Gordos, gordos… muy pocos. Precisamente, además, son los graves los que menos importan, porque grave, gravísimo, es que se cambie la plegaria eucarística, se permita la comunión eucarística de personas que viven en pareja de manera ilícita, no haya confesiones, se siga explicando la cristología iuxta modum, al cura no se le encuentre más que a la hora de misa y a carreras o el archivo parroquial lleve sin actualizarse años y años.
Todas estas cosas, y pasan y pasan, no plantean especiales problemas al
pueblo de Dios más que a
algún tiquismiquis de esos a los que se llama conservadores. El sacerdote sale
a celebrar sin casulla, omite el rito del lavabo, mete morcillas en la plegaria
y acaba bailando el viva la gente. No solo no pasa nada, sino qué agradable y
cercano D. Fulano. Como agradable es D. Mengano que ni cursillos para la boda o
el bautizo. Eso es facilitar las cosas. Difícilmente verá nadie ahí un
conflicto salvo algún infocatólico de cáscara amarga.
Entonces, D. Jorge, ¿de dónde salen los conflictos? Ejemplos…
No
es normal que la pila bautismal se utilice como peana para la imagen de Nuestra
Señora
mientras que
para bautizar utilizamos una palangana por bonita que sea. Mover la imagen un metro para que la pila bautismal sea utilizada como lo
que es, es conflicto gordo de esos que quitan la fe (eso dicen algunos).
Es una tragedia
griega de las de antes
pretender, qué cosas, que el canto del sanctus, por
ejemplo, se ajuste en su letra a la letra que aparece en el misal.
Motivo de rasgamiento de
vestiduras -y no quiero ver
interioridades de nadie y menos de Rafaela y Joaquina- es pretender que vayan desapareciendo de los templos las flores de plástico del chino
de la esquina, causantes de conjuntivitis por lo horrendo de
formas y colores.
Conflicto, y de los
gordos, es sugerir a Luisita, que lleva de lectora
años, logrando, con todo su esfuerzo, eso sí, hacerlo cada día peor, al punto
de que ya nadie presa atención a lo que lee, que a lo mejor
era bueno que otros también leyeran.
Dramón
pretender que cofradías y hermandades vivan en cristiano y tengan sus estatutos en
conformidad con el derecho canónico.
Crisis
apocalíptica cambiar media hora el horario de la misa dominical… Qué digo apocalíptica, al lado de un cambio de hora de la misa, el crack
del 29, la primera guerra mundial, la bomba sobre Hirosima y la pandemia del
coronavirus son un juego de niños.
Lo he escrito algunas veces. Ya quisiera yo tener conflictos por confesar poco, no rezar lo
suficiente, descuidar la liturgia o deslizar alguna herejía en la predicación. Pero tranquilos, por ahí nada de
nada. Todo se permite y hasta se jalea. Eso sí, quita las flores del altar en
cuaresma, que encima son del chino, y la has liado.
Jorge González
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