Esta es la hora en la que vuelven los «bárbaros»
En un
contundente y profético artículo, Mons. Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá
de Henares, ha condenado la aprobación de la ley de eutanasia en España, último
escalón, por ahora, de una escalera descendente hacia el infierno de la infamia
e indignidad, que está sumiendo a la nación que evangelizó el orbe en un gran
vertedero moral y espiritual.
(InfoCatólica) Mons. Reig Pla explica en su artículo por qué España es objetivo prioritario de los
apóstoles del Nuevo Orden Mundial:
«Le tenían
ganas. La España tradicionalmente católica y que expandió la fe allende los
mares, era un enemigo a batir por sí misma y por su repercusión en
los pueblos hermanos de Hispanoamérica, Filipinas, el mismo contexto europeo y
la influencia en todo el mundo de nuestros misioneros, activos colaboradores
con la transmisión de la fe».
El acoso al espíritu católico de la nación española
se ha hecho a través de leyes inicuas:
«El
«tsunami» de leyes que desregulariza el patrimonio cultural y espiritual de
España, enarbolando siempre la bandera de la «libertad», comenzó con la
ley del divorcio (1981), a la que siguieron la despenalización del aborto
(1985), la ley sobre técnicas de reproducción asistida (1988), la ley que
permite el así llamado matrimonio civil entre personas del mismo sexo (2005),
la ley del divorcio «exprés» y el repudio (2005), la introducción de la
asignatura «Educación para la ciudadanía» que hacía presente la «ideología de
género» en la escuela (2006), la ley sobre técnicas de reproducción asistida
(2006), la ley Aido sobre la interrupción del embarazo y la salud sexual y
reproductiva (2010), la ley de investigación biomédica (2011), hasta llegar a
las leyes autonómicas sobre «Identidad y expresión de género e Igualdad social
y no discriminación» presentes en varias comunidades autónomas de la nación
española».
El prelado complutense constata que el pueblo
español está anestesiado:
«Además de otras
propuestas leyes permisivas anunciadas por distintos ministerios, la puntilla
final a la libertad de conciencia y a la dignidad de toda vida humana, la han
puesto la nueva ley de educación (2020) y la ley de la eutanasia (2021). Con
ello las fuerzas globalistas, los lobbies financieros, sus terminales
eutanásicas y el laicismo militante pueden darse por vencedores ante un pueblo
anestesiado por los medios de comunicación...»
El obispo, además de recordar que no existe el
derecho a la muerte, destaca que el estado queda desligitimado al destruir todo
rastro de bien común:
«Hay que
repetirlo una vez más. No existe el derecho a la muerte. La eutanasia acaba con todos los derechos. La vida
humana es siempre un don que nos precede y que merece ser cuidado personal,
familiar y socialmente desde la perspectiva del bien común hasta la muerte
natural. Es el don más alto de la creación. De manera particular le corresponde
al Estado garantizar este cuidado y protección. No hacerlo lo convierte en un Estado que
no cumple su misión y queda ilegitimado en el ejercicio de este poder».
VAN A POR LOS NIÑOS
Don Juan Antonio pone el dedo en la llaga al
mostrar cuál es el objetivo de los nuevos amos del mundo que se han apoderado
de España:
«No contentos
con estas leyes, los nuevos amos han provocado desde las instancias del poder un
debilitamiento moral de nuestro pueblo, especialmente entre los niños, adolescentes y jóvenes con una
educación sexual al margen del amor y de la capacidad de autogobierno para el
bien personal y la relación con las demás personas. Muchos de ellos están
atrapados por la pornografía, las adicciones de toda clase y se les ha
inoculado un concepto negativo de la libertad».
Y recuerda que la
verdadera libertad jamás puede estar orientada al mal:
«Se trata de la destrucción
de la libertad en nombre de una libertad sin más contenido que ella misma. Una
libertad perversa fuente de numerosos sufrimientos humanos: la
destrucción de la vida humana, rupturas familiares, abandono de los niños,
desorientación en el sentido de la vida e incluso aumento de la soledad,
enfermedades psíquicas y suicidios».
Y añade:
«Lo he dicho en
varias ocasiones. Esta es la hora en la que vuelven los «bárbaros» que,
embriagados de poder, no saben sostener la casa común, el hogar familiar que ha
significado y significa España».
PAPEL DE LA IGLESIA
El obispo de Alcalá de Henares indica qué papel
corresponde a la Iglesia en estos momentos de la historia:
«Son tiempos en
los que la Iglesia católica no puede mirar hacia otra parte. Son los tiempos de
una «nueva evangelización» como nos piden los últimos Pontífices. Lo
que está en juego es el bien de las personas y el bien de nuestro pueblo. Es
necesario movilizar las conciencias de los católicos y de los hombres de buena
voluntad para lograr una gran estrategia a favor de la vida humana».
El prelado tiene también una palabra para los creyentes:
«Aunque lo
desconozcan los no creyentes, España necesita a Cristo, en quien
refulge el esplendor de la verdad de la persona. En estos momentos no podemos
renunciar ni al libro de la Creación, Dios creador que ordena con su sabiduría
todas las cosas y al mismo hombre, ni a la obra de la Redención expresada en la
Cruz de Cristo donde todos hemos sido amados hasta el extremo. Sin ese amor y
sin el perdón no podemos vivir. Así lo han testimoniado todos los Santos que
pueblan con la Virgen María toda nuestra geografía española».
No hay comentarios:
Publicar un comentario