El Exorcismo de Sebastián – niño
de trece años que jugó con la Ouija.
Hace tres días me llamó Marilyn,
madre de Sebastián, que había leído en mi blog sobre exorcismos y me contó el
caso.
Su hijo, de trece años, por jugar
con la Ouija se había infestado. En casa volaban las cosas, tazas, platos, etc.
Hace un año que empezaron estas manifestaciones, ella lo había llevado a
brujos, que cada día la llamaban para sacarle más plata, lo llevaron a los
Testigos de Jehová, a los Brasileros, y a todo lo que ella creía lo podían
sanar…. Lógico en una madre desesperada pero no lo correcto. Acá solo le costó
5 soles.
Un día vio mi blog y se comunicó
conmigo y me contó en casi media hora el problema de su hijo. Le di las dos
alternativas y ella escogió traerlo a nuestras reuniones de todos los viernes…
y ayer llegaron media hora antes de la ocho, hora en que abro la puerta… le
dije que se esperara hasta las ocho… asintió, y volvió a las ocho.
Llegó con su hermana, el niño y
su cuñado. Saludé al niño y le pregunté su nombre: Sebastián – me contestó muy
humildemente. Aparentemente era una criatura muy sana, sin signos de posesión.
Yo había indicado a la
subcoordinadora que empezara con el rezo del Santo Rosario y me retiré a
esperar a los que estaban llegando.
De pronto escuché que estaban
rezando levantando la voz y volví y el niño, aparentemente inofensivo, se había
parado y se preparaba para atacar a la subcoordinadora para que parara la
oración… con el Cruz Sacra de San Benito lo mandé a su sitio y aparentemente se
apaciguó.
Entonces empezó a hablar, pero
para esto advertí a su familia que no se metiera, porque al que yo le hablaba
no era a Sebastián, sino al demonio que tenía dentro…. ellos asintieron…
aceptaron…. mientras tanto seguían con el Rosario.
-Tú no podrás contra mi… no te
tengo miedo… muchos lo han tratado y no han podido conmigo… soy más fuerte que
tú.
Le dije:
-No te tengo miedo. Acabo de
comulgar y soy templo vivo de la Santísima Trinidad, tengo en mi corazón la
Carne y Sangre de Jesucristo y contra eso nunca podrás.
Volvió a repetir que yo no podría
contra él. Su fuerza física aumentaba y me obligo ponerle una de mis piernas
sobre él y lo tomé de sus manos agresivas.
La Salve y el Bendita sea tu pureza fueron lo que más lo bajaban.
La Salve y el Bendita sea tu pureza fueron lo que más lo bajaban.
Así pasó, casi con el mismo
dialogo, cerca de 30 minutos.
Al final Jesús venció. Sebastián
quedó libre luego que le ordené al demonio en el Nombre de Jesús que abandonara
ese cuerpo.
Luego en la Teofanía - cuando
Dios habla a través de los instrumentos – El Espíritu Santo dijo que había que
ir a su casa para liberarla.
En los 24 años que tengo en este
ministerio, este caso de exorcismo ha sido el más fuerte… han habido varios,
pero no tan fuerte como este.
Hno. José: Demos gracias a Dios y
a nuestra Madre Santísima… La bendición del Padre, del…
Grupo Católico de Oración por los
Enfermos Si Señor
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