lunes, 4 de noviembre de 2019

EL OBISPO Y EL JUEZ


Hoy he leído la siguiente curiosidad: En el siglo XIII, los calendarios ingleses empezaban el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación. Los calendarios franceses, usualmente, empezaban en la fiesta móvil de Pascua, entre el 22 de marzo o el 25 de abril.

Otra cosa curiosa es que, en plena Edad Media, durante la octava de san Denís, se celebraba una “misa griega” en la abadía del mismo nombre de París. La razón era que el santo patrón era griego.

En esa abadía se guardaban las regalia: la corona, la Mano de la Justicia (un tipo de cetro), la espada, las espuelas de oro, etc. Aunque esa no era la iglesia de la coronación.

Ayer leí esta cita de Von Balthasar: Quanto più pesante è la croce da portare, tanto più è sproporzionata la risurrezione e la gloria che la segue.

Ayer me despedí de la capellanía del convento. Ahora, por petición de mi obispo, me encargaré de las misas en el hospital todos los días, además de los días en que estoy toda la jornada.

Hoy en el almuerzo he visto parte del documental Zubiak. Impresionante. Allí se muestra con rostro concreto (el de los familiares y el de los etarras) el sufrimiento que causó la banda terrorista. ¿Cómo fue posible que en España, un país con tan buena gente, llegara a engendrarse semejante monstruo sanguinario?

P. FORTEA

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