¿QUÉ ES EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN?
Por: Cristina Cendoya | Fuente: Catholic.net
El sacramento de la Confirmación es uno de los
tres sacramentos de iniciación cristiana. La misma palabra, Confirmación que
significa afirmar o consolidar, nos dice mucho.
En este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este
sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra
un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la
Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por
él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación
nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más
perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace
capaces de ser testigos de Cristo.
El día de Pentecostés – cuando se funda la Iglesia – los apóstoles y discípulos
se encontraban reunidos junto a la Virgen. Estaban temerosos, no entendían lo
que había pasado – creyendo que todo había sido en balde - se encontraban
tristes. De repente, descendió el Espíritu Santo sobre ellos –quedaron
transformados - y a partir de ese momento entendieron todo lo que había
sucedido, dejaron de tener miedo, se lanzaron a predicar y a bautizar. La
Confirmación es “nuestro Pentecostés personal”. El Espíritu Santo está actuando
continuamente sobre la Iglesia de modos muy diversos. La Confirmación – al descender
el Espíritu Santo sobre nosotros - es una de las formas en que Él se hace
presente al pueblo de Dios.
INSTITUCIÓN
El Concilio de Trento declaró que la Confirmación era un sacramento instituido
por Cristo, ya que los protestantes lo rechazaron porque - según ellos - no
aparecía el momento preciso de su institución. Sabemos que fue instituido por
Cristo, porque sólo Dios puede unir la gracia a un signo externo.
Además encontramos en el Antiguo Testamento, numerosas referencias por parte de
los profetas, de la acción del Espíritu en la época mesiánica y el propio
anuncio de Cristo de una venida del Espíritu Santo para completar su obra.
Estos anuncios nos indican un sacramento distinto al Bautismo. El Nuevo
Testamento nos narra como los apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de
Cristo, iban imponiendo las manos, comunicando el Don del Espíritu Santo,
destinado a complementar la gracia del Bautismo. “Al
enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado
la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por
ellos para que recibieran al Espíritu Santo; pues todavía no había descendido
sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en nombre del Señor
Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo”.
(Hech. 8, 15-17;19, 5-6).
EL SIGNO: LA MATERIA Y LA
FORMA
Dijimos que la materia del Bautismo, el agua, tiene el significado de limpieza,
en este sacramento la materia significa fuerza y plenitud. El signo de la
Confirmación es la “unción”. Desde la
antigüedad se utilizaba el aceite para muchas cosa: para
curar heridas, a los gladiadores de les ungía con el fin de fortalecerlos,
también era símbolo de abundancia, de plenitud. Además la unción va
unido al nombre de “cristiano”, que
significa ungido.
La materia de este sacramento es el “santo crisma”,
aceite de oliva mezclado con bálsamo, que es consagrado por el Obispo el
día del Jueves Santo. La unción debe ser en la frente.
La forma de este sacramento, palabras que acompañan a la unción y a la
imposición individual de las manos “Recibe por esta señal de la cruz el don del
Espíritu Santo” (Catec. no. 1300) . La cruz es el arma con que cuenta un cristiano para defender su fe.
LOS 5 PASOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN
Estos pasos expresan
simplemente un camino hacia la conversión.
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para
hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este
maravilloso sacramento.
Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el
análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha
realizado en nosotros.
1. EXAMEN DE CONCIENCIA.
Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida
y abrir nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para
hacerlo bien.
2. ARREPENTIMIENTO. Sentir un dolor verdadero de haber
pecado porque hemos lastimado al que más nos quiere: Dios.
3. PROPÓSITO DE NO VOLVER A
PECAR. Si verdaderamente
amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no
queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la
lucha, no la caída.
4. DECIR LOS PECADOS AL
CONFESOR. El Sacerdote es
un instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza”
o el “orgullo” y abramos nuestra
alma, seguros de que es Dios quien nos escucha.
5. RECIBIR LA ABSOLUCIÓN Y
CUMPLIR LA PENITENCIA. Es
el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un
acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos.
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