Sales del gimnasio después de una hora intensísima de spinning y tus amigas te invitan a desayunar. Mueres de hambre, pero frente a ti pasa, a pasito de tortuga, la frase: ¡Detente, estás a dieta!
Por: Jorge Hidalgo | Fuente: Revista Si
Sales
del gimnasio después de una hora intensísima de spinning y tus amigas te
invitan a desayunar. Mueres de hambre, pero frente a ti pasa, a pasito de
tortuga, la frase: “¡Detente, estás a dieta!”
Discretamente tomas el menú, finges un poco de incomodidad y prisa y le dices
al mesero que sólo piensas pedir algo de beber. En ese momento un gran
escalofrío recorre tu cuerpo y piensas: “si estoy a
dieta, ¿qué debo pedir: té o café o algún jugo que contenga hierro?… Volteas
hacia el mesero, sonríes para ocultar tu nerviosismo y ordenas: “un vaso con
agua, ¡por favor!”
Ya sea porque viste un documental sobre las dietas, te lo comentó una amiga o
lo leíste en una revista, una gran cantidad de veces terminas ingiriendo
alimentos o bebidas que consideras serán lo mejor para bajar de peso, ayudar a
tu piel a conservarse joven, tener un tono muscular envidiado por cualquier
atleta, o simplemente, porque la moda te lo impone. Si lees bien lo que hemos
preparado para ti, tendrás una mejor referencia para no quedarte sedienta y
haciendo el oso de tu vida.
¿TÉ O CAFÉ?
Pregunta típica cuando estás en un restaurante sea, en el desayuno, en
la comida o en la cena... O también en la casa. Se tiene la idea de que el café
es un oxidante y mejor estar lejos de él porque acelera el envejecimiento y la
aparición de arrugas en la cara.
De ahí que algunas personas piensen que es mejor tomar té que café. En
realidad, la mayoría de los tés comerciales también contienen cafeína; además
del ácido tánico que es nocivo para tu salud. Para favorecer a tu organismo lo
ideal sería que consumieras té de hierbas naturales. Si bebes mucho té y
quieres evitar la retención de agua, sería conveniente que tomes té de Jamaica.
Para retardar el proceso de envejecimiento, podrías ingerir té verde, rico en
antioxidantes.
LA MODA DEL TÉ
Al parecer, el té es la bebida de moda; ahora te lo sirven en el
desayuno, a media mañana, a la inglesa, por la tarde, después de cenar, para
platicar… y, sobre todo, para sustituir al café, los refrescos y el alcohol.
En todas sus preparaciones, el té puede ser un aliado de tu salud y tu belleza.
Si pensabas que no eran más que pura agua con sabor a canela, lima e
hierbabuena, has de saber que la industria de productos de belleza y salud han
encontrado en ellos un componente estrella por su elevado poder antioxidante y
sus propiedades anticancerosas.
Sus virtudes son innumerables por sus potentes cualidades de
antienvejecimiento; esencialmente por los polifenoles que contiene el té, y, en
particular, el verde; y los flavonoides catequinas que son antitumorales.
Numerosos estudios han demostrado que tiene propiedades cicatrizantes,
bactericidas y refrescantes, además de que producen un efecto estimulante en tu
sistema nervioso central.
Otras razones
para tomarlo son:
* Disminuye el riesgo de que adquieras
enfermedades cardiovasculares.
* Baja tus niveles de colesterol en la sangre.
* Te ayuda a combatir la fatiga.
* Estimula tus defensas y tu funcionamiento mental,
* Y sobre todo, es un bebida natural que no te engorda pues no contiene azúcar
ni calorías.
Los expertos en té aseguran que para disfrutarlo de verdad, debes tomar en
cuenta el siguientes tip: calienta el agua y antes de que empiece a hervir,
echa un chorrito en la tetera vacía para evitar que se quemen las hojas.
Vacíala, incorpora el té y añade agua caliente. Déjalo reposar unos 10 minutos
y tómalo con leche, azúcar, miel o limón.
DOS DE CAFÉ Y UNA DE AZÚCAR
Si lo tuyo es el café, te tengo una muy buena noticia, tomándolo con
moderación, no resulta perjudicial para tu salud; incluso algunos
investigadores consideran que dos tazas pueden ser beneficiosas.
La creencia de que el café producía algún tipo de cáncer ha sido erradicada por
la Sociedad Americana del Cáncer, que demostró que no hay ninguna relación
entre el consumo moderado y este padecimiento; también informó que la cafeína,
tomada en altas dosis, no disminuye la fertilidad, ni aumenta tu riesgo a
sufrir osteoporosis, o te desencadene enfermedades cardiovasculares.
Aún cuando se han hecho estudios que indican que tomar café regularmente podría
disminuir el riesgo de que contraigas la enfermedad de Parkinson y, que a
diferencia de las sustancias adictivas, tu cuerpo no desarrolla tolerancia a la
cafeína y no requieres niveles más y más altos para sentir sus efectos
estimulantes, la cafeína tiene sus riesgos: puede
causar nerviosismo e insomnio en algunas personas; su acidez puede producirte
problemas digestivos y cierta dependencia; y puede afectar tu presión arterial.
Si eres amante del café y no piensas dejarlo por nada, considera que el “expresso” es el que cuenta con más cantidad de
cafeína y se recomienda que se tome, por ello, en una taza más pequeña.
UN JUGUITO POR FAVOR
Los jugos y batidos naturales a base de frutas, leche, hierbas y
verduras son bebidas muy ricas en nutrientes, vitaminas y sustancias
antioxidantes. Incorporarlas en tu alimentación diaria supone una fuente
interminable de salud.
Tienen muchos beneficios que van desde frenar el proceso de envejecimiento,
aumentar las defensas de tu organismo, prevenirte de una multitud de dolencias
y enfermedades, desde un simple resfriado a dolores de cabeza, menstruales,
cáncer, enfermedades coronarias y ansiedad.
Los jugos son muy buenos para curarte una gripe o permitirte que concilies el
sueño después de varias noches de insomnio; pueden relajarte o proporcionarte
energía. No los descartes jamás de tu dieta, pues siempre te aportarán salud,
juventud y vitalidad.
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