio piadoso que corresponda
al misterio de este día.
74. Pueden ser expuestas en la
iglesia a la veneración de los fieles la imagen de Cristo crucificado, o en el
sepulcro, o descendiendo a los infiernos, ya que ilustran el misterio del
Sábado santo, así como la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores de los
fieles.
El ayuno también se aconseja, pero no es
obligatorio, en este día.
4. ¿SE CELEBRAN LOS
SACRAMENTOS EL SÁBADO SANTO?
En su mayor parte, no. Paschale
Solemnitatis explica:
75. Hoy la Iglesia se abstiene
absolutamente del sacrificio de la Misa. La sagrada Comunión puede darse
solamente como viático. No se conceda celebrar el matrimonio, ni administrar
otros sacramentos, fuera de la Penitencia y la Unción de los enfermos.
La prohibición de celebrar
misa se aplica a la parte del día antes de la misa de la Vigilia pascual, que
se considera ya domingo.
El bautismo en peligro de muerte también está
permitido.
5. ¿QUÉ ES LA
VIGILIA PASCUAL?
La Vigilia Pascual es la
conmemoración litúrgica de la fiesta, celebrada la noche anterior a la fiesta
(del Domingo de Resurrección).
El término proviene de la
palabra latina vigilia, que significa «vigilia», y
que se usaba porque los fieles permanecían despiertos para orar y hacer
ejercicios devocionales en anticipación de la fiesta.
La Vigilia Pascual es la vigilia en la que se
celebra la noche antes de la Pascua.
Según Paschale Solemnitatis:
80. Ya desde su comienzo la
Iglesia ha celebrado con una solemne vigilia nocturna la Pascua anual, solemnidad
de las solemnidades. Precisamente la resurrección de Cristo es el fundamento de
nuestra fe y de nuestra esperanza, y por medio del Bautismo y de la
Confirmación somos injertados en el misterio pascual de Cristo, morimos con Él,
somos sepultados con Él y resucitamos con Él, para reinar con Él para siempre.
Esta Vigilia es también espera de la segunda venida
del Señor.
6. ¿CUÁNDO SE
CELEBRARÁ LA VIGILIA DE PASCUA?
Paschale Solemnitatis explica:
78. «Toda
la celebración de la Vigilia pascual tiene lugar por la noche, no debe comenzar
antes del anochecer, sino que debe terminar antes del amanecer del domingo».
Esta regla debe tomarse según
su sentido más estricto. Reprehensible son los abusos y prácticas que se han
deslizado en muchos lugares en violación de este fallo, en el que se celebra la
Vigilia Pascual a la hora del día que se acostumbra celebrar las Misas
dominicales anticipadas.
Las razones que se han
adelantado en algunos sectores para la anticipación de la Vigilia pascual, como
la falta de orden público, no se proponen en relación con la noche de Navidad
ni otras reuniones de diversa índole.
7. ¿QUÉ OCURRE EN LA
VIGILIA PASCUAL?
Según Paschale Solemnitatis:
81. La orden para la Vigilia
pascual está organizada de modo que después del servicio de la luz y la
Proclamación de Pascua (que es la primera parte de la Vigilia)
La Santa Iglesia reflexiona
sobre las obras maravillosas que el Señor Dios realizó para su pueblo desde los
primeros tiempos (la segunda parte o Liturgia de la Palabra)
Al momento en que, junto con
los nuevos miembros renacidos en el Bautismo (tercera parte)
Ella es llamada a la
mesa preparada por el Señor para su Iglesia -la conmemoración de su muerte y
resurrección- hasta que él venga (cuarta parte).
8. ¿QUÉ SUCEDE
DURANTE EL RITO LUCERNARIO?
Según Paschale Solemnitatis:
82. La primera parte consiste en
una serie de acciones y gestos simbólicos que conviene realizar con tal
dignidad y expresividad que su significado propio sugerido por las moniciones y
las oraciones, pueda ser realmente percibido por los fieles. En el lugar
adecuado y fuera de la iglesia, en cuanto sea posible, se preparará la hoguera
destinada a la bendición del fuego nuevo, cuyo resplandor debe ser tal que
disipe las tinieblas e ilumine la noche.
Prepárese el cirio pascual
que, para la veracidad del signo, ha de ser de cera, nueva cada año, único,
relativamente grande, nunca ficticio, para que pueda evocar realmente que
Cristo es la luz del mundo. La bendición del cirio se hará con los signos y las
palabras propuestas por el Misal o con otras, aprobadas por la Conferencia de
Obispos (88).
83. La procesión en la que el
pueblo entra a la iglesia se ilumina únicamente por la llama del cirio pascual.
Del mismo modo que los hijos de Israel durante la noche eran guiados por una
columna de fuego, así los cristianos siguen a Cristo resucitado. Nada impide
que a las respuestas "Demos gracias a
Dios" se añada a alguna aclamación dirigida a Cristo.
La llama del cirio
pascual pasará poco a poco a las velas que los fieles tienen en sus manos,
permaneciendo aún apagadas las lámparas eléctricas.
9. ¿QUÉ SUCEDE
DURANTE LA PROCLAMACIÓN DE PASCUA?
Según Paschale Solemnitatis:
84. El diácono proclama el pregón
pascual, magnífico poema lírico que presenta el misterio pascual en el conjunto
de la economía de la salvación. Si fuese necesario, o por falta de un diácono o
por imposibilidad del sacerdote celebrante, puede ser proclamado por un cantor.
Las Conferencias Episcopales pueden adaptar convenientemente este pregón
introduciendo en él algunas aclamaciones de la asamblea.
10. ¿QUÉ SUCEDE
DURANTE LAS LECTURAS DE LA ESCRITURA?
Según Paschale Solemnitatis:
85. Las lecturas de la Sagrada
Escritura constituyen la segunda parte de la Vigilia. Describen momentos
culminantes de la historia de la salvación, cuya plácida meditación se facilita
a los fieles con el canto del salmo responsorial, el silencio y la oración del
sacerdote celebrante.
La estructura restaurada de la
Vigilia presenta siete lecturas del Antiguo Testamento entresacadas de los
libros de la Ley y de los Profetas, ya utilizadas frecuentemente en las
antiguas tradiciones litúrgicas de Oriente y Occidente, y dos del Nuevo Testamento,
es decir la lectura del Apóstol y del Evangelio. De esta manera, la Iglesia "comenzando por Moisés y siguiendo por los
profetas", interpreta el misterio pascual de Cristo. Por lo tanto,
en la medida en que sea posible, léanse todas las lecturas indicadas para
conservar intacta la índole propia de la Vigilia pascual que exige una cierta
duración.
Sin embargo, si las
circunstancias pastorales aconsejan que se reduzcan aún el número de las
lecturas, léanse al menos tres lecturas del Antiguo Testamento, de manera que
estén representadas la Ley y los Profetas; nunca se puede omitir la lectura del
capítulo 14 del Éxodo, con su cántico.
87. Terminada la lectura del
Antiguo Testamento, se canta el himno "Gloria
a Dios", se hacen sonar las campanas según las costumbres de cada
lugar, se dice la oración colecta y de este modo se pasa a las lecturas del
Nuevo Testamento. Se lee la exhortación del Apóstol sobre el Bautismo entendido
como inserción en el misterio pascual de Cristo.
Después, todos se levantan y
el sacerdote entona por tres veces el "Aleluya",
elevando gradualmente la voz, y repitiéndolo la asamblea. Si fuese
necesario, el salmista o cantor entona el "Aleluya",
que el pueblo prosigue intercalando la aclamación entre los versículos
del salmo 117, tan a menudo citado por los apóstoles en la predicación pascual.
Sigue el anuncio de la Resurrección del Señor con la lectura del Evangelio,
culmen de toda la liturgia de la Palabra.
Terminada la
proclamación del Evangelio no se omita a la homilía, aunque sea breve.
11. ¿QUÉ SUCEDE
DURANTE LA LITURGIA BAUTISMAL?
Según Paschale Solemnitatis:
88. La liturgia bautismal es la
tercera parte de la Vigilia. La pascua de Cristo y nuestra se celebra ahora en
el sacramento. Esto se manifiesta más plenamente en aquellas Iglesias que
poseen la fuente bautismal, y más aún cuando tiene lugar la iniciación
cristiana de adultos, o al menos el bautismo de niños. Aun en el caso en que no
haya bautizos en las iglesias parroquiales se hace la bendición del agua
bautismal. Si esta bendición no se hace en la fuente bautismal sino en el
presbiterio, el agua bautismal debe ser trasladada después al baptisterio,
donde será conservada durante todo el tiempo pascual. Donde no hayan bautizos
ni se deba bendecir el agua bautismal, hágase la bendición del agua para la
aspersión de la asamblea, a fin de recordar el bautismo.
89. A continuación tiene lugar
la renovación de promesas bautismales introducidas por la monición que hace el
sacerdote celebrante. Los fieles, de pie y con las velas encendidas en sus
manos responden a las interrogaciones. Después tiene lugar la aspersión: de
esta manera los gestos y las palabras que los acompañan recuerdan a los fieles
el bautismo que, un día, recibieron. El sacerdote celebrante hace la aspersión
pasando por toda la nave de la iglesia, mientras la asamblea canta la antífona "Vidi aquam" u otro canto de índole
bautismal.
12. ¿QUÉ SUCEDE
DURANTE LA LITURGIA EUCARÍSTICA?
Según Paschale Solemnitatis:
90. La celebración de la
eucaristía es la cuarta parte de la Vigilia, y su punto culminante, porque es
el sacramento pascual por excelencia, memorial del sacrificio de la cruz,
presencia de Cristo resucitado, consumación de la iniciación cristiana y
pregustación de la pascua eterna.
91. Hay que poner mucho cuidado
para que la liturgia eucarística no se haga con prisa; es muy conveniente que
todos los ritos y las palabras que los acompañan alcancen toda su fuerza
expresiva: la oración universal, en la que los
neófitos participan por primera vez como fieles, ejercitando su sacerdocio
real; la procesión de las ofrendas, en las que convienen que participen los
neófitos, si los hay; la plegaria eucarística primera, segunda, tercera, a ser
posible cantada, con sus embolismos propios; la comunión eucarística que es el
momento de la plena participación en el misterio que se celebra. Durante la
comunión es oportuno cantar el salmo 117, con la antífona "Aleluya,
aleluya, aleluya", u otro canto que represente la alegría de la Pascua.
92. Es muy conveniente que en la
comunión de la Vigilia pascual se alcance la plenitud del signo eucarístico, es
decir, que se administre el sacramento bajo las especies del pan y del vino.
Los Ordinarios del lugar juzguen sobre la oportunidad de una tal concesión y de
sus modalidades.
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