El Papa Francisco convocó un Año de San José desde este martes 8 de diciembre hasta el 8 de diciembre del próximo año 2021, durante el cual la Iglesia católica concederá indulgencias según una serie de condiciones establecidas por la Penitenciaría Apostólica.
Por medio de un decreto aprobado por el Pontífice y firmado por el
Penitenciario Mayor, Cardenal Mauro Piacenza, el Santo Padre convocó este Año
de San José para conmemorar los 150 años del Decreto Quemadmodum Deus, por
medio del cual el Beato Pío IX declaró a San José Patrono de la Iglesia.
“Conmovido por las graves y oscuras circunstancias
en que se encontraba la Iglesia, acosada por la hostilidad de los hombres,
proclamó a San José Patrono de la Iglesia Universal”, explica el Decreto aprobado este martes 8 de diciembre Solemnidad de la
Inmaculada Concepción.
Con la convocatoria de este Año de San José, se pretende, continúa el
Decreto, “que todos los fieles siguiendo su ejemplo
(de San José), puedan fortalecer cotidianamente su vida de fe en cumplimiento
pleno de la voluntad de Dios”.
“Todos los fieles tendrán así la posibilidad de
comprometerse, mediante la oración y las buenas obras, en obtener con ayuda de
San José, cabeza de la celeste Familia de Nazaret, consuelo y alivio de las
graves tribulaciones humanas y sociales que hoy afligen al mundo
contemporáneo”.
Para obtener la indulgencia plenaria, se precisa en el Decreto, se deberán
cumplir las condiciones prescritas por la Iglesia para tal efecto: confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por
las intenciones del Santo Padre.
Las modalidades en las cuales se concederá la indulgencia plenaria en el
Año de San José que comienza hoy son las siguientes:
“Se concede la indulgencia plenaria a cuantos
mediten al menos durante 30 minutos la oración del Padre Nuestro, o participen
en un Retiro Espiritual de al menos una jornada donde se realice una meditación
sobre San José”.
“Aquellos que sobre el ejemplo de San José realicen
una obra de misericordia corporal o espiritual podrán igualmente conseguir el
don de la indulgencia plenaria”.
“Para que todas las familias cristianas se sientan
estimuladas a recrear el mismo clima de íntima comunión, de amor y de oración
que se vivía en la Sagrada Familia, se concede la indulgencia plenaria por el
rezo del Santo Rosario en las familias y entre los novios”.
“Podrá conseguir la indulgencia plenaria aquel que
confíe cotidianamente sus actividades a la protección de San José y cada fiel
que invoque con la oración la intercesión del Artesano de Nazaret para que,
quien se encuentre a la búsqueda de empleo, pueda encontrar ocupación y que el
trabajo de todos sea digno”.
“Se concede la indulgencia plenaria a los fieles
que reciten las Letanías a San José (para la tradición latina), o el Akathistos
a San José, entero o al menos una parte (para las tradiciones bizantinas), u
otra oración a San José propia de otras tradiciones litúrgicas por la Iglesia
perseguida ad intra y ad extra y para el alivio de todos los
cristianos que padecen alguna forma de persecución”.
Asimismo, “para reafirmar la universalidad
del patrocinio de San José sobre la Iglesia, además de dichos motivos, la
Penitenciaría Apostólica concede la indulgencia plenaria a los fieles que
reciten cualquier oración legítimamente aprobada o acto de piedad en honor de
San José”.
“Por ejemplo, ‘A ti, oh, San José’, especialmente
desde el 19 de marzo hasta el 1 de mayo, en la Fiesta de la Sagrada Familia de
Jesús, María y José, en el Domingo de San José (según la tradición bizantina),
el 19 de cada mes y cada miércoles, día dedicado a la memoria del Santo según
la tradición latina”.
El Decreto finaliza especificando que “en el
actual contexto de emergencia sanitaria, el don de la indulgencia plenaria se
extiende de forma particular a los ancianos, a los enfermos, a los agonizantes,
y a todos aquellos que por motivos legítimos se encuentran imposibilitados a
salir de casa, a los cuales, con el alma libre de todo pecado y con la
intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales,
en su casa o donde les retiene su enfermedad, reciten un acto de piedad en
honor a San José, consuelo de los enfermos y patrono de la buena muerte,
ofreciendo con fe a Dios los dolores y sufrimientos de la vida”.
REDACCIÓN ACI PRENSA
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