Decir
que los hombres luchamos contra el demonio, es tomado por muchos como una idea
muy lindante con el fanatismo.
Si una
mujer es tentada constantemente con pensamientos que le dicen que es muy gorda,
que nadie la va amar por ser gorda, que el mundo se burla de ella por ser
gorda, y esta mujer cae en las tentaciones, pues empezará a buscar soluciones
para adelgazar y muy probable caiga en la bulimia.
Muchos
dicen que la bulimia y otros males similares
son causados solamente por las acciones de las mismas personas humanas, mas no
por el demonio quién es el que realmente, por la tentación, induce a hacer el
mal.
Igualmente
sucede con gran parte de las enfermedades físicas como la cirrosis, la anemia, diabetes, etc., que muchas
veces son fruto de las malas acciones tomadas por las mismas personas, movidas
por las tentaciones.
En sí
todos los males físicos del mundo son inducidos por el mal espiritual (la mala
manera de pensar y de tomar decisiones) como son el
calentamiento global, y desastres naturales causados por el hombre a
causa de la contaminación y malos manejos de la
naturaleza.
Los demonios son seres espirituales reales que obran desde el interior
del hombre. Para ellos, por ser espíritus
puros, la materia no es “nada”. La pueden
manejar con cierta libertad, dentro de límites fijados por Dios.
Entre
los ataques principales del mal se encuentran:
a)
La tentación: Es el ataque más común que
realiza el enemigo y sus demonios. Los hombres son tentados constantemente por
millones de ángeles caídos. Nos inducen a pensar, a sentir y a desear cosas
contrarias a la verdad y a lo que realmente es bueno.
b)
Obsesión: Vienen a ser pensamientos y
deseos constantes que martillan la cabeza y el corazón de la persona. Es
insoportable.
c)
Vejación: Son enfermedades y daños físicos
causados por espíritus malignos. No tienen ninguna causa física interna o
externa. La ciencia no encuentra la causa ni la solución a estos males.
Enfermedades y golpes que aparecen sin motivo alguno, pueden ser vejaciones.
Por ejemplo: el Santo Cura de Ars, San Juan María
Vianey, constantemente era empujado de su cama, cuando dormía, por el demonio.
d)
Infestación: Ocurre cuando uno o varios
demonios se apropian de un objeto, casa o animal. Las “casas
embrujadas” y la muñeca Annabelle son
casos de infestación.
e)
Posesión: Es cuando uno o varios demonios
poseen y controlan sólo el cuerpo de una persona humana. La persona posesa no
es consciente cuando entra en acción el demonio. Este tipo de ataque es por muy
escaso.
La
infestación y la posesión ocurren generalmente cuando la
persona “abre puertas” al mal, por medio de
la práctica de la ouija, brujería, magia,
adivinación, yoga, etc. Aunque puede sucederle incluso a personas
creyentes.
El enemigo recurrentemente desespera a las personas con el cuerpo.
Muchos hombres se desesperan por su cuerpo, porque se encuentra enfermo, defectuoso,
se envejece, etc. Las personas deben cuidar su cuerpo y quererlo, pero
no desesperarse tremendamente, ya que el hermano cuerpo tarde o temprano irá a
la tierra, se volverá polvo, y después será resucitado en un cuerpo perfecto,
sin fallas, sin impurezas, un cuerpo divinizado, un cuerpo espiritual, no igual
al que tenemos ahora que se enferma.
•Mateo
10,28: “No tengan miedo de
los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que
puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.”
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