Cuando murió a sus 24 años en 1897, nadie reparó en lo que fue su vida. Cuando a la madre superiora se le pidió hacer una breve reseña biográfica, ella no sabía qué escribir ni qué resaltar de la hermana Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. Su vida había transcurrido en la ordinaria rutina del monasterio, hizo los oficios que cualquier otra monja hace, no había nada que la hiciera especial o la resaltara de entre las demás monjas.
Pero la hermana de Teresa, dio a conocer el diario que su fallecida hermana había escrito y titulado "HISTORIA DE UN ALMA". En este diario plasma con desconcertante simplicidad su profunda experiencia de Dios a través de su vida. Este libro alborotó el huracán de gloria que dio a conocer al mundo la santidad anónima de Teresa. Aquel diario comenzó a ser leído en todos los conventos carmelitas, luego por algunos amigos y benefactores de los conventos.
En poco tiempo, comienzan a llegar centenares de cartas de todo el mundo al convento Carmelita de Lisieux (Francia) solicitando conocer a la particular escritora, cuya obra estaba tocando muchas almas, había logrado conversiones y hasta alcanzado curaciones. Cuando se les informa que ya había muerto, comienzan a pedir reliquias, fotografías, y más escritos. Peregrinos devotos, curiosos y literatos llegan a la puerta del hasta entonces desconocido convento, para entrar en contacto con el espacio donde aquella sencilla monja tan llena de Dios había vivido.
Pbro. Mauro Guaca.
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