El día era hermoso mis hijos habían sido
invitados a la fiesta de cumpleaños de un amiguito y estaban ansiosos por ir,
sin embargo, yo estaba muy engripada, me dolía la cabeza y mi nariz no dejaba
de moquear, les estaba diciendo a mis pequeños que no iríamos al cumpleaños
cuando llegó mi esposo del trabajo mis pequeños no perdieron el tiempo y
corrieron a suplicarle que los llevará a la fiesta por un rato. Mi esposo
sonrió, yo sabía él no se negaría pues eran sus pequeños consentidos, mis hijos
viendo su victoria lo abrazaron y corrieron a alistarse a su recamara.
Mi esposo
se me acercó y me preguntó: "¿Cómo sigues?" Él era un gran
esposo, el mejor, nos consentía y amaba así como nosotros a él, le contesté que
me seguía sintiendo mal y qué lo mejor sería no ir a la fiesta, él me sonrió y
dijo: "amor,
que te parece si yo los llevo un rato y tú aprovechas para descansar un poco,
prometo estar aquí a las 8:00 pm y traerte pastel ¿Qué te parece?"
Sonreí
mientras él me daba un beso en la frente y le dije: "de
acuerdo, pero cuídalos y que no coman muchos dulces". Ayude a mis
hijos a terminar de alistarse y los despedí en la puerta de la casa, como la
casa de la fiesta estaba cerca mi esposo decidió ir caminando y yo los vi
alejarse felices y entusiasmados y mientras me despedían con la mano mi esposo
sonriente me dijo: "te traeré tu pastel" solté
una carcajada y cerré la puerta.
Me tome
unas pastillas antigripales, me preparé un té, me puse una frazada y me acomode
en la sala para ver el televisor, al poco rato me quedé totalmente dormida,
desperté a las 8:30 pm y me sobresalté al ver que mi esposo aún no llegaba pero
no quise alterarme ya que solo eran 30 minutos de retraso, tome el celular y le
mandé un mensaje para saber si se estaban divirtiendo pero no hubo respuesta,
seguí viendo la televisión mientras esperaba su llegada, pero pasaron los
minutos que se convertían lentamente en horas y al ver que eran 10:30 pm llame
a la casa del amigo de mis hijos pero nadie me contestó, llame al celular de mi
esposo y tampoco hubo respuesta, mandé mil mensajes y nada, cuando el reloj dio
las 12:00 AM decidí salir a buscarlos y cuando me dirigía hacia la puerta está
se abrió y corrí hacia ahí y con un enorme alivio vi entrar a mi esposo con mis
hijos me sentí tan tranquila y aunque también estaba algo molesta corrí y los
abrace, mi esposo estaba muy frío pero supuse que era porque no llevaba
chaqueta, me sonrió y me entrego un gran plato de pastel mientras decía: "lo siento amor, perdí la noción del tiempo, pero
prometí que regresaría y te traería un trozo de pastel" sonreí y
fui a guardar el pastel a la cocina. Cuando regrese a la sala vi a mis hijos
serios y algo ausentes así que pensé que estaban cansados por la fiesta y
ordene que fueran a la cama, ellos obedecieron y fueron a su recamara cuando ya
estaban listos, entre a arroparlos, ellos me abrazaron y me besaron diciendo: "gracias mamita, gracias te amamos" muy
conmovida les devolví el abrazo y los bese diciéndoles: "yo también los amo con todo el corazón" sonrieron
tranquilos y yo salí de su habitación y me fui a la mía cuando entre mi esposo
ya estaba en su lugar acostado, me puse la bata y me fui a acostar a su lado,
me tocó la frente y me dijo: ¿Cómo te
sientes?" Le dije que mejor y él sonrió y me dijo: "te amo y siempre lo voy hacer" lo bese,
me abrazo y nos dormimos.
Me
despertaron unos golpes en la puerta al ver el reloj vi que eran las 7:00 AM me
gire para levantar a mi esposo pero su lado estaba vacío, así que me levanté,
ya que los golpes no cesaban, me cambie la bata y corrí escaleras abajo para
abrir la puerta, al abrir me encontré de frente con un oficial de policía que
me dijo: "buenos días señora" recuerdo
que le dije: "buenos días oficial, ¿Puedo
ayudarlo? ¿Algún problema?". Él me miró con compasión y me respondió:
"necesito que me acompañe", salí
sin hacer ninguna pregunta y al salir sentí un gran frío y un vacío en mi
corazón aunque nunca imaginé el porqué, el oficial me llevo a su patrulla
arrancó y condujo a un par de calles más adelante, paro y volteando hacia mí me
dijo en voz baja y calmada: "señora, necesito
que sea muy fuerte en este momento y antes de que baje debo decirle
que..." No escuché más baje de la patrulla y corrí a donde estaban
unas sábanas blancas que ocultaban unos cuerpos, los destape y casi me desmayo
cuando vi la escena más trágica de mi vida, caí al suelo no me sentía dentro de
mi cuerpo, bajo esas sábanas estaban los cuerpos sin vida de mis hijos y mi
esposo, el cual sostenía un gran plato de pastel totalmente aplastado.
No daba
crédito a lo que veía y en mi cabeza repetía una y otra vez que la noche
anterior los había visto, mi cabeza murmuraba: "los
vi ayer, los vi ayer" volteaba para todos lados queriendo encontrar
una explicación pero no había nada, el oficial que fue por mí se acercó
lentamente tapo nuevamente los cuerpos y me explicó: "ayer
como a las 8:30 pm un joven ebrio que iba manejando a muy alta velocidad se
subió a la acera su carro se descontroló, su esposo e hijos no lo vieron venir,
y desgraciadamente no pudieron evitarlo paso sobre ellos ocasionando su muerte
instantánea" lo escuché como si me hablara desde muy lejos mi
cabeza seguía en blanco, me levanté torpemente y salí corriendo hacia mí casa
lo más rápido que pude, llegue abrí la puerta apresuradamente fui a la cocina
revisé el refrigerador el pastel que mi esposo me dio en la noche no estaba,
subí corriendo las escaleras fui al cuarto de mis hijos y estaba completamente
vacío todo estaba en su lugar, salí de ahí a prisa esperando verlos con su
padre en mi recamara pero al igual que todo lo demás ese cuarto estaba vacío,
mis hijos y mi esposo no estaban en esa casa ya, mis ojos se llenaron de
lágrimas estaba por salir cuando en la almohada que era de mi esposo note que
había una hoja de papel cuando lo tome leí en el "te
prometí que volvería y te traería pastel, te amamos". Lloré y seguí
llorando mientras abrazaba ese trozo de papel él cumplió su promesa pero ya no
estaría a mi lado nunca más.
Créditos al autor
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