Veamos con un ejemplo real.
En
junio de 1997, recibió, el Grupo de Oración por los Enfermos Si Señor, al que
pertenecemos varios hermanos laicos con la misión de orar por enfermos en sus
hogares desinteresadamente, una invitación para pedir que el Señor sane, a una
persona de un Asentamiento Humano al norte de Lima. Fuimos, oramos, pedimos en
el Nombre de Jesús y la persona se sano… como siempre.
Nuestra
misión es la de interceder ante Dios por los enfermos, además explicamos a los
que asisten a la oración, los deberes de un católico para con Dios y su Iglesia
y los aconsejamos en trámites a seguir para recibir los Sacramentos que les
falta. Asimismo propagamos el Amor a María, nuestra Madre del Cielo, tan
desprestigiada por los numerosos protestantes evangélicos, mormones y otras
sectas que pululan por todos los Pueblos Jóvenes. Tan convincentes son nuestros
hermanos separados que hasta tienen que regalar comida y ropa para convencer
que vayan a sus templos. Nosotros solo regalamos Escapularios y Rosarios en más
de 100 casas que en cadena nos tocó visitar en ese asentamiento humano. ¿Por qué en cadena? porque terminaba el Señor de
curar a alguien y ya nos estaban pidiendo visitar una nueva casa.
Pregunto:
¿Debemos solicitar permiso al Párroco de la zona
para pedir a Dios por alguien? Nosotros que estamos invitados a orar
casi a diario por todo Lima, Balnearios, Asentamientos Humanos o Pueblos Jóvenes,
distritos, inclusive Provincias, etc., se imaginan: ¿Qué
tiempo podríamos tener para ir pidiendo permiso en cada Parroquia que nos
tocara tal o cual día?, aparte de que muchos trabajamos y otros
estudiamos.
El
padrecito de esta parroquia en cuestión empezó a desprestigiarme desde el
altar, sin conocerme, diciendo que un cura falso estaba dando vueltas por su
parroquia, que tuviéramos cuidado. Primeramente nunca dije que fuera cura, a lo
más explicaba que había trabajado como instructor en un Monasterio de claustro
durante cuatro años a solicitud de las Madres y luego en un diaconado temporal
de sanación en una Comunidad Católica también durante más de cuatro años, y que
s la vez fui Ministro Extraordinario de la Comunión en el Altar de esta
Comunidad y en el Hospital Larco Herrera en donde nuestro sacerdote era Capellán.
Debido
a que nuestro sacerdote fue transferido a Boston, es que forme este grupo… para
seguir los caminos que Dios nos había trazado.
Semillas que dan frutos… para seguir sembrando.
Luego,
no contento con prejuzgarme a viva voz llamó a mi casa para preguntarme quien
era, por qué me vestía de negro y que hacía en su parroquia. Le explique y le ofrecí
mis servicios desinteresadamente… contesto que no era necesario, inclusive le
dije que si el me lo pedía yo me retiraba por obediencia. ¿Han visto a algún cura vestido de negro últimamente? Si
tengo que ir de un lado a otro por caminos de tierra o por a veces de difícil acceso
con ropa blanca o de color, se imaginan como termina la ropa si no es negra… el
color negro ayuda. Si no fuera así, necesitaría ir hasta mi casa a cambiarme
luego de cada visita – a veces 2 diarias en los fines de semana. Nueve meses
servimos a Dios en esa parroquia en silencio pero no a escondidas y el Señor tocó
a más de 1000 personas.
Informé
por escrito inmediatamente, al sacerdote de mi parroquia que me conoce desde
hace más de 25 años y que a la vez es mi confesor y sabe de mi apostolado, con
copia al padrecito del Pueblo Joven, el 9 de marzo de 1998.
Se
acercaba Semana Santa y acordamos, a solicitud de numerosas personas, no
solamente de esta parroquia, hacer un Via Crucis de sanación, con una gran Cruz
de madera que iba a ser cargada por quienes lo desearan. Este Via Crucis se desarrollaría
solamente en una cuadra, ida y vuelta por cada Estación, y empezaría luego que
el Via Crucis, organizado por la parroquia terminara. Vinieron de diferentes
sitios de Lima, personas agradecidas al Señor por diferentes motivos, a cargar
su Cruz. ¡Qué bonito resulto! Al padrecito
le informo – seguramente por alguien que quería congraciarse con el – que nos habíamos
cruzado con el Via Crucis de su parroquia. Si así hubiese sido… estaría mal.
Pero no fue así, y tengo pruebas, porque grabamos en Video nuestro Via Crucis y
se notan las luces que prueban que fue de noche, mientras que el de la
parroquia termino antes de las 5 pm, al menos por la zona en que nos encontrábamos.
A
los pocos días llamó otra vez, el padrecito me prohibía orar por los enfermos
en tres Asentamientos Humanos que formaban su parroquia, con la amenaza de que
si continuaba, iba a ser considerado por la Iglesia como PROTESTANTE. Le pregunté si es que había recibido
alguna queja de alguien y me respondió que no… no habían quejas. Me acusó esta
vez de estar llevando una PARROQUIA PARALELA a
la suya, lo cual para nuestro grupo fue un halago, ya que esto confirmaba
nuestro arduo trabajo, aunque no sé a qué se refiere con lo de PARALELA, porque nosotros hacemos lo que su
parroquia no hace ¡Ojo!, deseo recalcar que
somos invitados a los hogares. Nosotros no somos como las sectas que tocan
puertas, aunque algo hemos aprendido de ellos… a caminar por barro y tierra, a
sudar un poco y a andar en Micros. Invitamos a los tibios a que se reincorporen
a la Iglesia de la Parroquia.
Nuevamente
el 04 de mayo de 1998, envié una segunda carta con copia igualmente para el
padrecito de esa parroquia. Luego verbalmente me dirigí a mi párroco al que le informe
lo que estaba sucediendo. Le dije que había decidido retirarme de esa parroquia
por promesa hecha – si el padrecito me lo solicitaba – como recordaran por lo
escrito anteriormente -. Al padrecito del Asentamiento Humano, si le pedí que
me pusiera por escrito lo que por teléfono me estaba pidiendo hiciera y lo que sucedería
si yo no obedecía. Hasta la fecha, 27 de junio de 1998, no he recibido nada. Si Señor ya se retiró de toda actividad religiosa de
la parroquia en cuestión y solo nos reunimos en casa de dos hermanos del grupo
que viven allí, cuando nuestra misión así lo requiere, para dirigirnos a otros
sitios que nos mande el Señor, donde si nos reciben.
El
25 de junio de 1998, en la Misa de mi parroquia de las 7 pm el padre dijo: Te pedimos Señor por todos aquellos, tus apóstoles, que encuentran
dificultades al servirte, para que no se rindan y perseveren. Luego añadió:
si la persona ante las dificultades no persevera,
significa que el servicio lo que quería hacer el, quizá para sobresalir o por
alguna otra razón ajena a Dios, pero, si no se rinde y persevera, es porque Dios
es quien lo está moviendo.
Ahora viene la pregunta: Perseverar
¿puede significar desobedecer? Antes de
responder recuerda que Dios y su Santa Madre María, te piden que ames a sus hijos
predilectos los sacerdotes.
Gracias
Señor, envíanos sacerdotes santos con santos sacerdocios, para obedecerlos y
amarlos. Si obedeces al sacerdote… amas a Dios. Si amas a Dios puedes perdonar
cualquier ofensa ¡Adelante!
José Miguel Pajares Clausen
Grupo Católico de Oración por Los Enfermos Si Señor
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