El Papa Francisco destacó este 9 de noviembre, fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, que “el Señor desea habitar en todos los corazones”.
Además, el Santo Padre añadió que “incluso
si sucede que nos alejamos de Él, al Señor le bastan tres días para reconstruir
su templo dentro de nosotros”, al comentar las palabras de Jesús en el
Evangelio de San Juan (Jn 2,19).
Así lo indicó el Pontífice a través de un mensaje
en su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es.
Hoy, fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán,
recordemos que el Señor desea habitar en todos los corazones. Incluso si sucede
que nos alejamos de Él, al Señor le bastan tres días para reconstruir su templo
dentro de nosotros (Gv 2,19).
— Papa Francisco
(@Pontifex_es) November 9, 2020
La Basílica de San Juan de Letrán fue la primera Basílica en ser
construida en la ciudad de Roma, incluso antes que la Basílica de San Pedro.
Cada 9 de noviembre, la Iglesia celebra la Dedicación de la Basílica de
San Juan de Letrán, catedral de la Diócesis de Roma, porque fue consagrada por
el Papa San Silvestre el 9 de noviembre del 324.
Oggi è la festa della Dedicazione della Basilica
Lateranense, "Madre e Capo di tutte le chiese della Città e del
Mondo"... Fu consacrata da Papa Silvestro il #9novembre
324 ed ecco la ragione per cui la Liturgia ne fa memoria in questo giorno. pic.twitter.com/CCQBKJIPVa
— Diocesi di Roma
(@diocesidiroma) November 9, 2020
La Basílica de San Juan de Letrán es llamada Basílica “de San Juan” porque tiene dos capillas
importantes, una en honor a San Juan Bautista y otra en honor de San Juan
Evangelista.
También se le conoce como “Basílica del Divino
Salvador” porque en el año 787, cuando fue nuevamente consagrada, una
imagen del Divino Salvador milagrosamente derramó sangre.
El 9 de noviembre de 2008 Benedicto XVI dijo en el rezo del Angelus que
esta Basílica “fue la primera en ser construida
después del edicto del emperador Constantino, el cual, en el año 313, concedió
a los cristianos la libertad de practicar su religión” y añadió que “el mismo emperador donó al Papa Melquíades la antigua
propiedad de la familia de los Laterani y allí hizo construir la Basílica, el
baptisterio y patriarquio. Es decir, la residencia del Obispo de Roma, donde
vivieron los Papas hasta el período aviñonés”.
De este modo, Benedicto XVI explicó que “honrando
el edificio sagrado, se quiere expresar amor y veneración a la Iglesia romana
que, como afirma san Ignacio de Antioquía, ‘preside en la caridad’ a toda la
comunión católica”.
“Esta celebración también nos recuerda la
importancia de los edificios materiales, en los que las comunidades se reúnen
para alabar al Señor. Por tanto, toda comunidad tiene el deber de conservar con
esmero sus edificios sagrados, que constituyen un valioso patrimonio religioso
e histórico. Por eso, invoquemos la intercesión de María santísima, para que
nos ayude a convertirnos, como ella, en ‘casa de Dios’, templo vivo de su
amor”, concluyó entonces Benedicto XVI.
Redacción ACI Prensa
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